Opinión

A vueltas con los bancos

José Manuel Ribera Casado

Catedrático emérito de geriatría (UCM) y Académico de Número de la RANME

Hace poco leíamos que los bancos habían decidido no cobrar comisiones a las personas mayores por extraer dinero a través de sus oficinas. Gracias y tan contentos. Claro que el requisito previo es que esas oficinas existan. Sólo en mi barrio en Madrid han cerrado más de la mitad de las existentes cinco años antes. Si salimos a los pueblos –no sólo en la España vaciada- todavía peor. 

Poco después, los mismos periódicos informaban de que los principales bancos españoles habían obtenido unos beneficios durante el último año de decenas de miles de millones de euros, algo que no sé si calificar de escandaloso, ante lo que uno se pierde. También que la mayoría de sus altos directivos se encontraban entre las fortunas más grandes de España. ¡Y eso que han renunciado a las comisiones de mostrador!

Un informe reciente hablaba de “cierre de sucursales, reducción de personal, retirada de cajeros, automatización de las operaciones y tendencia a la subida de las comisiones ante cualquier tipo de servicio”. Señalaba que “todo ello representa una pérdida de relaciones interpersonales y de confianza en la institución. También inseguridad, dificultades crecientes ante una tecnificación para la que la población mayor está poco preparada, merma de autonomía y, en definitiva, exclusión financiera”.

Los bancos nacieron para facilitar las tareas del ciudadano a la hora de guardar, ahorrar y disponer de su dinero, para informar y aconsejar sobre cuentas, créditos, inversiones y similares. Con el tiempo han pasado de ser ayuda a constituirse en problema. Se han convertido en entidades con las que hay que tratar forzosa y permanentemente, pero que suponen un laberinto donde resulta difícil moverse, muy caro en tiempo y en dinero. A este cambio lo han llamado “reconversión bancaria”. Pues, vaya.

Estamos ante un monstruo que genera costos para el cliente –un sacaperras- pero que, sobre todo, obliga a dedicar tiempo y energía para solventar, si se puede, las infinitas trabas técnico-administrativas que conlleva utilizar correctamente eso que de manera eufemística, llaman sus servicios. En román paladino para manejar nuestro dinero. Es así para la población en general, pero muy especialmente para los mayores, siempre más limitados para convivir con los llamados avances tecnológicos.

Citaré ejemplos de experiencias propias o de personas mayores muy próximas. Se nos obliga periódicamente a demostrar que estamos vivos, bien acudiendo unas oficinas cada vez más alejadas o a través de medios telemáticos complejos. Desaparecieron los cheques. Se cobran comisiones por cualquier transferencia, incluso en la entidad bancarias propia, mientras se exige que el pago de turno se haga forzosamente mediante ese proceder.

Estamos ante un monstruo que genera costos para el cliente, pero que, sobre todo, obliga a dedicar tiempo y energía para solventar las infinitas trabas técnico-administrativas

El pago de determinados gastos a través de nuestra cuanta o el ingreso recibido por cualquier actividad, exige con frecuencia presentar recibos de domiciliación, o hasta fotocopias de la declaración de la renta. Los argumentos del amable empleado de turno consisten en “echar balones fuera”. Lo normal son explicaciones del tipo “lo dice la Ley”, “son normas del Banco de España”, “lo hacen todos los bancos”. Incluso, te hablan de medidas “para luchas contra la corrupción”. Argumentos siempre similares sin posibilidad de respuesta, que pueden ser muy imaginativos.

Nunca se está seguro de que los documentos aportados para cualquier gestión sean los correctos, lo que representa viajes de ida y vuelta a la oficina bancaria con tiempos de espera para ser atendidos y sin la seguridad de no tener que volver. La opción telefónica suele ser costosa en tiempo, cuando no imposible por obligar a esperas a veces eternas. Las extracciones a través de cajeros llevan aparejadas comisiones, especialmente si, por cualquier razón, se realizan en un banco distinto del propio. 

La lista de agravios es mucho mayor y siempre juega en contra del ciudadano. Lo peor es anunciar la posibilidad de suspender actividad, anular cuentas o cambiar de entidad. En esos casos, las objeciones son infinitas y eres mirado como un delincuente. Para los que somos mayores crece la tentación de meter los billetes bajo del colchón como hacían algunos abuelos nuestros. Lo malo es que ya no se puede vivir así. Visto lo visto uno entiende bien las ganancias escandalosas que comentaba al inicio. Aunque, probablemente, es mucho pedir sugiero que, al menos, se discurran medidas que ayuden al ciudadano y vayan algo más allá de la supresión de comisiones por sacar dinero a través de la ventanilla de turno. 

REDACCIÓN BALANCE

Compartir
Publicado por
REDACCIÓN BALANCE

Entradas recientes

Abierta la inscripción para el curso de «Intervención social con personas mayores» de la SEGG

Curso anual de la SEGG sobre intervención social con personas mayores, enfocado en nuevas perspectivas…

3 horas hace

El Gobierno incrementó su aportación para la dependencia en un 138% frente al 9% del incremento de las comunidades autónomas

Varias comunidades han reducido el gasto en atención a la dependencia, con desigualdades territoriales en…

11 horas hace

El Proyecto AICP.COM, avanzando hacia un mejor cuidado a las personas mayores

El simposio en IMSERSO presentó avances del Proyecto AICP.COM para transformar los cuidados hacia la…

13 horas hace

La Comunidad de Madrid incrementa en 6 millones de euros las ayudas para el sistema de dependencia

El Gobierno de la Comunidad de Madrid amplía con 6 millones de euros su inversión…

14 horas hace

Perrete, el amigo fiel que estimula la memoria y los recuerdos en los usuarios con demencia

Perrete, un perro robot, es parte de la revolución en robótica asistencial en una residencia…

5 días hace

El programa «Desatar» busca eliminar las sujeciones físicas y químicas

En el contexto del Día Mundial del Alzheimer, La Confederación Española de Organizaciones de Mayores,…

5 días hace