Muchos son los beneficios que aporta conocer las rutinas y patrones de comportamiento del usuario en tiempo real. “De entrada, ese conocimiento aporta tranquilidad y seguridad, porque nos ayuda a prever situaciones”, indica Galán. Y pone el siguiente ejemplo: “Nos facilita la detección de situaciones de riesgo que permite, a su vez, una rápida intervención por nuestra parte. También nos permite potenciar las habilidades de la persona atendida para brindarle una vida más equilibrada y saludable”.
En este sentido, permite ayudar en la detección temprana de enfermedades y, en el caso de las enfermedades crónicas, tener conocimiento de cómo van a evolucionar, lo que repercute en una mayor y mejor cobertura a la persona atendida, y siempre según sus necesidades. “En última instancia, este conocimiento libera de carga de trabajo tanto a los profesionales como a los familiares y cuidadores de la persona atendida”, apunta.
Galán asegura que, gracias a los sensores que detectan anomalías en los hábitos y rutinas de la persona usuaria, la central de teleasistencia recibe la información inmediatamente, “y podemos actuar antes incluso de que surja la urgencia”.
Servicio que, actualmente DomusVi está llevando a cabo con el Ayuntamiento de Torrejón de Ardoz y la Diputación de Ourense “con notables resultados”.
Aunque la monitorización de hábitos trabaja mediante un algoritmo de aprendizaje, ante cualquier alteración y/o desviación de los hábitos de la persona los sensores lanzan una alerta. “Además, gracias al software de gestión, se lleva a cabo semanalmente un estudio exhaustivo y se elabora un plan de atención individualizado según la situación de la persona usuaria, que incluye llamadas, visitas y la realización de diversos talleres”, explica Galán.
La tecnología da un paso más y la monitorización de la persona usuaria y su entorno permite ofrecer una atención sanitaria. En este sentido, la telemedicina permite el control y seguimiento de las personas usuarias con enfermedades crónicas, mejorando el autoconocimiento de la propia enfermedad por parte de la persona y la reducción de visitas a su centro médico.
“A través de una plataforma, los resultados obtenidos de las biomedidas tomadas pueden ser consultados por los profesionales de teleasistencia y del centro de salud. Además, ante cualquier desviación de los parámetros establecidos a cada persona usuaria, la solución envía una alerta. Eso sí, para que todo esto ocurra, debe haber una buena coordinación sociosanitaria”, concluye la directora Territorial Teleasistencia en DomusVi.
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