Atención a las personas mayores.

La atención sanitaria presencial garantiza la calidad en la atención para los mayores

La atención presencial es esencial para garantizar la calidad y la comprensión de los servicios de salud para todos, pero especialmente lo es para las personas mayores. Así se constata en el último Barómetro de MayoresUDP centrado en conocer qué percepciones tienen los mayores de nuestro país sobre la Atención Primaria, sobre la atención que reciben, sobre cuáles son los aspectos que necesitan mejorar sustancialmente y sobre cuáles las especialidades médicas que consideran que deberían estar incluidas en la cartera de servicios de la sanidad pública en nuestro país.

El último Barómetro de MayoresUDP sobre la Atención Primaria y los Servicios Públicos de Salud, recoge una exhaustiva encuesta que analiza la situación de la atención primaria y los servicios públicos de salud en España, centrándose en la población de 65 años y más. El estudio, realizado mediante 804 entrevistas, ofrece indicadores sobre la percepción de salud, la cronicidad, las limitaciones y la satisfacción de las Personas Mayores con el sistema de salud. Estos indicadores, ponen de manifiesto la necesidad de restaurar la atención presencial en los servicios sanitarios a niveles previos a la pandemia, puesto que “la atención presencial es esencial para garantizar la calidad y comprensión de los servicios de salud”.

Con respecto a la cronicidad, un problema de salud que seguirá creciendo a medida que lo hace el envejecimiento de la población, el estudio refiere que el 75,3 % de las mujeres de 80 año y más, son quienes más sufren enfermedades crónicas. Aunque en más de la mitad de los hogares en los que residen “personas mayores existen miembros de la familia con enfermedades o problemas de salud crónicos o de larga duración”. Es así en el 55,6 % de los casos según este estudio.

¿En qué hogares se constata un aumento de las enfermedades crónicas? Como asegura este Barómetro de MayoresUDP, la existencia de personas con enfermedades crónicas aumenta de forma muy significativa en aquellos hogares en los que residen mujeres que tienen entre 70 y 74 años. Así es en el 68,2 % de los casos. Y también en aquellos que muestran una capacidad de gasto insuficiente (en el 71,1 % de los casos).

La cronicidad es, en ocasiones, causa de limitaciones en las actividades de la vida diaria, e incluso de dependencia en otras ocasiones. Este informe recoge que más de cuatro de cada diez personas mayores encuestadas afirman tener limitaciones para realizas las actividades que la gente realiza habitualmente (41,9 %), y en uno de cada cuatro de esos casos, las limitaciones son graves.

Atención a las personas mayores.

“Se observa un aumento significativo en el porcentaje de personas mayores con limitaciones graves entre los hombres de 80 y más años (16,2%) y entre quienes tienen una capacidad de gasto insuficiente el de personas con limitaciones menos graves (44,8%)”, confirma el informe. También se asegura en este estudio que la mayor carga familiar que se ha observado es aquella que recae entre las mujeres más jóvenes, en los casos en los que estas deben convivir con personas que sufren enfermedades crónicas (30,2% frente al 20,1% entre el total). También esa carga es muy importante entre las mujeres de 80 y más años cuando se trata de convivir con personas con limitaciones graves (17,3% frente al 10,65 % total).

Asimismo, el nuevo informe evidencia que son las mujeres las que viven situaciones más desfavorables, no sólo en su estado de salud, sino también como cuidadoras de pacientes crónicos en los hogares.

Opiniones sobre la Atención Primaria

En cuanto a la opinión de las personas mayores sobre la Atención Primaria, las valoraciones más altas y positivas son para el personal médico y sanitario. Destacan su trato o su profesionalidad a la hora de ser atendidas.

Dos de cada tres personas mayores afirman que siempre les atiende el mismo profesional (65,3%), lo que valoran especialmente. El 20,2% aseguran que en alguna ocasión les han atendido profesionales distintos y un 13,2% afirman que es habitual que les atiendan profesionales distintos. La gran mayoría de personas mayores afirma que su médico no les pone impedimentos para derivarles al especialista (84,6%), el 5,9% señalan que a veces sí se los han puesto y el 3,8% que siempre. El porcentaje de quienes afirman que su médico/a les pone siempre impedimentos aumenta significativamente en las ciudades y entre quienes tienen una capacidad de gasto insuficiente.

Entre los aspectos sobre la Atención Primaria que más han valorado los consultados para realizar este informe, cabe destacar que la proximidad del centro de salud de su domicilio es el aspecto mejor valorado por las personas mayores, seguido de la confianza y la tranquilidad que pueden transmitirles el personal sanitario. Otros aspectos bien valorados también, pero en menor grado, son los relativos al conocimiento del historial y el seguimiento a sus problemas de salud, el tiempo que cada profesional le dedica a sus pacientes, y la facilidad o accesibilidad para ser atendidos. El aspecto más desconocido para los mayores es el acceso a su expediente médico.

En conjunto, el informe refiere que aquellas personas que se muestran más satisfechas cuando se les pregunta por la Atención Primaria son los mayores de 80 años y aquellos que viven en las ciudades. Mientras que, por el contrario, la satisfacción es menor en los segmentos de edades inferiores a 75 años y en los pueblos grandes. Aunque la diferencia más común y generalizada se produce en función de la capacidad de gasto, de manera que la satisfacción de todos los aspectos entre quienes tienen una capacidad de gasto equilibrada o alta es significativamente superior a la satisfacción registrada entre quienes la tienen insuficiente.

Por otro lado, los datos reflejan que las personas mayores acceden con más facilidad a los centros de salud y ambulatorios en función de la cercanía, destacando claramente la forma presencial frente a la digital. Acceder a los centros digitalmente no está al alcance de todos. De hecho, este estudio confirma que su conocimiento y su uso aumentan cuando hablamos de personas que tienen entre 65 y 69 años, con mayor nivel formativo y mayor estatus social. Estas cifras corroboran que hoy sigue existiendo una importante brecha digital en el acceso a estos servicios sanitarios. Además, el acceso telefónico es considerado por la mayoría de los consultados como un servicio fácil.

En cuanto a las citas con el médico de familia, el 67,0% de las personas encuestadas afirma que debe esperar más de un día debido a la falta de citas disponibles. El tiempo de espera se alarga en áreas rurales y entre aquellas personas con capacidad de gasto insuficiente (78,2%).  

Principales demandas de los mayores

En general, el 50,6% de las personas mayores se muestra altamente satisfecho con el sistema sanitario público en España, aunque la satisfacción varía según la capacidad de gasto. Entre las principales demandas de servicios sanitarios públicos: El 86,6% de las personas encuestadas demanda servicios bucodentales; le sigue, en segundo lugar, la salud mental con un 77% y servicios de fisioterapia, en tercer lugar, con un 64,0%. La demanda de salud bucodental es más elevada entre las mujeres que tienen entre 65 y 69 años de edad (92,9 %) y en el ámbito rural (96,9 %). También son las mujeres quienes dan mayor relevancia del servicio de salud mental: supone el 85 % de las mujeres de 70 a 74 años de edad. Un servicio más demandado, también en los encuestados que viven en pueblos de mayor dimensión (84,9 %). 

Los tratamientos alternativos, como el acceso al reiki, la acupuntura o los masajes, son más demandados entre los hombres que tienen 80 y más años (el 40,3 %), así como los tratamientos estéticos (14,5 %).

Cabe destacar que el acceso digital a los servicios de salud es desconocido para la mayoría, y la atención telefónica es satisfactoria para el 85,0%. El uso de videoconsultas es rechazado por la mayoría: solo el 32,7% las acepta. Las limitaciones tecnológicas y la brecha digital, son claramente un obstáculo en el acceso digital a los servicios de salud.

El nuevo informe también identifica posibles situaciones de edadismo en un pequeño porcentaje de casos, especialmente entre las mujeres de 65 a 69 años, en consultas de atención especializada (5,7%) y urgencias (5,7%). Situaciones que, aunque con porcentajes minoritarios, reflejan una situación preocupante, ya que tanto en medicina general, como en atención especializada, urgencias u hospitalizaciones, los consultados en este informe, reconocen “haber sido atendidos peor por razones de edad”. 

Atención telefónica personas mayores.

Cuadro 1: ¿Utilizarían los mayores la videoconsulta?

Una de las preguntas a las que han tenido que contestar las personas mayores participantes en este estudio se refiere a si utilizaría o no la videoconsulta en el caso de que, por ejemplo, su centro de salud le ofreciera esa posibilidad.

La respuesta mayoritaria a esta hipótesis es negativa. El 62,6 % de las personas mayores contestaron que no la utilizarían, aunque es cierto que un 32,7 % de ellos se ha mostrado favorable al uso de la videoconsulta para contactar con su médico de cabecera.

Los que contestaron que no, alegan en algunos casos (23 %) que no pueden utilizarla. Una imposibilidad que aumenta entre las mujeres que tienen 80 años o más, entre quienes tienen estudios primarios y entre quienes residen en pueblos grandes.

Lista de espera.

Cuadro 2: Tiempo de espera para ser atendidos

Cuando una persona mayor acude a consulta, y según los datos que se desprenden de este informe, casi la mitad de ellos (46 %) asegura que tiene que esperar entre 15 y 30 minutos para ser atendido por el médico. El porcentaje de quienes tienen que esperar más de una hora es mayor entre las mujeres de entre 65 y 74 años (6,8 %).

Cuadro 3: Satisfacción con la atención telefónica recibida

Los consultados aseguran mayoritariamente (85 %) están satisfechos con la atención que han recibido telefónicamente. Solo un 6,2 % mostraron una satisfacción moderada y un 8,1 % se mostraron insatisfechos.

Entre quienes no se mostraron satisfechos con la atención telefónica recibida, la principal queja es que “no puede explicarse con el médico”, seguida de “porque entiende peor las indicaciones del médico”. Además de otros argumentos como que “tardan en llamar” y porque “no le parece apropiado”.

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