Ángeles García Antón
Premio Eulen-SENDA. Aunque ya está jubilada continúa con su actividad formativa dentro de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología
Así entiende el liderazgo la trabajadora social y psicóloga, Ángeles García Antón, quien el pasado 3 de noviembre recibió el Premio Eulen-SENDA al liderazgo de las personas mayores. Un galardón que reconoce sus más de 50 años dedicados al cuidado de las personas mayores, pionera en muchos aspectos en el campo de la geriatría y convencida de la necesidad de la formación de los cuidadores familiares. De hecho, aunque ya está jubilada continúa con su actividad formativa dentro de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología, reivindicando la necesidad de respetar en todo momento la dignidad y los deseos de las personas mayores que necesitan cuidados.
¿Qué supone para usted recibir este premio?
No me lo podía creer. Ha sido una gran ilusión. Después de 50 años como profesional de trabajo social, aunque soy psicólogo también, siempre convencida de lo que hago y siempre trabajando con personas mayores en el mundo de la geriatría y gerontología. Este premio, que tanta ilusión me ha hecho, es una manera de respaldarte, de decirte no lo has hecho tan mal. Y fíjate tú, hablo de esto y me pongo todavía nerviosa porque la verdad es que fue una ilusión impactante
¿Qué es hoy, para usted, ser un líder?
Ser un líder es marcar las pautas, pero no puedes ser líder si vas por la vida solo. Yo creo que el líder tiene que ser capaz de transmitir sus motivaciones, sus objetivos, sus proyectos a un equipo, hacer que participen todos y en donde ese es el primero que sirve al equipo. El líder ayuda a marcar objetivos, que tiene que ser uno más en el equipo. Esto lo he aprendido en el campo de la geriatría, tanto en la SEGG como en el Hospital de Cruz Roja. Todos éramos uno más, todos éramos un todo. Cada uno aportábamos nuestra visión y lo compartíamos, y desde ahí se marcaba unas líneas de actuación. En un equipo todos tienen su valor y todos tienen que tener el mismo valor, porque si no, no es un equipo.
¿Se enfatiza ese papel de liderazgo cuando hablamos de un trabajo que repercute directamente en la vida de los demás?
Efectivamente. Por eso tienes que ser más más servidor que líder. Si no eres servidor no podrás ser nunca líder, porque si no sirves no entras dentro de la gente mayor. Yo siempre digo que tengo que agradecer mucho a todas las personas mayores que han pasado por mi vida, que han creído tanto en mí, en mis indicaciones, en mis sugerencias, porque ellos me han hecho crecer no solo como persona. Yo estaba con 20 años hablando con esa persona mayor, sino también me han hecho crecer como profesional las dos cosas. Entonces ese respeto a esa dignidad, esa manera de intentar ayudarles, sí, pero siempre en mi perspectiva ha sido no hacer daño, cuidar el respeto, cuidar el valor de los detalles, la empatía, el acompañamiento, el ponerse en el lugar del otro. Si realmente quieres ayudarle, orientarle o sugerirle que nunca decidir por el otro. El respeto al otro es tan importante. Tú tienes que dejar que el otro sea capaz de asumir y de entender, de elaborar lo que tú le estás indicando como recurso o como posibilidades, como algo que pueda mejorar la vida. Y en este, mejorar la vida como tú muy bien sabes. Ahora mismo estamos inmersos en ese curso para cuidadores familiares que cuidan a las personas mayores.
Ángeles vayamos a los inicios de estos 50 años de profesión porque fue pionera en muchos aspectos. Por ejemplo, fundando la Unidad de Trabajo Social del Servicio de Geriatría del Hospital Central de Cruz Roja en 1970. ¿Cómo recuerda aquello?
Sí, fue en 1970 y fue algo muy novedoso, porque en ese momento en España todavía no estaban constituidos los servicios de geriatría. Hablar de geriatría y gerontología era como hablar otro idioma. Pero tuve la gran suerte de caer en el Hospital Central de Cruz Roja, dentro de un servicio de geriatría con médicos jóvenes con una gran vocación, y me aceptaron. Creyeron en mí y me permitieron hacer y diseñar una serie de programas que lógicamente han sido un poco los pilares de lo que tenemos ahora. Nosotros, desde el Hospital de Cruz Roja, marcamos un poco las bases de por dónde debería de ir la Geriatría en España. Pusimos de relieve la necesidad de esa dedicación específica a las personas mayores, de la especialidad. En aquellos momentos estaba un poco todo por hacer, lo que nos permitió cargar unas mochilas de entusiasmo y de ilusión y decir vamos a intentar dar lo mejor que tenemos cada uno de nosotros.
Aquello pasó en 1970 y las cosas han cambiado mucho desde entonces, pero ¿cuál es el reto más importante al que ha de hacer frente hoy la Geriatría?
Efectivamente, las cosas han cambiado totalmente. Y un gran dinamizador de ese cambio ha sido la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología, una sociedad científica, médica, sin ánimo de lucro que acoge a todos los geriatras y también a otros profesionales. La geriatría no se entendería si no fuéramos equipos multidisciplinares. La persona mayor no se la puede ver solamente desde el punto de vista de salud, es también esa serie de aspectos que son muy importantes en su vida para poder cumplir su objetivo de vida, su proyecto de vida, poder tener la mejor calidad de vida. Ahora mismo, en todas las universidades se habla de Geriatría, y no solamente en las facultades de Medicina, sino también en las facultades de Trabajo social, de Enfermería, de Terapia ocupacional, de Fisioterapia. En el Servicio de Geriatría hemos tenido el gran premio este año de que por fin Andalucía se ha reconocido la especialidad de Geriatría en esa comunidad autónoma, con lo cual puede ser también muy importante, de manera que en todo el país todos seamos conscientes de que efectivamente la etapa de la vejez, la etapa final de la vida es la que tenemos que cuidar, es a la que le tenemos que dotar de todos los apoyos que necesitan para poder vivir plenamente esa etapa y que si la salud no nos falla y podemos trampear más o menos, poder disfrutar exactamente igual que en otros momentos de la vida con otros proyectos.
La geriatría no se entendería si no fuéramos equipos multidisciplinares
¿Cómo ha cambiado en estos años el Trabajo Social?
También ha cambiado mucho. Antes éramos un poco como la beneficencia, pero ahora mismo, afortunadamente, yo creo que nos respetan mucho como profesionales. Hoy somos ese acompañante que respeta la dignidad que tiene la persona mayor, le acompaña y le motiva a ser competentes para manejar sus propias soluciones en la vida. No solamente somos la persona que le gestionamos un recurso social, somos esa persona que escucha activamente, la que puede entender sus carencias, sus necesidades percibidas y también las no percibidas que podemos ayudarles a descubrir. Es un es un trabajo, es una intervención de respeto, por supuesto, en donde las decisiones las toman las personas mayores. Mira, cada día se habla más de empoderamiento, y el empoderamiento es algo tan sencillo como darle la posibilidad al otro de que decida por sí mismo, que nos comunique lo que quiere. Y para eso los profesionales debemos trabajar en modelos en los que valoremos a la persona mayor, pero también trabajemos su entorno, sus deseos y que estos deseos constituyan el eje central de nuestra intervención. Eso es realmente lo importante, no solamente ya en el en el perfil de trabajador social sino también en el resto de los profesionales que están dentro de la gerontología.
Parte de tu actividad actual se centra en los cursos de formación para cuidadores. ¿Qué objetivos tienen los cursos online de la SEGG y cuáles son las materias que incluyen?
La Sociedad Española de Geriatría y Gerontología, como sociedad científica médica, está comprometida con la formación continuada de los profesionales sociosanitarios que velan por la mejora de la calidad de vida de las personas mayores. Estos objetivos formativos no solo están dirigidos hacia profesionales médicos, también para el conjunto de profesionales que configuran el equipo multidisciplinar en Geriatría, es decir, trabajadores sociales, enfermeras, psicólogos, trabajadores ocupacionales, etc. En este último año, ha puesto en marcha una nueva Plataforma de Formación, cuyo fin es unificar toda la información, que se realiza sobre los cursos formativos, congresos, encuentros científicos, para poder proporcionar una mayor accesibilidad y agilidad en el acceso a los mismos.
Hoy somos ese acompañante que respeta la dignidad que tiene la persona mayor, le acompaña y le motiva a ser competentes para manejar sus propias soluciones en la vida
Esta Plataforma, situada en la web, permite acceder a cursos o actividades formativas, no solo a socios de o profesionales, sino a la ciudadanía, en temas de su interés. Por ejemplo, se puede acceder a cursos como el Curso on-line gratuito para Cuidadores de Personas Mayores en situación de dependencia, vigente hasta el 31 de diciembre de 2023, o el Curso on-line Vacsenior, vigente hasta el marzo de 2024, con el objetivo de conocer las medidas y recomendaciones de actuación preventivas para contribuir al bienestar de las personas mayores mediante la implementación de buenas prácticas de vacunación.
El contenido o las materias de las formaciones programadas están enfocados, hacia la Geriatría y hacia la Gerontología. Desde el punto de vista de la Geriatría, la necesidad de la formación en todo lo referente a la salud, prevención y calidad de vida de las personas mayores. La salud, no percibida solo como una cuestión de cantidad, sino también de calidad. Desde la Gerontología, profundizar en todos los aspectos sociales, psíquicos, etc., que pueden contribuir a dar o mejorar la calidad de vida a las personas mayores.
El empoderamiento es algo tan sencillo como darle la posibilidad al otro de que decida por sí mismo
Los cursos dirigidos a profesionales de Trabajo Social, ¿en qué se centran?
No se puede olvidar que la SEGG ha sido la primera Sociedad Científica Médica que abrió sus puertas a los profesionales no médicos. En 1970 dio apertura y acceso a los profesionales de Trabajo Social, incluyéndolos como socios, y dándoles sitio en su Junta Directiva. Desde ese momento el Grupo de socios de Trabajo Social han podido no solo beneficiarse de la formación sugerida o programada por la Sociedad, sino también, proponer el tipo de formación que pudiera aportar una mayor especialización y capacitación en su perfil profesional, para su actividad laboral con las personas mayores.
Desde hace años, el Grupo de trabajadores sociales ha venido programando y desarrollando formación abierta a estos profesionales, de otras instituciones, no solo de España sino también de Latinoamérica. En los últimos tres años, todos los noviembres se programan Cursos de Intervención Social, con temas de gran interés, buscando no solo la formación sino también propiciando encuentros de reflexión y de análisis y explorando estrategias para garantizar e incrementar la calidad de vida y de cuidados a las personas mayores en situación de fragilidad o dependencia.
Como dato, los últimos temas tratados han estado La ética en intervención social con personas mayores; La intervención social ante el reto de las personas mayores de vivir mejor en casa; y El compromiso de la Intervención del Trabajo Social en la mejora de la calidad de vida de las personas mayores.
¿Y los dirigidos a los cuidadores familiares?
La SEGG, consciente de la importancia de la formación de los cuidadores familiares, desde hace más de 10 años ha venido desarrollando de manera continuada cursos on-line gratuitos para cuidadores familiares de personas mayores en situación de dependencia. A lo largo de este año, se ha facilitado la novena edición de este Curso on-line gratuito para Cuidadores Familiares. Estos cursos nacen tras las reflexiones de un grupo de profesionales especializados de la SEGG, ante la importancia del cuidado, la dificultad de la tarea de cuidar y la necesidad de información y formación que demandan los cuidadores. El objetivo es facilitar una herramienta formativa y práctica, que ayude a los cuidadores, a proporcionar, los cuidados básicos a la persona mayor, garantizando la calidad y continuidad de los cuidados, ofreciendo conocimientos y habilidades, reforzar la autoestima y dando seguridad al cuidador, a la hora de proporcionar los cuidados con lenguaje sencillo, pero desde la evidencia científica. Estos cursos están dotados de una certificación de excelencia docente.
¿Por qué es necesario formarse para cuidar?
Cuidar supone proporcionar ayuda que puede ir destinada a cubrir las necesidades fundamentales para garantizar la seguridad y el bienestar físico, pero también otras como las afectivas, económicas, materiales… Atender estas necesidades requiere tiempo, a veces esfuerzo físico, y en determinados momentos conocimientos específicos de los que no disponen los cuidadores, por lo que pueden aparecer sentimientos de tristeza, frustración, sobrecarga y claudicación, y a la vez, pueden causar importantes preocupaciones, ansiedad y estrés ante la responsabilidad de sentir, en muchas ocasiones, no estar seguros de contar con el conocimiento suficiente sobre cómo desarrollar estos cuidados.
Cuidar es una tarea para la que normalmente no nos hemos preparado “no nos hemos entrenado”, y que acontece o se presenta sin haberlo previsto, en algunos casos de un modo abrupto, inmediato, “de un día para otro”. Por ello es necesario formarse y aprender habilidades. Una formación que proporcione información sobre los cuidados y que permita a las personas cuidadoras afrontar la percepción de sobrecarga por el cuidado, reforzando la autoestima, favoreciendo la seguridad de sus actuaciones con conocimientos técnicos a su disposición, para afrontar los cuidados y saber manejar los sentimientos y las emociones, sobre todo en situaciones de cuidado prolongado, y tomar conciencia de la necesidad de cuidarse para poder cuidar. No podemos olvidar que los cuidadores son los grandes artífices que permiten que las personas mayores puedan continuar viviendo donde quieren vivir: en su casa o en el entorno familiar.
¿Por qué es necesario seguir hablando de cuidados?
El deseo de las personas mayores de vivir en sus casas, hasta el final de sus vidas, se ha convertido en un reto, no solo para ellos, sino también para los profesionales. Esta nueva forma de vivir el envejecimiento lleva a afrontar desafíos y tomar una gran responsabilidad por parte de las personas mayores. Hacer posible el envejecimiento en casa es aceptar la responsabilidad del propio cuidado, por parte de la persona mayor y por parte de los profesionales, saber valorar de la forma más objetiva posible, con antelación, y con la persona mayor, las necesidades percibidas y en qué tareas puede ser importante la colaboración del entorno. Esto le permitirá seguir viviendo en casa, mantener sus rutinas, su libertad e intimidad, sus sentimientos de identidad y continuidad en su proyecto de vida. Los cuidados y los servicios de apoyo serán uno de los pilares más importantes para continuar con el deseo de vivir mejor en casa.
Ha sido la ilusión de mi vida poder trabajar como trabajador social y además poder trabajar con personas mayores
Ángeles, ¿tiene algún sueño por cumplir todavía?
La ilusión de mi vida ha sido ser útil. Servir para mí no es solo una palabra. No he sabido hacer otra cosa. Me acabo de jubilar en Cruz Roja en mi trabajo, pero sigo con mi actividad formativa, dentro de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología, por supuesto de una manera Lo único que le pido a la vida es poder seguir dando a los demás lo que antes me dieron a mí. Seguir ayudando en formación, transmitir lo importante que es la geriatría y, sobre todo, el respeto que nos deben merecer las personas mayores a la hora de trabajar como profesionales.
¿Satisfecha en este momento con lo que ha sido su vida?
Creo que he sido una afortunada. Todos en la vida tenemos reveses, pero yo me quedo con todo lo bueno que me ha dado la vida. Y me ha dado muchas cosas. Primeramente, poderme dedicar a lo que a mí me ha gustado, a mi vocación. Ha sido la ilusión de mi vida poder trabajar como trabajador social y además poder trabajar con personas mayores. Quizás la formación y el trabajar con personas mayores me ha venido un poco en los genes, en la manera de enseñarme mi madre a ir por la vida, en ese respeto a la persona mayor, en esa dedicación; y a mi abuela paterna que fue maestra, a esa necesidad de formarnos, de avanzar, de adquirir conocimientos en el nivel que estemos.
