La atención a las personas con discapacidad es un desafío constante, no solo debido a las barreras físicas, sino también a las barreras de comunicación y tecnológicas que pueden dificultar una asistencia adecuada. Este desafío también se extiende a los entornos hospitalarios, especialmente en situaciones de urgencias y emergencias; y a aspectos como la accesibilidad, la utilización del servicio, y la propia atención sanitaria.
En España, más de 4,3 millones de personas viven con alguna discapacidad, un colectivo que, en muchas ocasiones, encuentra dificultades adicionales al recibir atención médica en momentos críticos. Los avances en accesibilidad son constantes y significan un gran paso adelante, pero aún persisten obstáculos que limitan el acceso equitativo a los servicios de salud. Una circunstancia que avala la necesidad de adaptar y mejorar, desde incluso la primera llamada, los sistemas sanitarios para garantizar una atención inclusiva.
Las personas con discapacidad enfrentan una serie de complicaciones cuando deben acceder a servicios de urgencias y emergencias, ya sea de bido a la falta de personal capacitado para interactuar con ellos de manera efectiva, la ausencia de tecnología accesible o las barreras arquitectónicas que dificultan su desplazamiento y autonomía.
En particular, los colectivos de personas ciegas, sordas y sordociegas son los que más enfrentan estas dificultades, ya que la atención de urgencia suele requerir una atención y comunicación rápida y clara, lo que se convierte en un reto cuando no se cuenta con las herramientas adecuadas.
Un enfoque más inclusivo, accesible y efectivo
Consciente de esta realidad, la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES), en empeño por mejorar la calidad asistencial de los pacientes que acuden a los Servicios de Urgencias y Emergencias, ha firmado un convenio de colaboración con el Grupo Social ONCE para mejorar el acceso, la utilización y la atención de personas con discapacidad en los servicios de urgencias y emergencias médicas.
El presidente de SEMES, Tato Vázquez, y el vicepresidente del Grupo Social ONCE, Alberto Durán, los representantes de ambas instituciones en la firma, han reconocido la necesidad de colaborar estrechamente para ofrecer un enfoque más inclusivo, accesible y efectivo en los momentos más críticos para las personas con discapacidad.
El convenio incluye talleres formativos para mejorar la comunicación de personas con cualquier tipo de discapacidad, con especial incidencia en personas ciegas, sordas y sordociegas; impulso a la accesibilidad, especialmente al uso de las nuevas tecnologías; facilidad de acceso a la información; elaboración de posibles guías y sellos de calidad; visibilidad y concienciación sobre elementos de autonomía, como el perro guía; o el impulso a la contratación de personas con discapacidad.
A través de este convenio, se espera no solo mejorar la calidad de la atención, sino también visibilizar y concienciar sobre la importancia de garantizar una atención médica sin barreras para todas las personas, independientemente de su discapacidad. El acuerdo espera impulsar la atención más adecuada para este colectivo, así como de sus posibles acompañantes, como mediadores, intérpretes u otros, en entornos de urgencias hospitalarias o emergencias.
Formación y difusión
Tato Vázquez destacó que uno de sus “mayores propósitos es mejorar la calidad tanto de vida como asistencial de los pacientes, así como visibilizar las necesidades del colectivo de personas con ceguera, o con deficiencia visual grave, y con discapacidad en general”.
Para conseguirlo, SEMES ofrecerá formación a sus socios en este ámbito y difundirá las actividades y la misión de Grupo Social ONCE. Además, ambas entidades realizarán una guía conjunta para la correcta asistencia de estos pacientes en el ámbito hospitalario, promoviendo así una marca de accesibilidad para personas con discapacidad visual.
El acuerdo espera impulsar la atención más adecuada para este colectivo, así como de sus posibles acompañantes, como mediadores, intérpretes u otros, en entornos de urgencias hospitalarias o emergencias
Por su parte, Alberto Durán, subrayó que “el convenio encaja a la perfección en la realidad que impulsa la Organización desde siempre, que es el acceso a bienes y servicios en igualdad por todas las personas con discapacidad, especialmente quienes lo pueden tener un poco más difícil”. “Y en aspectos tan a flor de piel como es la asistencia en situaciones de urgencias y emergencias sanitarias los avances son muy importantes”, agregó el vicepresidente de Grupo Social ONCE.
Acceso más fácil a la información

De izquierda a derecha, Gema D`Beas y Ricardo Velesar, afiliados a la ONCE, y Carmen Camacho, vicepresidenta de SEMES.
En la jornada en la que se firmó el citado convenio, también participaron Ricardo Velesar, con su perro guía Zaspy, y Gema D`Beas, socios de la ONCE. Ambos hicieron hincapié en que “la formación de los profesionales y la facilidad de acceso a la información es fundamental” porque consideran que existe cierto “desconocimiento de cómo tiene que ser la atención” a las personas con discapacidad.
“Necesitamos especial atención durante todo el proceso, desde el triaje, la tarjeta de identificación, las herramientas tecnológicas (pantallas táctiles, aplicaciones móviles o dispositivos electrónicos de gestión de cias), etc. La ayuda de la tecnología es buena, pero tiene que ser accesible”, agregó D´Beas.
Por su parte, Ricardo Velesar considera “un desafío llegar a urgencias, situaciones agobiantes en las que dependes de que alguien te preste la atención que necesitas”. De esta forma, cree que este convenio es muy positivo, «sobre todo en la formación de los profesionales sanitarios” para mejorar la calidad del cuidado.
«El convenio es fantástico porque, insisto, nos van a tratar aún mejor de lo que ya nos tratan ahora, que ya lo hacen muy bien. Las pocas veces que lo he utilizado, siempre me han tratado fenomenal, y con este convenio se nos entenderá aún mejor”, finalizó Velesar.
De acuerdo con las necesidades presentadas por usuarios que día a día se enfrentan a estas barreras, el presidente de SEMES aseguró a BALANCE Sociosanitario que el convenio tiene “dos líneas maestras”.
En primer lugar, que está orientado hacia “un tratamiento específico de personas con discapacidad visual en los servicios de urgencias y emergencias, que incluye la utilización de los perros guía”.
Congresos y otras pautas de colaboración
Además, la firma se centra en “la dirección y la formación de los profesionales de urgencias en el tratamiento específico del colectivo”. A veces, y esto tiene que ver con la formación de los propios profesionales, nos dirigimos a los acompañantes en vez de explicarle al propio paciente, que solo tiene un problema visual, cuál es su patología y cuáles son sus elecciones, detalló.
Tato Vázquez puso en valor la formación que pueden “ofrecer desde SEMES al Grupo Social ONCE en primeros auxilios, reanimación cardiopulmonar (RCP), etc.”. Asimismo, la sociedad científica también impulsará la formación de sus profesionales utilizando sus “redes o webinars”. “Tenemos una plataforma de formación en SEMES, en la que la propia ONCE forma a nuestros profesionales en el manejo de estos pacientes cuando vienen a los servicios de emergencias”, reveló.
El presidente de la Sociedad anunció también que “otra pauta de colaboración será la realización de mesas conjuntas en congresos nacionales o la elaboración de un decálogo específico para la atención de pacientes con discapacidad visual en los servicios de urgencias”.
«Todos los servicios tecnológicos están bien pensados, pero no están pensados para todos», Alberto Durán, vicepresidente del Grupo Social ONCE
Lógicamente, la tecnología también tiene una función fundamental en este proceso. Vázquez advirtió que ya trabajan en desarrollar “alguna plataforma para ayudar a la gente con discapacidad en su interacción con los servicios de urgencias”.
Por ejemplo, en el momento de la lectura de un informe escrito en el momento del alta. “Estamos trabajando en la utilización de plataformas que permitan una lectura automática de ese informe utilizando códigos QR”, agregó, poniendo en valor la base tecnológica que tendrán la mayor parte de plataformas y formaciones.
Resolución de urgencias
Por su parte, el Grupo Social ONCE es un pilar fundamental de este convenio. El grupo trabaja con múltiples aliados externos, instituciones públicas, empresas o diferentes organizaciones profesionales, como están haciendo ahora con la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias.
Para ONCE “las alianzas son muy importantes”, tal y como nos ha desvelado el vicepresidente del Grupo Social ONCE, Alberto Durán, valorando esta alianza «clave» para resolver las situaciones de urgencia.
“En este caso la cuestión de formación y la capacidad de interlocución con personas con discapacidad es importante. A veces no hay capacidad para poder comunicarse adecuadamente en los formatos estándar, las personas ciegas no pueden orientarse etc.”, agregó.
El vicepresidente de Grupo Social ONCE destacó que siempre han tratado de “buscar aliados para intentar facilitar el empleo, la formación y la eliminación de barreras en general de las personas con discapacidad en cualquier ámbito”, pero que nunca habían tenido “esta aproximación al ámbito de las emergencias”.
Durán hizo hincapié en que “es muy importante que los profesionales sean conocedores de las peculiaridades de la discapacidad”, porque los pacientes se juegan “la vida”. Podrán hacer mejor su labor, “si conocen cómo tratar a una persona con discapacidad y una persona con discapacidad sabe también cómo comportarse en estas situaciones de emergencia”, recalcó.
Mejoras obligatorias

El convenio firmado persigue, en términos generales, como hemos mencionado, mejoras en el acceso, la utilización y la atención, pero desde el Grupo Social ONCE consideran que hay muchas barreras y desafíos por solventar cuando una persona con discapacidad acude a un servicio de urgencias.
Su vicepresidente puso de manifiesto ya las barreras que encuentran, sin ir más lejos, desde el propio “acceso a la llamada de emergencia para las personas sordas”, que todavía no son accesibles para el colectivo ni en España ni fuera de nuestro país.
En lo que se refiere a grandes complejos hospitalarios, Durán puso énfasis en las complicaciones para encontrar, en muchas ocasiones, “el lugar de la cita a la que vamos”. No obstante, los mayores problemas surgen de la nueva tecnología que se emplea en los hospitales.
“Por ejemplo, las personas ciegas tienen dificultades para saber cuándo tienen que acceder a la consulta, porque los servicios de llamada no suelen ser accesibles y podrían serlo perfectamente. Asimismo, los propios sistemas de petición de citas electrónicos o con los que tienes que interactuar”, añadió.
«El convenio tiene dos líneas maestras, el tratamiento específico del usuario y la dirección y formación de los profesionales de urgencias en esa atención», Tato Vázquez, presidente de SEMES
El vicepresidente de Grupo Social ONCE insistió en que “todos estos servicios tecnológicos están bien pensados, pero no están pensados para todos” porque, al final, terminan encontrando “una barrera adicional que no tenía por qué existir”. “Si se diseña, que se diseñe bien. Nosotros podemos prestar asesoramiento para que se haga bien. De hecho, nos ofrecemos a que las administraciones públicas, el Ministerio de Sanidad y las empresas del sector, puedan tener una interlocución con nosotros para mejorar también la accesibilidad en estos entornos”, subrayó.
Una queja que viene de la experiencia
Para que este convenio entre SEMES y Grupo Social ONCE tenga el éxito que buscan ambas instituciones, la propia participación de las personas con discapacidad también es fundamental. Así lo ha transmitido Durán recalcando que “la queja viene de la experiencia, es decir, de un acontecimiento que se ve y se detecta. Cuando una situación nos supera, te das cuenta que hay una serie de cosas que podías hacer mejor.
Existen servicios que no son accesibles, y cuando las personas con discapacidad enfrentan estas dificultades, “nos lo comunican. Los protocolos que se quieren poner en marcha están basados en situaciones que se han visto en la vida diaria”, sentenció. La participación activa de personas con discapacidad en el diseño y evaluación de estos protocolos es esencial para asegurar que las soluciones propuestas sean verdaderamente efectivas.
A través de la formación continua y la implementación de herramientas tecnológicas accesibles, se busca no solo sensibilizar a los profesionales, sino también adaptar los servicios a las necesidades específicas de este colectivo. La colaboración entre ambas entidades refuerza la idea de que la accesibilidad y la igualdad en la atención deben ser pilares fundamentales en la atención médica de urgencia.
El enfoque inclusivo propuesto resalta la importancia de eliminar barreras físicas, de comunicación y tecnológicas, lo cual no solo beneficiará a las personas con discapacidad, sino que también mejorará la calidad del servicio para todos los pacientes. Además, la integración de nuevas tecnologías, como plataformas de información accesibles y el uso de perros guía, promete transformar el panorama de las urgencias médicas, ofreciendo una respuesta más rápida y eficiente en momentos críticos.
Un decálogo y registro de profesionales en las formaciones
SEMES y Grupo Social ONCE comenzarán a trabajar de inmediato en nuevas medidas y proyectos. Para evaluar todas estas acciones, desde la sociedad científica, según su presidente, Tato Vázquez, se llevará a cabo “un registro de todos los profesionales que participen en las formaciones”.
Además, anunció que desarrollarán “un decálogo específico,” que distribuirán entre todos los servicios de urgencias y los coordinadores correspondientes. “Estamos abiertos a formar a todos los profesionales que deseen participar, por ejemplo, las empresas asociadas a ILUNION, que deseen contar con un registro de sus empleados formados en RCP o primeros auxilios”, agregó.
Entre los objetivos del decálogo encontramos, entre otros, el fomento de la calidad de la formación y la creación de una red de profesionales capacitados para atender todas las necesidades de las personas con discapacidad. Para conseguirlo, los programas tienen que ser pensados y accesibles para todos, como mencionaba Alberto Durán.
De esta forma, SEMES y Grupo Social ONCE mejorarán el aprendizaje y la preparación de los profesionales, así como crear un ecosistema colaborativo que garantice una respuesta eficaz ante urgencias y emergencias.