Hay determinados registros que pueden alertar de una posible situación de peligro en tiempo real, ya que informa de comportamientos anómalos en la rutina de la persona. Por otro lado, los dispositivos pueden alertar sobre cambios significativos en los patrones de conducta que, por sí solos, no suponen una situación de peligro, pero que pueden alertar de un empeoramiento en su estado general. “El sistema tiene un algoritmo de inteligencia artificial que crea un patrón de rutinas individualizado tras un mes de registro de hábitos de cada usuario, y nos alertará de cuantos cambios encuentre significativos en dicho patrón”, explica Mediavilla.
A través del seguimiento individualizado de los casos monitorizados, el servicio de teleasistencia de Clece puede establecer una relación entre los eventos significativos de la persona usuaria (hospitalización, rotura de cadera, etc.) con cambios relevantes en su patrón de conducta. Esto permite, señala el experto, “estratificar a los usuarios y poder establecer si hay una agrupación de eventos comunes que pueden desencadenar un diagnóstico determinado, o si esa relación se da únicamente en un grupo de riesgo que presenta determinadas características comunes”. De esta manera, cuando detectan en una persona con un perfil determinado unos cambios de rutina que indican un determinado diagnóstico, “podremos implementar medidas de carácter preventivo o intervenir de manera más temprana y minimizar el alcance de futuras afecciones”.
Respecto a la telemedicina, Mediavilla entiende que no debe ser vista como medio que sustituya a la figura del médico, sino un complemento que ayude en la relación médico–paciente. “La posibilidad de que algunos desplazamientos se minimicen y que la atención a los usuarios se realice a través de una videollamada con acceso en tiempo real a los valores aportados por algunos dispositivos de medición (tensiómetro, pulsioxímetro…) de fácil uso por el propio usuario o por familiares o personal del Servicio de Ayuda a Domicilio (SAD), conlleva una menor pérdida de tiempo y de recursos, y favorece un seguimiento más frecuente”, subraya.
En Clece este sistema ya es una realidad, a través de una red permanente con el personal médico de las residencias donde, ante la dificultad de encontrar facultativos en determinadas zonas despobladas, o donde la jornada de estos es menor, “garantizamos una atención telemática por videollamada y acceso a todos los datos médicos desde cualquier otro centro de la red Clece con mayor disponibilidad de personal sanitario”.
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