Animales en las residencias de mayores: un vínculo terapéutico.

Animales en las residencias: un vínculo terapéutico

Los beneficios de la terapia asistida con perros en personas mayores son ampliamente conocidos y constatados. Por eso, este tipo de actividad cada vez se está implantado más en las residencias de mayores. En Castilla-La Mancha, la Asociación Gudcan lleva más de ocho años trabajando en esta línea, junto con la Consejería de Bienestar Social, para incidir de manera positiva en la parte social, afectiva y emocional de las personas mayores institucionalizadas. Entre las principales virtudes que consigue su metodología está favorecer la participación de los mayores, afianzar su autoestima y psicomotricidad, y mejorar la implicación de usuarios y profesionales.

Luis Huerta, director de la Asociación Gudcan, considera que las personas mayores tienen necesidades especiales que los animales ayudan a cubrir. “Entre las más importantes encontramos ser atendidos, escuchados, hablar y tocar”, asegura. 

Según Huerta, la necesidad por tener contacto con la naturaleza y los animales es inherente al ser humano. Y, en concreto, “entre los animales y las personas se crea un vínculo muy potente, que nos permite llegar mucho mejor a ellos en el plano afectivo y social”, sostiene. 

Este descubrimiento, las investigaciones que llevó a cabo en esta área y la vocación que siente hacia el trabajo con personas mayores y la necesidad que presentan cuando están institucionalizadas, fue lo que impulsó a Luis Huertas a desarrollar la terapia asistida con perros en personas mayores. 

El objetivo de este programa es trasladar los beneficios que aportan los animales a los distintos entornos terapéuticos y ponerlos al alcance de todos los seres humanos, sin importar edad, condición o aspecto. 

Hace ya ocho años que Gudcan comenzó su andadura en residencias de mayores privadas y en ese mismo año, iniciaron junto a la Consejería de Bienestar Social de Castilla-La Mancha un innovador programa de terapia asistida con perros en residencias de mayores públicas. “Fue una apuesta firme por introducir calidez y sensación de hogar en estos recursos”, reconoce Huertas. 

Actualmente, esta terapia se emplea en residencias y viviendas de mayores y se trabaja con personas con todo tipo de necesidades: alzhéimer, párkinson, cuerpos de Lewy, sentimiento acusado de soledad, falta de interacción y habilidades sociales, incapacidad de crear red de apoyo, etc.

La terapia asistida con perros resulta eficaz siempre que la persona mayor disfrute con la presencia de un perro y que no sean alérgicos. Lo importante es que el equipo técnico de la residencia o vivienda de mayores definir correctamente los objetivos. 

En qué consisten la terapia

La terapia asistida con perros se trata de un recurso complementario a la labor que desarrollan los equipos profesionales en las residencias y viviendas de mayores. “Se convierte en un engranaje de ayuda más”, afirma Luis Huerta.

Los beneficios que se buscan son múltiples y diferentes, en función de la persona: mejorar la salud, mantener responsabilidades (les obliga a sacarlos a pasear, darles de comer, asearles), disminuir el sentimiento de soledad, mejorar la autoestima, facilitar la relación con otras personas y favorece el mantenimiento de la actividad física.

El equipo profesional que aplica estas terapias está formado por psicólogos, principalmente, y terapeutas ocupacionales, que a su vez están capacitados como técnicos en intervenciones asistidas con perros. “Somos personas que realizan este trabajo por vocación, no lo entendemos de otra manera, somos sociables, consideramos que lo afectivo es efectivo”, comenta el director de Gudcan. 

En cuanto a los perros, son coterapeutas y deben responder a ciertas competencias:  deben ser sociables y disfrutar del contacto con las personas, tener potencial de adiestramiento, ser predecibles en su comportamiento, ser equilibrados emocionalmente y presentar buena salud, entre otras.

Para llevar a cabo esta terapia de la forma más eficaz posible es crucial que los terapeutas conozcan a los perros para saber sus potencialidades, debilidades, miedos, motivaciones, y a las personas mayores con las que van a trabajar. Por eso en las primeras sesiones, dedican una gran parte del tiempo a explorar y conocer sus gustos, intereses, experiencias y vivencias. Así lo constata Luis Huerta: “La clave para que el perro desarrolle un buen papel dependerá de que seamos capaces de adaptar el diseño de la sesión a varios factores: el contexto de trabajo, la experiencia del perro, sus capacidades, las características de los usuarios donde trabajamos, el material que disponemos, nuestra propia experiencia y formación, recursos materiales y humanos de apoyo con los que contaremos y un largo etcétera”.

Además, se debe tratar de incluir en las terapias a familiares o profesionales de referencia. El sistema de trabajo de Gudcan se asienta sobre el modelo de terapia residencial sistémica, que entiende que lo que le pase al usuario depende de múltiples factores, causas, contextos y personas que le rodean, principalmente de aquellas que son importantes para ellos o ellas. “Si ponemos énfasis sólo en el usuario o usuaria, estaremos abordando la problemática de manera muy parcial y daremos por hecho que el problema nace y termina en el usuario, y no es así”.

“Para llevar a cabo esta terapia de la forma más eficaz posible es crucial que los terapeutas conozcan a los perros (potencialidades, debilidades, miedos, motivaciones…) y a las personas mayores con las que van a trabajar”

Relación con el animal durante la terapia

Durante este proceso, el perro de apoyo se sitúa cerca de las personas mayores para que lo acaricien. También pueden ponerlo encima de la mesa tumbado para que visualmente lo tenga a la altura de sus ojos o sobre sus regazos, según se sientan más cómodos. “Esto les hace sentir más seguros y se crea un ambiente mucho más cálido, de confianza”, constata Luis Huerta.

Existen evidencias científicas de que, en esos momentos, el estar acariciando al perro supone una bajada de la presión arterial o el nivel de estrés y ansiedad. Y estos beneficios se multiplican en personas que viven en instituciones, donde han podido tener una desvinculación abrupta, al pasar de su hogar a la residencia. “Poder tener de nuevo un perro en sus vidas supone para ellos una sensación indescriptible”, resalta el director de Gudcan.

La terapia asistida con perros se puede realizar tanto de manera individual como grupal, depende los objetivos que se proponga. Cuando se hace grupal “buscamos fortalecer el vínculo entre los diferentes miembros del grupo, con el fin de que se creen lazos afectivos que les permita ser grupo de apoyo entre sí, para hablar de sus problemas, inquietudes, novedades, alegrías o simplemente para compartir un paseo o un rato de juego”, apunta Luis Huerta. 

Cuando la persona es autónoma, la terapia es más activa y se centra en ampliar la red de apoyo, realizando actividades fuera del centro. Pasear al perro es la excusa perfecta para salir de la vivienda de mayores o de la residencia y relacionarse con los vecinos de la zona. Les produce una gran satisfacción cuidar de él, y el animal les devuelva todo este cuidado con cariño incondicional. 

En Gudcan suelen trabajar en sesiones de 50 minutos, aunque a veces concentran dos o tres sesiones para poder realizar una actividad en la comunidad con calma y calidad en su desarrollo. 

Normalmente los proyectos por cada grupo se plantean para un año, aunque hay usuarios que llevan con la asociación años, ya que el vínculo que se crea con los perros es muy fuerte y la presencia de estos en sus vidas es ya indispensable.

Beneficios de la terapia

Gudcan regustra la evolución de cada grupo y cada persona, a través de registros cualitativos y cuantitativos, algunos de los beneficios que observan, según Luis Huerta, son los siguientes: 

– Los usuarios adquieren herramientas para expresar sus emociones.

– Hemos podido acompañar en los sentimientos de los usuarios que han perdido familiares y/o compañeros en el transcurso de la ejecución del proyecto, ayudándoles a gestionar el proceso de duelo.

– Facilitamos el diálogo entre ellos, por lo que mejoran en sus pautas relacionales y a la hora de crear vínculos con personas que viven en el mismo recurso. 

– Creamos conexiones entre los recursos disponibles en el pueblo y entre generaciones (con alumnos del colegio del pueblo o de ludoteca), las actividades intergeneracionales que realizamos son una pasada y de gran valor tanto para niños como para adultos.

– Se potencia la memoria mediante el canto, rutinas de cuidado del perro, etc.  

– Son capaces de mantener la atención durante las explicaciones de la actividad, el trabajo y los comentarios de los compañeros.

– Se crea apertura de canales emocionales en un espacio libre de juicios.

– Es una terapia inhibidora del dolor, ya que el foco de su atención ya no está en la dolencia sino en la tarea que tienen que realizar con el perro o en el cuidado que deben prestar al perro, cepillarlo, masajearlo o alimentarlo.

“Buscamos fortalecer el vínculo entre los diferentes miembros del grupo, con el fin de que se creen lazos afectivos y puedan hablar de sus problemas, inquietudes, novedades, alegrías”

Con perspectiva de futuro

Es un programa al que le espera un largo recorrido, ya que las evidencias científicas sobre sus beneficios en envejecimiento activo y saludable son incuestionables. No obstante, Luis Huertas recomienda se realice una implantación controlada y progresiva de estos programas, “buscando siempre una alta cualificación de los equipos técnicos que los desarrollen. También que tengan el foco en todo momento en el bienestar del perro, no sólo durante las sesiones, sino en el pre y en el post”.

Gudcan y la Consejería de Bienestar Social de Castilla-La Mancha quieren seguir avanzando en este tipo de terapias que mejoran el bienestar y calidad de vida de las personas mayores. Por eso, desde la asociación, no dejan de formarse año tras año y seguir explorando diferentes modelos de trabajo, que den respuesta a la constante evolución de las necesidades que tienen las personas mayores actuales y las venideras. 

La expansión de esta terapia está siendo muy gradual. Desde sus inicios en 2015, han pasado de atender residencias de mayores públicas y privadas de una provincia, a estar presentes en las cinco provincias de Castilla-La Mancha. Recientemente han iniciado su andadura en la Comunidad de Madrid, donde están teniendo una gran acogida por parte de varios grupos empresariales de residencias de mayores.

Más info@gudservices.com o 680.571.491

Éxito del programa Terapia Asistida con Perros para personas mayores de Gudcan

El programa Terapia Asistida con Perros para personas mayores de Gudcan se ha ido consolidando año tras año. Hoy en día atienden a más 400 personas. “Han sido los propios profesionales los que, tras experimentar y observar desde la cercanía nuestra metodología de trabajo y sus resultados, los que nos han recomendado a otras instituciones”, explica su director Luis Huerta. 

Algunos de los reconocimientos tangibles que han recibido son: 

-Premio a la Innovación Metodológica, por Matia Fundazioa, Fundación ONCE y Fundación Pilares. 2018. 

-Galardón a la Iniciativa Social en la categoría de Dependencia por el Gobierno de Castilla-La Mancha 2019. 

-Premio al emprendimiento social por el Colegio Oficial de Trabajo Social y la Facultad de trabajo social de UCLM 2019. 

-Galardón a Nueva Creación Empresarial, por AJE (asociación de jóvenes empresarios) 2019. 

-Miembros de la Red Buenas Prácticas de la Fundación Pilares. Desde 2018 hasta la actualidad. 

Programa incluido en las subvenciones con cargo al IRPF

Gudcan es uno de los proyectos subvencionados por el Gobierno de Castilla-La Mancha con cargo al IRPF. Para la asociación esto supone el reconocimiento a un modelo de trabajo serio y comprometido con la mejora continua, a través de la formación y la investigación.

“Estar en los presupuestos del IRPF, es una apuesta clara por parte de la Administración regional por programas de una alta calidad técnica y un fuerte compromiso con las personas mayores, por dotarlas de programas sensibles a su desarrollo evolutivo y sus necesidades, que conecta con ellas desde lo que más necesitamos las personas, que no es otra cosa que escucha, amor, comprensión e incondicionalidad”, subraya Luis Huerta, director de Gudcan. 

Para este profesional, trabajar de manera coordinada como se está haciendo con la dirección general, direcciones provinciales, jefaturas de servicio, equipos técnicos de la Consejería de Bienestar Social de Castilla-La Mancha y la sección de mayores en general, supone dar vida a los años de miles de personas de nuestra región. 

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