Emiliana Vicente González
Presidenta del Consejo General del Trabajo Social
Para este 2024 en nuestro Día Mundial del Trabajo Social, que celebramos el 19 de marzo, la Federación Internacional de Trabajo Social, la Asociación Internacional de Escuelas de Trabajo Social y el Comité Internacional de Bienestar Social han escogido la filosofía quechua del “Buen Vivir” para promover y compartir un estilo de vida digno, en equilibro, en plenitud y armonía entre las trabajadoras sociales, así como para las personas que acompañamos en nuestro día a día. El Buen Vivir contribuye al bienestar de las personas, a la armonía de las comunidades y al equilibrio con el entorno, basada en principios éticos, contribuyendo a desarrollar vidas plenas en entornos saludables.
El verdadero bienestar se puede lograr cuando las comunidades viven en armonía con la naturaleza, esforzándose colectivamente por lograr un desarrollo equilibrado, enfatizando también la importancia de la interconectividad, la reciprocidad, la correspondencia y la complementariedad en las relaciones humanas y el vínculo con la naturaleza. Acogemos este principio como nuestro, fomentando un mundo ecosocial que se nutre de la inclusión, el respeto, el entendimiento mutuo y la defensa de los derechos humanos.
Este día es una oportunidad destacada para que se visibilice el papel transformador que desempeñan las trabajadoras sociales a la hora de impulsar el cambio y la necesidad de que se adopten enfoques innovadores, liderados por la comunidad, y en armonía con la naturaleza. Nuestro mundo enfrenta crisis multifacéticas, que van desde conflictos violentos, el desplazamiento de miles de personas por las guerras, la degradación ambiental debido al calentamiento climático, la pobreza persistente, la desigualdad creciente, que implican desafíos y aspiraciones futuras en la intervención de las profesionales del trabajo social. Compartimos con orgullo que esta profesión cada vez crece más y se hace más visible, somos más de 48.000 profesionales colegiadas, y junto a otros agentes sociales, ciudadanía y entidades, avanzamos en la búsqueda de soluciones para estos grandes desafíos comunes, la acción social conjunta y la consecución del Buen Vivir.
Por ello, como es una fecha para el reconocimiento profesional, desde el Consejo General y los Colegios Profesionales se llevan a cabo diferentes acciones, como el homenaje en todo el territorio nacional a trabajadoras sociales colegiadas con mayor antigüedad, en la mayoría de casos jubiladas, haciéndoles entrega de la insignia de la profesión, el símbolo más importante y distintivo del Trabajo Social creado en 1966, y conformada por tres elementos: la rueda dentada, símbolo del trabajo; la mano tendida que representa la ayuda, la persona y la humanidad; y por último, la rama de olivo como símbolo de la paz y de la esperanza.
Además, en torno a dicho día, se hará también entrega del Premio Estatal del Trabajo Social 2024. En esta ocasión, queremos otorgar nuestros galardones a Carmina Puig Cruells y Dolores Martos Ruano, dos trabajadoras sociales con una gran trayectoria y dedicación en sus más de tres décadas de carrera profesional. También a María Peláe, compañera trabajadora social, que actualmente gracias a su voz y las letras de sus canciones lanza mensajes por la libertad de todas las personas. Por último, se reconocerá a las Campeonas de Mundo de Fútbol femenino, por el esfuerzo y derribar barreras, superar estereotipos y roles en el deporte y en la sociedad, pero sobre todo por exigir respeto por su trabajo.
