Andrés Rodríguez
Presidente de CECUA, Círculo Empresarial de Cuidados a Personas
El Círculo Empresarial de Cuidados a Personas (CECUA), la Asociación Estatal de Entidades de Servicios de Atención a Domicilio (ASADE) y la Federación Andaluza de Empresas Cooperativas de Trabajo (FAECTA), en su rama sociosanitaria, junto con los sindicatos CCOO y UGT, han alcanzado un consenso para la aprobación del I Convenio Colectivo Andaluz para el Servicio de Ayuda a Domicilio (SAD). El convenio tendrá una duración de cinco años y busca mejorar la calidad de vida de los profesionales y usuarios del sector, así como la sostenibilidad de las empresas.
El acuerdo, alcanzado en el Consejo Andaluz de Relaciones Laborales, es resultado de un largo proceso de negociación en el que tanto las patronales como los sindicatos han mostrado voluntad y predisposición para llegar a un consenso, a pesar de las diferencias iniciales. Desde CECUA resaltan que este convenio es uno de los más avanzados e innovadores del país, equiparando los derechos de los trabajadores del SAD en Andalucía a los de otras regiones con mayor capacidad inversora. Andrés Rodríguez, presidente de CECUA, destaca la importancia de este convenio para la profesionalización del sector, mejorando la eficiencia en el cuidado de las personas y apostando por la calidad y dignificación de los profesionales del sector mediante precios sostenibles.
“La mejora de las condiciones laborales va a suponer la profesionalización y dignificación del sector de la atención”
La importancia reside en ser el primer convenio del sector de ayuda a domicilio de ámbito andaluz, contribuyendo de este modo a facilitar un marco estable y de certidumbre profesional laboral, incorporando elementos novedosos y de tendencias en el marco de las relaciones laborales.
Es uno de los convenios colectivos más avanzados e innovadores del país, ya que equiparará los derechos de las personas trabajadoras del SAD en Andalucía a los de otras regiones españolas que tienen una mayor capacidad inversora. A pesar de la limitación clara de nuestros recursos, incorpora los elementos de las últimas reformas, jornadas especiales o a tiempo parcial o contratación, desplazamientos y dietas, y unas mejoras sociales sustanciales con impacto económico, poniendo en primer nivel la vigilancia de la salud y las políticas de prevención de riesgos, las cláusulas de garantía, la desconexión digital y el teletrabajo, con un instrumento como el observatorio público privado del SAD.
La incorporación de una masa salarial variable para el periodo de vigencia asociado a la mejora de las tarifas públicas y que, además, se arrastra en la ultraactividad. En definitiva, hacer partícipes a las trabajadoras de las mejoras económicas que puedan producirse con un posible incremento tarifario, incorporando una variable a la masa salarial fija en función de unos criterios de mínimos. Efectivamente, es una medida pionera en España.
Considero que es extrapolable a otros sectores el hecho de contemplar en convenio colectivo la mejora retributiva variable de nuestras plantillas de trabajadoras a través de hacerlas partícipes de una mayor retribución coste/hora de financiación por parte de la administración competente a las empresas, a partir de unos mínimos, por supuesto, que permitan la sostenibilidad y viabilidad de las empresas, así como todo lo relativo a materias de igualdad y no discriminación, acoso moral o sexual. Creo que hay muchos elementos que pueden aportar valor, si hacemos un recorrido detenido del texto.
El acuerdo, en el que tanto patronales como sindicatos hemos mostrado una gran voluntad y predisposición para alcanzar el convenio, a pesar de las diferencias iniciales, es el resultado del esfuerzo realizado por ambas partes y una clara apuesta por el diálogo en un contexto complejo y con una negociación paralela en el marco nacional. Es más, desde octubre de 2021 hasta pasado septiembre de 2022, los encuentros previos se han producido de una forma muy discreta, al objeto de evitar contaminación externa y poder trabajar de una manera más libre y sosegada, madurando y modulando las propuestas de la bancada empresarial y social.
No podemos obviar que ha sido un reto por las dos partes debido al contexto tan hostil y volátil en el que se ha desarrollado la negociación -una inflación desmesurada, elevado IPC, etc.- y que hace que las empresas asuman una incertidumbre y unos costes muy elevados en una época postpandemia.
Lo primero que hay que destacar no es lo que mejora, sino a cuántas personas mejora, que son más de 40.000 profesionales, en este momento. Este convenio aportará mejor calidad de vida a las trabajadoras en varios aspectos como son el incremento salarial que, en su totalidad, a finales de 2027, alcanza prácticamente el 39%, en materia de conciliación y salud laboral por cuanto la reducción de jornada, permisos laborales, protección de la maternidad, teletrabajo complementos de IT, desarrollo profesional y formativo y otras medidas, que van a facilitar su desempeño laboral.
Todo ello es de gran importancia para la profesionalización del sector, ya que mejorará la eficiencia de las trabajadoras. En definitiva, se trata de una apuesta por la calidad y dignificación de los y las profesionales del sector de forma lógica, que va a permitir un incremento de la calidad percibida por el usuario/a receptor del servicio y su entorno familiar más próximo.
Entendemos que son los/as grandes beneficiarios/as de este convenio, ya que está demostrado que todas las mejoras en la calidad de vida laboral de las personas trabajadoras repercuten en su desempeño laboral y, máxime en un servicio como son los cuidados en el hogar, en el que las personas son el centro de los cuidados, porque se producen en su entorno habitual. Desplazamos los últimos avances normativos y elementos de valor social y económico y, por tanto, del sistema a las casas de las personas más vulnerables a su entorno más íntimo, no hay otro sistema igual.
“Las organizaciones firmantes nos comprometemos a velar por el estricto cumplimiento del convenio en los centros de trabajo y a que las mejoras pactadas lleguen a todas las personas trabajadoras del sector”
Subidas salariales fijas: a lo largo de la vigencia del convenio, la subida salarial será de un 21% en todos los conceptos fijos recogidos en la tabla salarial.
Subidas salariales variables: están sujetas al aumento del precio hora de la Junta de Andalucía para los años 2024 al 2026.
Cláusula de garantía salarial: inclusión de una cláusula de garantía salarial del 2% para proteger el poder adquisitivo de las personas trabajadoras, en el supuesto que el IPC sea superior a la subida salarial pactada.
Subida salarial en ultraactividad: se acuerda un salario en ultraactividad con un concepto fijo del 1,5% y otro variable para el 2028 y 2029 en función del aumento del precio hora.
Reducción de jornada anual: en 2024 se reducirá 8 horas la jornada anual, en 2025 en 12 horas y en 2027 76 horas. En total, 96 horas, por lo que para 2028 la jornada anual será de 1.659 horas.
Mejoras en salario en incapacidad temporal: por accidente laboral y por incapacidad temporal (IT) común por enfermedad grave se cobrará el 100% del salario base y la antigüedad durante 18 meses.
Licencias y permisos retribuidos: mejoras en los permisos por hospitalización y enfermedad grave de familiares.
Hay que recordar que la Junta de Andalucía se comprometió el pasado 13 de marzo de 2023, mediante la firma del Pacto Social y Económico, por el impulso de Andalucía, firmado con patronal y sindicatos, a incrementar un 25% el precio de los servicios de ayuda a la dependencia, para hacer frente a la situación de desequilibrio actual. Y es este pacto de la Administración andaluza, junto con la cláusula establecida en el convenio colectivo, la mayor garantía.
Se crea un observatorio con el objetivo de avanzar y profundizar en el conocimiento del sector, su situación y la cantidad y calidad de empleo que se genera. Se elaborarán informes de la evolución del empleo y las cualificaciones en el sector, y se fomentará la participación de la Administración andaluza en sus distintos niveles. De forma que nos permitan plantear áreas de mejora sectorial con todos los agentes de la cadena de valor.
Entendemos que la mejora de las condiciones laborales ya mencionadas, así como la mejora en la calidad de vida de las trabajadoras va a suponer la profesionalización y dignificación del sector que precisaba de un acuerdo de estas características. Al mismo tiempo, tendrá efecto llamada para futuras trabajadoras en el Servicio de Ayuda a Domicilio. Es importante resaltar que, en este sector, existe carencia de profesionales con la formación y titulación requerida.
Se elaborarán procedimientos para la adaptación del puesto de trabajo a profesionales especialmente sensibles a los riesgos en el trabajo. También un protocolo de prevención y atención ante las agresiones que puedan sufrir las trabajadoras, entre otras muchas cuestiones.
“Los usuarios de ayuda a domicilio son los grandes beneficiarios de este convenio, ya que está demostrado que todas las mejoras en la calidad de vida laboral de las personas trabajadoras repercuten en su desempeño laboral”
Todas las organizaciones firmantes nos comprometemos a velar por el estricto cumplimiento del convenio en los centros de trabajo y a que las mejoras pactadas lleguen a todas las personas trabajadoras del sector. El observatorio, además, será la antena perfecta para detectar tanto las buenas como las malas praxis.
El periodo de vigencia de 5 años proporcionará estabilidad al sector, que permite una mejor planificación y organización de los recursos; y todo ello con la adecuada y justa financiación, comprometida por la Administración competente y garante de la prestación del servicio, que contribuye, sin duda, a la sostenibilidad. Aunque nunca debemos olvidar que el riesgo de volatilidad en estos momentos es tan alto que es difícil predecir; a modo de ejemplo, cuando lo que ocurre en Australia tarda solamente 24 horas en llegar a Europa o cuando las agendas electorales no armonizan con el periodo definido o los líderes políticos, sociales o referentes globales se amortizan en periodos muy cortos. Tenemos una hoja de ruta para Andalucía y esperemos que el contexto nos permita completar el ciclo. Aunque las expectativas son muy altas, no debemos de olvidar que es el primero en su serie en la región y es probable que en su desarrollo cometamos errores. Dicho esto, queremos situar a la región andaluza como referencia en materia de dependencia y cuidados en nuestro país.
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