El Ministerio de Sanidad ha comunicado oficialmente a las comunidades autónomas la obligatoriedad de las mascarillas en los centros de salud y en los hospitales de toda España. Por el momento, no se incluyen los centros sociosanitarios ni las farmacias, donde es recomendable.
Pasadas las 48 horas que Sanidad dio a las comunidades autónomas para presentar alegaciones a su primera propuesta presentada en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS), la orden ministerial de obligatoriedad de las mascarillas en hospitales y centros de salud entró en vigor el 10 de enero, en todo el territorio nacional.
La ministra de Sanidad, Mónica García lo anunciaba así en rueda de prensa, asegurando que “los datos con los que contamos nos dicen que estamos en un rango de incidencias similares a los que teníamos pre pandemia, en particular en lo que se refiere al virus de la gripe, que ha tenido un ascenso agudo en las últimas semanas y que está presentando tensión en hospitales y en centros de salud en los diferentes sistemas sanitarios. En este contexto, durante los últimos días las comunidades autónomas han empezado a presentar diferentes medidas y, entre ellas, hay un tercio que han comenzado a implementar la obligatoriedad de las mascarillas en los centros sanitarios para proteger a la población más vulnerable y también a nuestros profesionales. La obligación y la responsabilidad de este Ministerio es la de apoyar, coordinar y dar un aval jurídico a todas comunidades autónomas”.
Si bien las residencias y las farmacias formaban parte de la propuesta de Sanidad en un primer momento, éstas han quedado fuera de dicha obligatoriedad. Al igual que en otros espacios sanitarios, como el caso de las clínicas dentales o los centros de fisioterapia, allí serán simplemente recomendables. Así lo propone Sanidad, junto con la intensificación de la vacunación de gripe y COVID-19.
Flexibilidad entre la obligatoriedad y la recomendación
Dicha medida podrá convertirse en “recomendación” cuando una comunidad encadene dos semanas consecutivas de descenso de casos de virus respiratorios. Así lo aseguraba Mónica García, al afirmar que reconocemos también la singularidad y capacidad de adaptarse a sus propios datos epidemológicos de las comunidades autónomas, de ahí que la obligación podrá pasar a ser recomendación en aquellas comunidades que presenten datos de descenso de incidencia acumulada en las dos últimas semanas de infecciones respiratorias agudas, siempre que lo estimen oportuno. De esta manera el Ministerio se hace cargo de esta evolución desigual de la epidemia en las comunidades, a la vez que sigue dando ese aval jurídico necesario a aquellas que necesitan más tiempo para descender esta ola”.
Hasta seis comunidades, Cataluña, Comunidad Valenciana, Murcia, Aragón, Asturias y Canarias ya habían impuesto la vuelta a la obligatoriedad de las mascarillas, por lo que la medida del Ministerio de Sanidad implica que el resto, que abogaban por una recomendación, como en el caso de Navarra, País Vasco, Extremadura o Castilla y León, deben imponer su uso en centros de salud y hospitales.
Medidas incorporadas
Tal y como informó la ministra de Sanidad en su intervención, el nuevo documento que Sanidad ha enviado a las comunidades incorpora varias acciones adicionales. También suprime el punto del primer documento referido a los planes de contingencia, reconociendo su propia existencia en cada una de las comunidades autónomas. “Además de la flexibilidad comentada, hemos incorporado varios elementos al primer documento, como son el de intensificar la comunicación con respecto a las campañas de vacunación o las modificaciones en las recomendaciones de ventilación, recogiendo las aportaciones de todas las comunidades”.
Del mismo modo, Mónica García quiso agradecer la labor de todas las comunidades autónomas, la de todos los departamentos de salud pública y de los técnicos del Ministerio. “También quiero agradecer a la población la responsabilidad y el sentido común que también nos ha trasladado, así como en las sociedades científicas y los profesionales, con respecto a medidas que son de sentido común. Es una medida básica y mínima que aprendimos de la pandemia y es que cuando estamos en unas cifras de ascenso, lo primero que tenemos que hacer es proteger a esas personas más vulnerables y a las que tienen algún tipo de infección que puedan ser contenidas de alguna manera. Y el medio físico más avalado científicamente es la mascarilla”, concluyó.
