Ocho residentes del centro Ballesol Tres Cantos, en Madrid, la mayoría de ellas mayores de 85 años, han participado en un desfile temático vestidas de Barbie, rockera, soldado, diva y flamenca. Esta iniciativa busca visibilizar la discriminación por edad, edadismo, que muchas mujeres enfrentan y desafiar los estereotipos asociados al envejecimiento.
Los prejuicios en torno a las mujeres mayores suelen identificarlas con la dependencia, la pérdida de capacidades o la invisibilidad social. Frente a ello, este grupo de residentes reivindica una imagen diversa y empoderada. “Es algo que no siempre pudimos mostrar y que ahora tiene un valor social”, afirman.
Entre las participantes, Beatriz González, de 86 años, personifica a Barbie y lanza un mensaje claro: “No pierdas tu personalidad, que nadie te imponga nada y sé tú misma”. Elisa Gutiérrez, de 73 años, vestida de soldado, subraya la importancia de la equidad laboral: “A igual trabajo, el mismo salario, para que se reconozca el valor social de las mujeres. ¡No al edadismo!”. Por su parte, María Gallardo, de 88 años y vestid de rockera, destaca: “Es un sentimiento que muchas veces se ignoró, reflejo de una sociedad llena de connotaciones negativas”.
El desfile forma parte del proyecto “Las que vinieron antes”, desarrollado por la residencia Ballesol Tres Cantos con motivo del 8 de marzo. La iniciativa incluye diversas actividades, como desfiles, talleres de concienciación sobre el valor de las mujeres mayores y manualidades enfocadas en el empoderamiento femenino.
Un colectivo infrarrepresentado
María Redondo, técnico en animación sociocultural (TASOC) en Ballesol Tres Cantos, explica el propósito de la propuesta:
“Con esta iniciativa queremos reconocer el protagonismo de estas mujeres que desafían las normas, transformando lo que las oprimía en símbolos de libertad a través de la estética y la imagen”.
En un contexto en el que el edadismo y el sexismo siguen presentes en la sociedad, las participantes del desfile reivindican sus derechos y oportunidades. “Nos dijeron que había un solo camino, que nuestro valor dependía de nuestro silencio y obediencia, pero hoy estamos aquí”, afirman.
Con esta iniciativa las residencias de mayores Ballesol y sus usuarios buscan otorgar un mayor protagonismo a las mujeres mayores, un colectivo infrarrepresentado y marcado por estereotipos. Trinidad Rubio, de 86 años, resume su sentir con una reflexión:
“¿Qué problema había en arreglarme, verme guapa y ser presumida? Ahora muchas veces te discriminan por cualquier cosa, te hacen pensar que eres una persona inútil, pero tienes que saber que vales y das ejemplo”.
Con iniciativas como “Las que vinieron antes”, Ballesol Tres Cantos promueve el empoderamiento de sus residentes, permitiéndoles asumir un rol más activo en su proceso de envejecimiento y explorar nuevas experiencias dentro de un marco de derechos y libertades.