DomusvI y la soledad en las personas mayores.

DomusVi advierte sobre el impacto de la soledad en la salud mental de los mayores

Más de 2 millones de personas mayores de 65 años viven solas en España, hasta constituir casi la mitad de los 4,7 millones de hogares unipersonales del país, según datos del INE. Un incremento que se espera que vaya a más en la medida en que el índice de envejecimiento de la población vaya creciendo.

Según un reciente informe de la Fundación La Caixa, un 64% de las personas mayores de nuestro país experimentan sentimientos de soledad no deseada, que en cerca del 15% de los casos se podría calificar de grave o muy grave.

En ocasión del Día Mundial de la Salud Mental, que se celebra el 10 de octubre, los expertos y profesionales de DomusVi, la compañía que tiene como propósito mejorar el bienestar de las personas mayores en un entorno social activo, advierten sobre la correlación entre aislamiento y efectos psicológicos adversos.

“En nuestros centros recibimos cada día a personas que vienen de situaciones de soledad y que padecen cuadros depresivos que son consecuencia de carencias afectivas y sociales”, explica Ángela Ortega, directora de la residencia DomusVi Monte Alto, centro residencial para personas mayores con una unidad de salud mental, quien pone de manifiesto la dimensión de esta realidad puesto que “en los últimos años, hemos venido observando un aumento de fármacos psiquiátricos en los planes farmacológicos de los nuevos ingresos”.  Un incremento que se ve reflejado en las cifras ya que 7 de cada 10 personas mayores toman antidepresivos en el momento de ingresar en la residencia, un 30% más que hace 5 años, según los indicadores de la compañía.

La mayoría de las personas que ingresan por primera vez en una residencia viven un momento de incertidumbre debida a los cambios. Y no son pocos los casos en los que estas personas provienen de situaciones de aislamiento involuntario, soledad o pérdidas de seres queridos, lo cual afecta a su salud mental. “Ahí radica la importancia de recabar toda la información previa del nuevo residente, para conectar con la persona y poder poner el foco, a través de nuestro plan de acogida, en aquellas dolencias mentales en las que necesita acompañamiento y seguimiento”, expone Ortega.

Los efectos de una sociedad edadista

Según los profesionales de DomusVi, otro de los motivos ligados a dichos cuadros depresivos suele estar relacionado con la discriminación que estas personas sufren y que se agrava por el hecho de que vivan solas y aisladas.

“La falta de socialización y diálogo en sus entornos, por el simple hecho de ser personas mayores, hace que sufran una forma de discriminación que, a menudo, resulta todavía más incapacitante que las limitaciones propias de la edad”, señala Ángela Ortega, en relación con lo que define como “el problema de una sociedad edadista”.

Atención profesional para una mejor salud mental

Los centros de DomusVi disponen de equipos altamente profesionalizados que trabajan por el bienestar mental, emocional y físico de los residentes y usuarios, a través de actividades, terapias y los mejores cuidados sociosanitarios.

“Disponemos de equipos con perfiles muy diversos para hacer frente a las alteraciones y descompensaciones que detectamos nuestros residentes. Mediante el trabajo conjunto y continuo los resultados son favorecedores. Y nuestra gran satisfacción llega cuando la persona consigue adaptarse saludablemente al nuevo entorno. Entonces, no sólo consigue estar bien con sus necesidades cubiertas, sino que nuestro equipo aprecia una mejora en su calidad de vida y, muy especialmente, en su sentido de concebir la vida”, añade la directora de la residencia DomusVi Monte Alto.

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