Digitalización del SAD: hacia un servicio personalizado más eficaz y eficiente

Digitalización del SAD: hacia un servicio personalizado más eficaz y eficiente

Trabajamos en herramientas de valoración geriátrica que permiten identificar qué riesgos presentan las personas usuarias para definir intervenciones

El futuro del Servicio de Ayuda a Domicilio (SAD) va a tender a ofrecer mayor valor añadido a las personas usuarias. “Se está trabajando en un catálogo de actividades domésticas para ayudar a las personas en su vida diaria. Pero no podemos dejar fuera los servicios que puede permitir a la persona usuaria mejorar y alargar su independencia en el domicilio con intervenciones personalizadas”, declara el CEO de Kwido, Iñaki Bartolomé. El SAD, en su opinión, debe empezar a incluir actividades e intervenciones orientadas a mejorar o mantener la autonomía de las personas usuarias.

“Debemos hablar de una transformación digital, no simplemente de digitalizar procesos administrativos manuales. Esta transformación requiere cambiar la cultura de las organizaciones de SAD y asumir que hay que prestar nuevos servicios basados en las nuevas tecnologías: valoraciones geriátricas automáticas, estimulación cognitiva online, monitorización mediante sensores e inteligencia artificial, videollamadas, telemedicina, telerehabilitación, etc.”, afirma Bartolomé. Por tanto, destaca que las posibilidades que abren estas tecnologías para una atención integral, tanto en aspectos funcionales como sociales, clínicos o psicológicos, son enormes.

Para mejorar la eficiencia y la calidad del servicio prestado, Bartolmé entiende que es obligatorio empezar a medir “lo que hacemos y el impacto de lo que hacemos. Sin esa base, es imposible saber qué hacemos bien, qué hacemos mal y cómo y cuánto podemos mejorar. Para todo esto, la digitalización es fundamental”. Y añade: “Por mucho que se nos diga que cuidar de personas no son procesos, toda actividad es susceptible de ser medida y mejorada”.

A través de la digitalización, las personas usuarias, pero también todo el ecosistema de cuidados que hay a su alrededor, podrán recibir mejores servicios las 24 horas del día, y personalizados a sus necesidades. Gracias también a la digitalización, las personas trabajadoras podrán contar con nuevos medios para hacer su trabajo mejor y eliminar tareas burocráticas, lo que les va a permitir ser más eficientes y poder acometer tareas de mayor valor añadido.

En este proceso, Bartolomé asegura que el catálogo va a cambiar completamente. “Por ejemplo, en Kwido ya trabajamos en herramientas de valoración geriátrica que permiten identificar cómo están las personas usuarias, qué riesgos presentan y, por lo tanto, definir intervenciones y planes de cuidado personalizados para ellas”, explica. Pero no sólo eso, “sino que esas intervenciones las puedan realizar las personas cuidadoras profesionales o familiares. Y que, además, se pueda hacer seguimiento del impacto de todas esas intervenciones». Desde su experiencia, como ocurre en todos los sectores, la evolución lógica es que cada vez vamos a tener personas usuarias y familias “más digitalizadas que van a demandar estos servicios. Y si nosotros no ofrecemos estos servicios, buscarán a quien lo haga”.

 

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