Dr. Juan Pablo Leiva
Era médico paliativista en el Hospital Santa Marina, Osakidetza, en Bilbao, y presidente de la Sociedad Española de Cuidados Paliativos y la Fundación SECPAL. Escribió este artículo antes de su inesperado fallecimiento, el pasado 11 de octubre.
¿Cuál considerarías que es la mejor forma de describir nuestra etapa actual en el desarrollo de la atención paliativa en España? Antes de responder, te pido considerar una óptica global de nuestra sociedad y buscar una palabra que describa el momento histórico que vivimos, que muchos calificarían como «extraordinario» o «sin precedentes». Actualmente, pensadores e investigadores de referencia debaten si los eventos de nuestro siglo pueden cambiar el sino de nuestra especie en los próximos miles o millones de años. Así, nos proponen un adjetivo que quizás no hayas considerado: «bisagra«. Probablemente no sea el término más elegante, pero describe una idea potencialmente profunda: puede que estemos viviendo el período más influyente de todos los tiempos.
Los argumentos a favor van más allá de la pandemia de coronavirus, los avances tecnológicos y los desenlaces políticos a los que estamos asistiendo. «Dados los descubrimientos científicos y tecnológicos de los últimos dos siglos, el mundo nunca ha cambiado tan rápido. Puede que pronto tengamos mayores poderes para transformar, no solo nuestro entorno, sino a nosotros mismos y a nuestros sucesores».»Vivimos en el momento bisagra de la historia», escribió el filósofo moral Derek Parfit en su libro On What Matters (Acerca de lo que importa).
La Sociedad Española de Cuidados Paliativos (SECPAL), fundada en 1992, es la entidad que aglutina en todo el territorio nacional a profesionales comprometidos con que los cuidados paliativos sean de la mejor calidad y accesibles e inclusivos para todas las personas con necesidades paliativas. Sin embargo, es mucho el camino que queda por recorrer.
Para dar respuesta al sufrimiento humano de las personas con enfermedades avanzadas sin opción a tratamiento curativo, la cualificación y entrenamiento en habilidades específicas es indispensable. La administración tiene la responsabilidad de disponer de programas de formación reglados, y las universidades, la de ofrecer la formación en el pregrado. SECPAL ha declarado diez puntos esenciales para el desarrollo y sostenibilidad de los cuidados paliativos en un decálogo al cual puedes adherirte como individuo u organización.
Las alianzas estratégicas entre sociedades científicas, asociaciones de pacientes, fundaciones y organizaciones sin ánimo de lucro, universidades y centros asistenciales está determinando un momento histórico en los cuidados paliativos que nos inspira y compromete para que, en este momento bisagra, la humanización de la salud y el alivio del sufrimiento relacionado con enfermedades avanzadas sean objetivos prioritarios en los sistemas sanitarios de las comunidades autónomas.
La hipótesis de la «bisagra de la historia» propone que, ahora mismo, estamos en un punto de inflexión.
En nuestra celebración del Día Mundial de Cuidados Paliativos —el pasado 18 de octubre, en Caixaforum Madrid— pudimos escuchar testimonios de pacientes y familiares que han recibido atención de equipos profesionales especializados en cuidados paliativos, conocer el impacto en innovación social que está produciendo el despertar de la atención espiritual en clínica y participar de un debate en el que se puso de manifiesto que, colaborando juntos los profesionales, la comunidad y la administración, podemos contribuir para un mejor presente y futuro de la atención paliativa.
Ésta ha sido parte de nuestra actividad en este mes de los cuidados paliativos, ya que los días 19, 20 y 21 de octubre el espacio para explorar y estudiar el ámbito de los cuidados paliativos ha continuado abierto en las XIV Jornadas Internacionales de SECPAL en Salamanca.
