Problemas de visión y cirugía de cataratas en personas mayores.

Los aspectos más críticos del envejecimiento: la memoria, la movilidad y la visión

A medida que envejecemos hay varios aspectos en términos de salud que nos pueden ir afectando hasta convertirse en críticos. Algunos de ellos podrían ser la pérdida de memoria, movilidad o visión. Estos son los más preocupantes, aunque no es menos cierto que hay muchos más.

De hecho, el 81% de los españoles consideran la visión como uno de los aspectos más críticos del envejecimiento, solo por detrás de la memoria y la movilidad, según datos de la encuesta “Alcon Eye On Cataract”, en la que participaron personas de varios países, con más de 50 años y que se habían sometido a cirugía de cataratas antes y después de recibir el diagnóstico en los últimos cinco años, además de personas mayores de 50 años a las que no se les había diagnosticado cataratas.

Los resultados revelan que, después de la cirugía, el 51% de los pacientes sienten que ven como alguien más joven y el 84% afirma que su calidad de vida ha mejorado. Los encuestados ponen en valor la cirugía por sus resultados, aunque realmente desconocen en qué consiste la operación.

La cirugía de cataratas es, una de las más realizadas en el mundo con cerca de 30 millones de operaciones al año y más de 450.000 en España. Consiste en sustituir el cristalino, la lente natural del ojo que se vuelve opaca al desarrollarse una catarata, por una lente intraocular y pueda corregir la presbicia y/o el astigmatismo al mismo tiempo que se elimina la catarata, reduciendo o eliminando la necesidad de utilizar gafas después de la intervención.

Según el Dr. Javier Mendicute, presidente de la Sociedad Española de Cirugía Ocular Implanto-Refractiva (SECOIR), ”es necesario avanzar en el conocimiento por parte de la población de las posibilidades de rehabilitación visual que ofrece la cirugía de catarata”.

“Hoy, la cirugía de la catarata es una cirugía que puede permitir una rehabilitación visual rápida y que, con los modelos de lentes intraoculares de los que disponemos, es posible ofrecer una buena visión postoperatoria sin gafas tras la cirugía. Existe disponibilidad de lentes tóricas, que corrigen el astigmatismo, de lentes de foco extendido que permiten hacer la mayor parte de las actividades sin gafas y lentes multifocales que, para un gran porcentaje de pacientes, pueden permitir ver sin ningún tipo de corrección en gafas. Y la visita preoperatoria es clave: el paciente debe conocer las opciones existentes en lentes intraoculares y el oftalmólogo debe informarle sobre cuáles de todas ellas pueden cumplir sus expectativas en su caso concreto: la personalización en la selección de lente intraocular es la clave”, añade.

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