ILUNION lleva la filosofía de los centros de día más allá con el objetivo de convertir estos recursos en centros de vida. Su enfoque consiste en trabajar en estrecha colaboración con las Administraciones para llenar de vitalidad los lugares que gestionan. En estos centros, las personas mayores participan activamente en la sociedad, fomentando su autoestima, envejecimiento activo y autonomía. Además, ILUNION da voz a los usuarios y sus familias a través de comités éticos, reconociendo que su opinión es fundamental cuando se trata del bienestar de las personas mayores.
Nos cuentan que fue una familiar de una usuaria la que les dijo que no se trataba de un centro de día, sino de un centro de vida el lugar al que cada día acudía su madre… y es que “trabajamos de forma coordinada con las diferentes Administraciones para llenar de vida los centros de día que gestionamos”, aseguran desde la entidad, que gestiona un total de 10 centros de día en Castilla-La Mancha y tres en la Comunidad de Madrid.
En Madrid capital son dos los centros de día que gestionan: Centro de Día Arganzuela y el Centro de Día José de Villarreal, ambos dependientes del Área de Políticas Sociales, Familia e Igualdad del Ayuntamiento de Madrid. Se trata de dos centros muy diferentes porque las personas mayores que son atendidas en ellos son muy diversas. En el caso de José de Villarreal se atiende a personas con deterioro cognitivo, “lo que no nos frena a la hora de programar actividades que mejoran su calidad de vida”, exponen desde la empresa.
En todos los centros trabajan con un modelo de atención centrado en la persona, teniendo en cuenta sus necesidades físicas, cognitivas y emocionales concretas, pero también sus gustos y preferencias. “Sólo de este modo se puede contribuir dar vida a los años”, explican. Por tanto, desde el primer eslabón de la cadena, como puede ser el transporte al centro hasta el último, el cuidado directo en el centro, están enfocados a ofrecer una mejor calidad de vida y bienestar.
Servicios personalizados
En los centros de día Arganzuela y José de Villarreal, gestionados por ILUNION VidaSénior los usuarios cuentan con rutas de transporte adaptadas y personalizadas, en las que las personas usuarias encuentran siempre caras conocida, ya que el auxiliar de ruta y el conductor son los mismos.
En el caso del Centro José de Villarreal, este tipo de transporte es fundamental, ya que las personas tienen deterioro cognitivo. Además, el servicio resulta de gran ayuda también para los familiares.
En cuanto a los servicios de restauración, estos centros disponen de una nutricionista que adapta los menús para que sean equilibrados y adecuados a las necesidades y tipo de dieta de cada usuario. No obstante, los usuarios participan en la elección del menú en las asambleas mensuales. “En estas reuniones, los usuarios dan sus impresiones sobre lo que más o menos les gusta, y se realizan las modificaciones pertinentes, supervisadas por la nutricionista y la enfermera del centro”, reconocen desde los servicios centrales. También durante las asambleas mensuales hay tiempo para compartir con otros profesionales técnicos del centro (psicólogos, fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales y auxiliares sociosanitarios) el calendario de actividades, comentar cuáles son las actividades que más les gustan y también otras nuevas que puedan plantearse. Las actividades que se proponen se consensúan con las personas usuarias y se ofrecen distintas opciones para que elijan.
Tecnología y terapias y programas enfocados al bienestar
De igual manera que ocurre con el transporte o los menús, también las actividades, los programas y las terapias en estos centros están muy personalizadas. “Contamos con tecnología para realizar terapias y actividades: mascotas robot, gafas de realidad virtual, consolas, tablet, pizarras digitales, etc. Pero también realizamos actividades relacionadas con la sostenibilidad, como es la huerto-terapia o la elaboración de jabones caseros, y disponemos de una sala de estimulación cognitiva Snoezelen”,concretan.
Entre los programas más exitosos están los intergeneracionales, que tienen como objetivo mejorar la interacción y cooperación entre niños y personas mayores. Para ello, alumnos de colegios cercanos vana los centros de día o, al contrario, para realizar actividades conjuntas. Los beneficios de estos programas para mayores y niños son múltiples y están avalados por los expertos. El intercambio de experiencias y conocimiento acerca generaciones y favorece la empatía y mejora las relaciones sociales.
También, en ambos centros, cuentan con cocinas que les permiten llevar a cabo programas como el “1, 2, chef” en José de Villarreal y el “Senior Chef” en Arganzuela. En estos programas los mayores trabajan en diferentes elaboraciones que luego se comparten con los compañeros y los profesionales del centro. La sostenibilidad es otro de los ejes en los que se trabaja en los centros, dotándolos de actividades relacionadas con el reciclaje, el ahorro de energía, etc.
Por otra parte, con frecuencia, se organizan salidas socioculturales para ir al cine, al teatro, a la piscina, museos, visitas a pueblos cercanos, etc. y también se realizan salidas lúdicas para ir a tomar el aperitivo o a tomar un café.
Todo ello fomenta la participación de los mayores en la sociedad, mejorando su autoestima, envejecimiento activo y autonomía.
Ética para la humanización del cuidado
Los centros de día de ILUNION disponen de Comité de Ética Asistencial(CEAIS) en el que participan familiares y usuarios. Se trata de un recurso importante y cada vez más esencial en este modelo en el que se quiere situar a la persona mayor en el centro del cuidado. Ante situaciones complicadas, es necesario contar con voces expertas en cada tema, pero también con los familiares y las personas mayores. Por ello, se forma previamente a los participantes. “Esta experiencia les resulta muy enriquecedora, y están encantados con participar en ello”, aseguran desde ILUNION.
Tanto la opinión de los usuarios como la implicación de las familias en el cuidado son un pilar para conseguir el bienestar de las personas mayores. Por eso, con el fin de que conozcan de primera mano cómo es el día a día en estos centros de día, ILUNION Sociosanitario dispone del programa Ponte en su piel, en el que los familiares de las personas usuarias pasan un día en el centro. Además, las familias también tienen la posibilidad de comer con los usuarios, como si se tratara de un restaurante, lo que muestra su transparencia en la gestión.
Contra la soledad no deseada
En los centros de día ILUNION están comprometidos con el abordaje de la soledad no deseada en las personas mayores. Reconocen que es un problema que afecta a millones de personas en todo el mundo, y creen firmemente que deben asumir responsabilidad social para contribuir a solucionarlo. Por ello, colaboran con Voluntarios por Madrid y con Cruz Roja, entidades que implementan actividades y programas diseñados específicamente para brindar compañía y apoyo emocional a las personas mayores.
Además, han intervenido en el estudio “Soledad No Deseada en Centros de Día”, promovido por la Universidad Complutense de Madrid y el Ayuntamiento de Madrid. De hecho, a raíz de esta participación, han puesto en marcha diferentes programas dirigidos a paliar o evitar ese sentimiento de soledad.
Centro de día centro de vida
También contribuyen a difundir y reflexionar sobre este fenómeno. En este sentido, destaca su participación en el programa de radio Palabras Mayores, que produce Grupo SENDA. En su opinión, “nos permitió hacer una revisión sobre la realidad de la Soledad No Deseada, y fue de lo más enriquecedor para todos los participantes”, aseguran. En el programa, participaron profesionales de los centros de día de Arganzuela y José de Villarreal y dos usuarias y sus familiares explicaron su visión su visión delos cuidados y de estos recursos tan relevantes para la atención de las personas mayores dependientes.
En estos centros, las personas mayores no son meros receptores de cuidados, sino participantes activos en la toma de decisiones que afectan a su día a día. Pueden elegir y manifestar sus deseos y necesidades de manera autónoma, otorgándoles un sentido de empoderamiento y control sobre su propia vida. En ellos, los mayores tienen la oportunidad de desempeñar un papel activo y enriquecedor, donde sus experiencias y sabiduría son valoradas y respetadas.
