La Fundación Edad&Vida, por las necesidades de las personas mayores.

Se inaugura el IX Congreso Internacional Dependencia y Calidad de Vida organizado por la Fundación Edad&VIda

La Fundación Edad&Vida ha celebrado este lunes la primera jornada -el día 7 será la segunda- de la novena edición de su congreso científico-profesional bienal, que se está celebrando tanto de forma presencial en el Auditorio AXA de Barcelona como de forma virtual. En esta ocasión el congreso ha querido poner el foco en la necesidad de la integración de los servicios sociosanitarios en el marco de los cuidados de larga duración, así como en la necesidad de contar con profesionales de los sectores social y sanitario, que trabajen en equipo y de forma integrada, para afrontar con garantías y calidad la comorbilidad que afecta a una mayoría de las personas mayores y que repercute en su salud y en el resto de los ámbitos de su vida.

La primera jornada del foro que este año cuenta con el lema “Integración sociosanitaria: un balance de la realidad” se ha iniciado con una inauguración institucional en la que ha dado la bienvenida a los asistentes Joaquim Borrás, presidente de la Fundación Edad&Vida. En esta inauguración han participado Carles Campuzano, conseller de Drets Socials de la Generalitat de Catalunya; Aina Plaza, directora general de Planificación e Investigación en Salud del Departament de Salut de la Generalitat de Catalunya; Filo Cañete, diputada delegada de Cuidados y Ciclo de Vida del Área de Sostenibilidad y Comunidad de la Diputación de Barcelona; y Marta Villanueva, regidora de Salud, Personas con Discapacidad y Estrategia contra la Soledad del Ajuntament de Barcelona.

El presidente de la Fundación Edad&Vida, Joaquim Borrás, ha recordado en esta inauguración la necesidad de atender de forma óptima tanto a las personas mayores como aquellas con dependencia. “Y lo tenemos de que hacer de una forma además sostenible. Para poder dar una respuesta a esta necesidad compleja de la sociedad son necesarios eventos como este en el que reflexionar y debatir sobre el desarrollo de las políticas sociosanitarias”. Borrás ha apuntado además el importante valor del Congreso como un foro en el que todos los actores implicados se dan cita para abordar las cuestiones más candentes relacionadas con estos cuidados.

En su discurso, Carles Campuzano ha resaltado la falta de financiación como uno de los principales obstáculos para lograr unos cuidados de calidad a las personas con dependencia, destacando como a su entender la Ley de Dependencia de 2006, que la regula en nuestro país, ya fue aprobada siendo obsoleta. “Es una ley que no solo no garantiza unos cuidados adecuados, sino que además burocratiza en exceso y no permite ofrecer un cuidado adecuado en el tiempo necesario”.

Necesidad de un cambio en la Ley de Dependencia que la haga más moderna y ágil

El conseller de Drets Socials también ha hecho hincapié en cómo la promesa desde el gobierno central de apoyar de forma igualitaria a las comunidades autónomas en la financiación ha fracasado. “Ahora mismo son las comunidades las que están aportando cerca del 80 % del presupuesto necesario cuando debería haber un equilibrio total”. Campuzano ha insistido en la necesidad de afrontar un cambio en la Ley de Dependencia que la haga más moderna y ágil, siendo un punto clave su financiación, ante el reto que supone el envejecimiento de la generación del baby boom.

Por su parte, Aina Plaza del Departament de Salut también ha apuntado en su intervención como el envejecimiento de la población es una cuestión con un peso cada vez más importante, al suponer también un incremento de las personas con dependencia. “La pandemia de la COVID-19 además nos ha demostrado la necesidad de poner en marcha transformaciones que nos dirijan hacia una atención integrada”. Por su parte, Filo Cañete de la Diputación de Barcelona, también ha recalcado el compromiso de avanzar hacia soluciones innovadoras, que permitan abordar situaciones complejas del ámbito social y sanitario poniendo a la persona en el centro de la atención. “Para ello es fundamental la colaboración, además, entre las diferentes administraciones que permita desarrollar sinergias que garanticen los cuidados y la continuidad asistencial”.

Garantizar la calidad de vida de las personas fue otro de los temas que centró la inauguración y sobre el que ha reflexionado Marta Villanueva del Ajuntament de Barcelona, quien ha señalado como otra de las cuestiones a tener en cuenta es la soledad no deseada. “Desde el Ayuntamiento de Barcelona hemos puesto en marcha una estrategia al detectar esta problemática, enfocada en mejorar precisamente las condiciones vitales de estas personas”.

El cuidado se debe abordar en conjunto como sociedad

Tras esta inauguración el congreso ha comenzado con la sesión inaugural en un formato diálogo, moderado por Josep Maria Via, presidente del Comité del Programa del IX Congreso de Dependencia y Calidad de Vida y asesor de la Fundación Edad&Vida, que ha contado con tres profesionales de reconocido prestigio: Ana Pastor, ex ministra de Sanidad y ex vicepresidenta segunda del Congreso de los Diputados; Bonaventura Clotet, director del IrsiCaixa y presidente de la Fundación de Lucha contras las Infecciones; y Victoria Camps, catedrática emérita y especialista en Bioética. “El cuidado es un tema que no debe ser solo cuestión de los profesionales médicos o sociales, sino que es algo que debemos abordar en conjunto como sociedad y que nos incumbe a todos”, ha destacado al comienzo de la sesión Josep Maria Via.

Todos ellos han aportado valiosas perspectivas en el ámbito de la atención social y sanitaria. Así, Ana Pastor ha compartido su visión sobre la necesidad de integrar la atención social y sanitaria, respaldada por su vasta experiencia en el sector. “Actualmente tenemos estructuras aisladas y tenemos que crear estructuras intermedias que faciliten una mayor coordinación entre el ámbito sanitario y el social”, ha apuntado Pastor, quien también ha destacado la falta de financiación de la red de atención social y la necesidad de mejorarla, pasando ello por aumentar los profesionales que ahora existen y replanteándose las estructuras actuales de forma que respondan mejor a las necesidades del momento. “Los avances médicos han permitido que las estancias en Hospitales de Agudos sean cada vez menores. Quizás sea el momento de pensar si estos centros no cumplirían una función más importante como Hospitales de Atención Intermedia, de los cuales ahora carecemos”.

Bonaventura Clotet se centró en el impacto de la investigación médica en el aumento de la esperanza de vida y la reducción de la morbilidad, especialmente en el contexto de enfermedades infecciosas como la COVID. “Tenemos que centrar nuestros esfuerzos no en vivir eternamente, sino en vivir más años con más calidad y aquí toda la investigación que hemos hecho en los últimos 30 años con el SIDA nos está siendo de un gran valor”.

Reconocimiento y formación para quienes cuidan

Clotet ha explicado en su intervención como la investigación llevada a cabo para entender como esta enfermedad destruía el sistema inmune ha servido para comprender mejor su función y entender cómo afecta al envejecimiento una situación de inflamación constante, además de señalar como también en los últimos años está teniendo una relevancia mayor la comprensión de la interactuación en todos estos procesos del microbioma. “La investigación redunda en una mejora de la calidad de vida. Pero para ello es también muy importante poder pagar mejor a quienes están haciendo esta investigación”.

Por último, Victoria Camps ha aportado una perspectiva ética crucial sobre el cuidado, instando a políticos, administraciones, empresas y ciudadanos a comprometerse con el cuidado en general y, en particular, con las personas mayores con dependencia y polimorbilidad. “Cuidar debe convertirse en un derecho universal, pero también tiene que ser un deber. Las familias son el primer término en estos cuidados, pero no siempre alcanzan y debe ser la sociedad en conjunto la que deba asumir estos cuidados”. Así, Camps ha explicado como la obligación de cuidar debe ser compartida por familia, el mercado, el estado y la comunidad. “También es necesario que hagamos un reconocimiento de la persona que cuida, profesionalizando este cuidado y, por tanto, con una formación adecuada, entendiendo que cada persona tiene un bagaje que la hace única y que es necesario tener en cuenta a la hora de ofrecerle servicios”.

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