La soledad y el edadismo se intensifica en las mujeres mayores.
La soledad y el edadismo se intensifica en las mujeres mayores.

La soledad y el edadismo se intensifican en las mujeres mayores

Tener 65 o más años parece ser un factor de riesgo ineludible para sufrir soledad y para convertirse en objeto de actitudes edadistas, como se desprende del informe Mujeres mayores: el impacto del machismo y el edadismo en su vida y sus derechos humanos, elaborado por Healp Age International España.

La edad es un factor de riesgo para sufrir situaciones de soledad no deseada y discriminación por razón de edad. Una discriminación que se produce en mayor medida entre las mujeres al superar los 65 años de edad. La incidencia de la soledad, que tanto afecta a las personas mayores, se agrava entre las mujeres debido a varios factores como son su mayor esperanza de vida o el mayor índice de viudez (sobre todo a partir de los 77 años).

Como asegura la Organización Mundial de la Salud, las actitudes edadistas tienen un impacto importante y negativo sobre la calidad de vida de quien las sufre. Estas ideas y creencias provocan que el envejecimiento se perciba como algo negativo, algo de lo que hay que huir o rechazar, algo contra lo que hay que luchar. En el caso de las mujeres mayores, la vejez se percibe con unas connotaciones aún más negativas, ya que se priva a las mujeres mayores de aspectos como la belleza y la juventud.

Eliminar la brecha salarial, reconocer su contribución al sostén de la familia, intensificar los esfuerzos en reconocer situaciones de acoso y de abuso, son algunas de las reclamaciones que siguen estando vigente cuando hablamos de mujeres mayores. Circunstancias por las que, aún hoy, es necesario darle una mayor visibilidad a las necesidades de la mujer mayor.

Esperanza de vida mayor, pero menos saludable

En nuestro país se contabilizan unos cinco millones de mujeres mayores de 65 años, una cifra que supone aproximadamente el 10 % de la población total del país. Además, debido al incremento de la esperanza de vida (mayor también en ellas), muchos expertos hablan ya de una clara feminización del envejecimiento.

Las mujeres superan en esperanza de vida a los hombres: entre las personas mayores de 65 años, las mujeres tienen una esperanza de vida de 23,5 años sobre los 19,4 años contabilizados para los hombres, según los datos a conocer por Eurostat (2021). Sin embargo, su esperanza de vida saludable es levemente menor: 10,3 frente a 10,7 años. Si se mide el porcentaje de tiempo que se vive en buena salud a partir de los 65 años, el contraste entre hombres y mujeres es más patente: para los varones el 55,7% del tiempo restante por vivir lo es en buenas condiciones, mientras que se reduce al 43,8% en el caso de las mujeres.

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