Los ODS en el sector sociosanitario

Los ODS en el sector sociosanitario

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) tienen como fin conseguir un futuro sostenible para toda la sociedad. Los 17 objetivos y 169 metas se interrelacionan entre sí e incorporan los desafíos globales a los que nos enfrentamos cada día, como el fin de la pobreza, el hambre y las desigualdades, así como la promoción de la educación, de una economía sostenible en entornos humanos también sostenibles, con el máximo cuidado del medioambiente, la salud y el bienestar.

Como la prestación de servicios de atención a las personas mayores están estrechamente relacionados con los conceptos de sostenibilidad y Responsabilidad Social Empresarial (RSE), la Fundación Edad&Vida ha publicado una Guía de Buenas Prácticas para la integración de la RSE y los ODS de Naciones Unidas en el sector de servicios de atención a personas mayores. Un documento imprescindible para todos aquellos operadores del sector sociosanitario que quieren incorporar en su gestión los ODS.

En septiembre de 2015, más de 150 jefes de Estado y de Gobierno se reunieron en la Cumbre del Desarrollo Sostenible en la que aprobaron la Agenda 2030. Esta Agenda contiene 17 objetivos de aplicación universal que, desde el 1 de enero de 2016, rigen los esfuerzos de los países para lograr un mundo sostenible en 2030. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) son herederos de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) y buscan ampliar los éxitos alcanzados con ellos, así como lograr aquellas metas que no fueron conseguidas.

Estos nuevos objetivos instan a todos los países, ya sean ricos, pobres o de ingresos medianos, a adoptar medidas para promover la prosperidad al tiempo que protegen el planeta. Reconocen que las iniciativas para acabar con la pobreza deben ir de la mano de estrategias que favorezcan el crecimiento económico y aborden una serie de necesidades sociales, entre ellas la educación, la salud, la protección social y las oportunidades de empleo, mientras que luchan contra el cambio climático y promueven la protección del medioambiente.

A pesar de que los ODS no son jurídicamente obligatorios, se espera que los gobiernos los adopten como propios y establezcan marcos nacionales para su logro. Los países tienen la responsabilidad primordial del seguimiento y examen de los progresos conseguidos en el cumplimiento de los objetivos, para lo cual es necesario recopilar datos fiables, accesibles y oportunos. Las actividades de seguimiento nacionales, contribuirán al seguimiento y examen mundial.

Principales beneficios
Teniendo en cuenta el envejecimiento progresivo de la población, la integración de los ODS y de la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) en la estrategia de los diferentes operadores sociosanitarios puede contribuir a la prestación de un servicio de mayor calidad, fomentando el diálogo y la corresponsabilidad entre los operadores, la sociedad y los poderes públicos, que permitan encontrar soluciones innovadoras que generen valor compartido del sector y sus grupos de interés.

En la Guía de Buenas Prácticas para la integración de la RSE y los ODS de Naciones Unidas en el sector de servicios de atención a personas mayores, la Fundación Edad&Vida ha constatado la poca repercusión que tienen los ODS en el sector sociosanitario y, al mismo tiempo, destaca la importancia de su implantación, porque son una oportunidad de mejora para los servicios de atención a las personas mayores desde múltiples perspectivas.

La guía también ofrece una aproximación a las buenas prácticas que se están desarrollando en el sector y orientaciones, tanto para el ámbito interno como externo, que facilitan la adopción de la RSE y los ODS por parte de aquellos responsables de centros que no tienen implantadas este tipo de políticas, así  como la mejora de la gestión en aquellos centros que ya han iniciado el proceso.

“La mejora de la calidad de los servicios que se prestan a los usuarios y sus familias, el establecimiento de nuevas vías para la colaboración público-privada, la consolidación del sector como un generador de empleo de calidad y la contribución a la riqueza del país, son parte de los beneficios que se pueden alcanzar a través de una mayor integración de la gestión responsable y la incorporación de los ODS en la estrategia de los operadores del sector”, explica la directora general de Fundación Edad&Vida, María José Abraham.

Por ello, tanto los ODS como la RSE no deben entenderse como algo que “debemos hacer como obligación”, sino como algo que “podemos hacer como una oportunidad de mejora, crecimiento y aportación al bienestar de nuestros usuarios y empleados, y de toda la sociedad”.

Vías de trabajo
Tal y como explica el coautor de la guía, Ismael Vallés, partiendo de los 17 ODS, podemos hallar diferentes vías de trabajo en los centros sociosanitarios. A continuación, destaca algunas de ellas organizadas en cuatro ámbitos:

• Alimentos 
– La reducción del desperdicio y excedentes alimentarios.
– La innovación en nuevos productos de alimentación más sostenibles: mejora de las características funcionales, nuevos envases y formatos, mejora de la trazabilidad de los productos y reducción del transporte, entre otros.
– Ofertas de productos más exclusivas y orientadas al colectivo de personas mayores.

• Ciudades y construcción 
– Mayor eficiencia energética en los procesos constructivos de residencias, centros sociosanitarios y domicilios de personas mayores.
– Materiales más sostenibles,como uso de madera.
– Construcciones modulares que faciliten la accesibilidad sin barreras y también el reciclaje de materiales.

• Energía y materiales 
– Uso de tecnologías renovables.
– Utilización de modelos basados en la economía circular.
– Mayor eficiencia energética por parte de los equipamientos sociosanitarios.
– Utilización de materiales más ecológicos.

• Salud y bienestar 
– Utilización de tecnologías que permitan un mejor control y monitorización de los pacientes.
– Innovación en programas de educación para la salud y prevención de enfermedades asociadas al envejecimiento de la población.
– Innovación en nuevos fármacos que den respuestas al envejecimiento de la población.
– Mayor formación y capacitación en el cuidado de la salud de las personas mayores.
– Diseñar un etiquetado accesible y adaptado para las personas mayores.
– Fomentar la colaboración público-privada.

Cómo incorporar los ODS
Tras identificar aquellas líneas de trabajo más cercanas al sector sociosanitario, el siguiente paso, y quizá el más complejo, es cómo pueden incorporar los operadores los diferentes ODS a sus respectivas estrategias empresariales.

La Guía de Buenas Prácticas propone un esquema de trabajo para ello. Ismael Vallés resume, a grandes rasgos, ese proceso en los siguientes puntos:

Implicación de la dirección. La alta dirección/propiedad debe estar convencida de la necesidad de integrar la RSE y la sostenibilidad en la estrategia de la empresa. En caso contrario, debería realizarse un proceso interno para identificar y evaluar los impactos positivos de la RSE en la gestión empresarial.

Identificación de los grupos de interés. Deben definirse los grupos de interés de la compañía (empleados, usuarios y familias, proveedores, entorno social, etc.), con el fin de elaborar una estrategia de relación con ellos, respondiendo a sus necesidades.

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