“El absentismo merma la capacidad de ser rentables y generar empleo”, sentenció Luis Méndez, director de Asuntos Laborales en la Confederación Empresarial de Madrid-CEOE (CEIM) en el seminario “Desafío del absentismo en el sector de la dependencia”, organizada por la Asociación Madrileña de Atención a la Dependencia (AMADE), y que convocó a más de 20 directivos y responsables de recursos humanos que mostraron su preocupación ante las cifras de absentismo entre los profesionales del ámbito de los cuidados e incertidumbre por no saber cómo responder a esta problemática que azota el sector.
El absentismo en el sector sociosanitario se disparó en 2022, alcanzando un 12%. Actualmente, es el tercer sector con más absentismo tras el de los juegos de azar y el sanitario. “Se trata de una cuestión importante a la que dar voz para saber lo que significa en un sector en el que el 70% del gasto es de recursos humanos”, advirtió la presidenta de AMADE, Pilar Ramos, que destacó la relevancia de espacios de encuentro donde los profesionales puedan conocer, reflexionar y compartir medias y planteamientos para mejorar la situación.
Luis Méndez reconoció que el absentismo es una cuestión nuclear para la Confederación de Empresarios y que están trasladando a la Administración cuestiones básicas relacionadas con esta problemática, como los costes que supone para las empresas y la laxitud que existe para pedir y conceder bajas. “Las bajas deben obedecer a criterios estrictamente médicos, no situaciones y aspectos sociales”, determinó.
Por otra parte, consideró clave que las empresas se conciencien y sean contundentes abordando este tema. Según explicó, resulta fundamental que se cree un clima de satisfacción en el trabajo para favorece el compromiso de los empleados, pero insistió en que las empresas tienen el deber de controlar por qué sus empleados no van a trabajar. “Es sorprendente la cantidad de trabajadores que no van a trabajar y su empresa ni si quiera le pide un justificante. Hay que empezar por ahí”, subrayó el director de Asuntos Laborales de CEIM. En concreto, un estudio de Randstad concluye que más de 1,1 millones de españoles no acuden a diario a su puesto de trabajo, la mayoría con baja médica, pero un 23,2 % ni si quiera justifica su ausencia.
Recursos para atajar las bajas laborales
El absentismo laboral es un diferencial para la rentabilidad de las empresas y tiene conexión con todo lo que interesa como empresa: productividad, calidad, menores costes, imagen y retención del talento. “Nadie quiere trabajar en un sitio donde se te satura de trabajo mientras otro está de baja”, sostuvo Luis Méndez. Por tanto, las compañías deben preocuparse por controlar las bajas, favoreciendo un clima laborar adecuado, promoviendo la prevención de riesgos, adelantándose para que se ocupe la mutua del problema que surja… Las empresas deben ser proactivas y darle la importancia que merece, porque cada vez hay más bajas y de más larga duración, de una media de cuatro meses.
El director de Asuntos Laborales de CEIM expuso varias medidas que pueden tomar las empresas para mejorar las cifras de absentismo:
- Crear comisiones específicas para conocer por qué se produce la baja.
- Otorgar un plus a los trabajadores que no tengan bajas.
- La involucración con la prevención de riesgos es fundamental. Por tanto es aconsejable coordinarse con salud laboral, con el servicio de prevención o con el médico de empresa porque hay una relación directa entre prevención de riesgos laborales y bajas por contingencias comunes.
- Lanzar campañas divulgativas para informar sobre los efectos negativos que supone el absentismo con el objetivo de que las plantilla conozcan qué coste supone para la empresa y que es una carga adicional para los compañeros que sí que van al trabajo.
Acciones desde la CEOE
Por su parte, desde la Confederación de Empresarios, conscientes de que el absentismo es un tema nuclear, están trabajando para conseguir:
- Limitar los complementos por incapacidad temporal por motivos comunes.
- Protección frente a la enfermedad real.
- Coordinar entre el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) y a la Comunidad Autónoma para que exista un compromiso por parte de la Consejería de Sanidad de analizar qué está pasando con las bajas.
- Hacer seguimiento del V Acuerdo de Empleo de la Negociación Colectiva. Desde CEOE, han propuesto al Ministerio de la Seguridad Social que permita a las mutuas (con consentimiento del trabajador) diagnosticar, atender y dar el alta a personas que no han tenido accidentes de trabajo, sino que tienen una enfermedad común, un accidente no laboral, de las 20 dolencias traumatológicas más frecuentes. Se ha observado que cuando estas dolencias son tratadas por la mutua la duración de la baja es de 28 días, cuando es tratada por Sanidad, la duración media es de 63 días, lo que implica un coste para la empresa de 5,6 millones de euros (tardan más en dar cita, hacer pruebas, etc.).
