Entrevistas

“Los farmacéuticos somos los profesionales sanitarios más próximos a las personas mayores”

ESTHER CALVO DE MORA

Vicepresidenta 2ª del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid (COFM) y responsable del Área Social

El 25 de septiembre se celebra el Día Mundial del Farmacéutico, profesional sanitario que juega un papel relevante en la atención a las personas mayores, tanto las que viven en su hogar como las que están institucionalizadas. De hecho, en esta entrevista, la vicepresidenta 2ª del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid (COFM), Esther Calvo, asegura que “la farmacia es el establecimiento sanitario más presente en sus vidas y los farmacéuticos los profesionales sanitarios más próximos a estas personas”.

De hecho, con la receta electrónica, ya no es necesario visitar con tanta frecuencia el centro de salud, y esto convierte al farmacéutico en el principal consejero sobre medicamentos y otras recomendaciones de salud. Además de ayudar al buen control y seguimiento de sus tratamientos, estos profesionales pueden detectar situaciones de riesgo y realizar recomendaciones para reforzar los hábitos de vida saludable o el envejecimiento activo a través de pautas de alimentación, ejercicio, etc. También su atención es fundamental para las personas con dependencia. En esta línea, la atención farmacéutica domiciliaria en la Comunidad de Madrid, se ha convertido en un referente. Y, con la iniciativa Madrid te Acompaña, también tienen la oportunidad de colaborar para detectar situaciones de soledad que requieran un apoyo institucional. De todo y otros muchos temas relacionados con la atención a personas mayores y/o dependientes hemos estado hablando con Esther Calvo.

Los farmacéuticos son profesionales que están en primera línea en la atención sanitaria, ¿qué papel juegan en el cuidado a las personas mayores actualmente?

Los farmacéuticos jugamos un papel muy relevante en la atención a las personas mayores. No hay que olvidar que un porcentaje muy elevado de las personas que visitan a diario las farmacias son personas mayores, muchas de ellas con patologías crónicas y polimedicadas que no están institucionalizadas y que viven solas en sus domicilios; de hecho, los hogares unipersonales de mayores de 65 años representan ya el 20 % del total en los municipios con más de 500.000 habitantes. Por lo tanto, la farmacia es el establecimiento sanitario más presente en sus vidas y los farmacéuticos somos los profesionales sanitarios más próximos a estas personas y que podemos conocer de primera mano su estado de salud y sus circunstancias vitales.

¿Cómo debería evolucionar la profesión teniendo en cuenta los cambios demográficos que están sucediendo, con un aumento sin parangón del número de personas mayores?

El envejecimiento de la población es un enorme reto para la sociedad española y para su sistema sanitario. Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística, en 2022 España, registró un nuevo máximo de envejecimiento, del 133,5 % o, lo que es lo mismo, ya se contabilizan 133 personas mayores de 64 años por cada 100 menores de 16. Esta cifra supone el mayor crecimiento desde 1999, es decir, España no envejecía tanto desde hace 23 años. Por lo tanto, abordar este enorme reto no sólo exige una evolución de la profesión farmacéutica, sino del resto de profesionales y de toda la estructura sanitaria y sociosanitaria, porque este envejecimiento va aparejado a cambios importantes en el modelo social, en las familias, en las patologías, etc. Responder a este escenario con éxito necesita de una mayor coordinación y colaboración entre los profesionales sanitarios y un abordaje integral, así como el desarrollo de la atención domiciliaria para garantizar que los pacientes más vulnerables o dependientes puedan recibir la atención sanitaria y la prestación farmacéutica que necesiten con garantías y calidad y con la supervisión de un farmacéutico, que es el verdadero experto en el medicamento.

Para responder con éxito al envejecimiento de la población se necesita Responder a este una mayor coordinación y colaboración entre los profesionales sanitarios y un abordaje integral

¿Cuáles son las principales necesidades de las personas mayores que acuden a las farmacias?

Son muchas, pues el 31 % de la población madrileña mayor de 65 años consume cinco o más medicamentos, pero fundamentalmente necesitan un buen control y seguimiento de sus tratamientos para garantizar un cumplimiento adecuado y asegurar así que los medicamentos son efectivos, seguros y consiguen los resultados en salud para los que están prescritos. No hay que olvidar que con la receta electrónica la farmacia se convierte en el establecimiento sanitario más frecuentado por los pacientes mayores, pues ya no es necesario visitar con tanta frecuencia el centro de salud (124 millones de recetas prescritas al año en la Comunidad de Madrid son por receta electrónica), y esto convierte al farmacéutico en el principal consejero sobre medicamentos y otras recomendaciones de salud. 

Muchas veces el farmacéutico comunitario es el profesional que está próximo a su domicilio y con el que tiene una relación de confianza que sobrepasa lo meramente farmacológico.  El farmacéutico es frecuentemente la persona sanitaria de fácil acceso con la que muchos pacientes hablan de asuntos que van más allá de los medicamentos y que influyen considerablemente en su salud. El farmacéutico suele ser de gran ayuda y alivio. En mi opinión no hay que olvidar que “la salud es el equilibrio entre cuerpo, mente y alma”.

En este sentido, ¿qué servicios pueden ofrecerle los farmacéuticos?

La red de farmacias es una ventaja enorme de España, pues siempre suele haber un punto cercano para que cualquier ciudadano pueda recibir consejo y ayuda sanitaria. Las personas mayores, en particular, siempre contarán con la ayuda de un farmacéutico o técnico especialista para un amplio abanico de ayuda y posibilidad de colaboración con otros compañeros sanitarios a los que derivar según el caso. 

En concreto, hay un servicio de especial interés para los pacientes crónicos y polimedicados, incluidos los que pueden tener algún problema cognitivo, son los sistemas personalizados de dosificación (SPD). Con este servicio se puede llevar un mejor control de las tomas de cada tratamiento y se pueden evitar confusiones, olvidos y mejorar la adherencia terapéutica.

¿Cómo puede el farmacéutico contribuir al envejecimiento activo de la población?

El farmacéutico, por su cercanía y proximidad a los pacientes, así como por el hecho de ser el profesional sanitario más frecuentado por las personas mayores, puede detectar situaciones de riesgo y realizar recomendaciones para reforzar los hábitos de vida saludable o el envejecimiento activo a través de pautas de alimentación, ejercicio, etc. Un ejemplo es la detección de problemas de desnutrición en personas mayores. También se llevan a cabo campañas sanitarias en distintos campos que pueden ayudar en este sentido.

¿Y a mejorar la autonomía personal?

La mejor forma de mejorar la autonomía personal es ayudar a que el estado de salud de los pacientes sea óptimo. Por eso es importante que las personas mayores se mantengan activas físicamente, bien alimentados y que sigan adecuadamente sus tratamientos. En todo ello puede ayudar el farmacéutico.

¿Cada vez es más frecuente que las oficinas de farmacia se desplacen a los domicilios de las personas mayores para suministrarles su medicación? ¿Cómo funciona este servicio?

La pandemia supuso un antes y un después en la atención farmacéutica domiciliaria, pues se demostró que es un servicio necesario, sobre todo para los pacientes más vulnerables y dependientes. La experiencia de la pandemia ha servido para que, por primera vez en la Comunidad de Madrid se haya incluido este servicio en la reciente Ley de Ordenación y Atención Farmacéutica y ahora está pendiente su desarrollo reglamentario para definir las condiciones en las que se puede ofrecer, aunque el objetivo es que la atención farmacéutica domiciliaria se dirija a personas dependientes y el servicio sea prestado por las farmacias cercanas a su domicilio y siempre con la supervisión de un farmacéutico.

La Comunidad de Madrid ha incluido el servicio de atención farmacéutica domiciliaria en la reciente Ley de Ordenación y Atención Farmacéutica

¿Las farmacias también se coordinan con el servicio de teleasistencia para la atención a personas con dependencia? ¿Qué se consigue de este modo?

La dependencia exige coordinación y colaboración entre todos los agentes implicados y, como decía antes, ese es uno de los grandes retos a los que se enfrenta el sistema sanitario y sociosanitario. Sin coordinación y colaboración entre los profesionales y los distintos niveles asistenciales no puede ofrecerse una atención integral a los pacientes y, en particular, los pacientes dependientes necesitan una atención integral que cubra sus distintas necesidades, que son muchas y que se tienen que cubrir en situaciones especialmente complejas.

A principios de año se anunció el convenio del Ayuntamiento de Madrid con las farmacias para combatir la soledad no deseada, a través del programa “Madrid Te Acompaña”. ¿Cómo se está desarrollando está acción? ¿Qué resultados se están obteniendo?

Madrid te acompaña es una magnífica oportunidad para colaborar con las instituciones, en este caso el Ayuntamiento de Madrid, para mejorar la atención de las personas mayores. Las farmacias y los farmacéuticos somos visitados a diario por decenas de miles de personas en la Comunidad de Madrid y eso nos permite ser un punto de encuentro privilegiado para detectar situaciones de soledad que requieran un apoyo institucional. Nuestra vocación siempre es la de sumar y aunar esfuerzos y en este terreno la respuesta está siendo buena, pues ya hay 250 farmacéuticos colaborando en el programa y tenemos previsto realizar nuevas acciones de difusión de esta iniciativa para aumentar las adhesiones y poder ayudar a más personas.

¿Cree que sería recomendable que las farmacias llevarán a cabo un seguimiento de cada paciente para mantener una relación más fluida y eficaz de cara a su salud?

No sólo es recomendable, sino que diría que es necesario y en muchas ocasiones ya se hace, aunque a distintos niveles y en algunos casos sea más exhaustivo que en otros en función de la situación clínica de cada paciente. Existen servicios como el seguimiento farmacoterapéutico, que está destinado a llevar un mayor control de aquellos pacientes que tiene muchos tratamientos y que a veces son complejos de seguir sin un asesoramiento profesional. Pero, aunque no en todas las farmacias se puede realizar todos los servicios, la gran mayoría son un referente para sus pacientes mayores, pues el farmacéutico no sólo conoce su estado de salud, sino mucho de su situación social, si viven solos, si tienen familia, cómo se sienten… En muchos barrios y, sobre todo, en muchos pueblos, la farmacia es un punto de encuentro imprescindible, y no sólo sanitario.

Para todo ellos se necesita mayor conocimiento, ¿los farmacéuticos se forman de cara a una mejor atención de las personas mayores y/o con dependencia?

Los farmacéuticos somos profesionales sanitarios y, de hecho, somos una de las profesiones sanitarias con más campos de actuación, no sólo la farmacia comunitaria u oficina de farmacia. Como profesión sanitaria estamos obligados a mantener una formación constantemente actualizada y la formación es, además, uno de los pilares del Colegio de Farmacéuticos, pues solo en 2022 más de 7.500 farmacéuticos realizaron alguna actividad formativa del COFM, entre ellos cursos sobre los ya mencionados sistemas personalizados de dosificación (SPD), nutrición en el anciano, cuidados de la piel, ayudas técnicas, etc.

COFM colabora con el Ayuntamiento de Madrid para detectar situaciones de soledad no deseada que requieran un apoyo institucional

¿Hacia dónde se dirige la farmacia como espacio de salud?

El objetivo es reforzar la red de farmacias como una red de establecimientos de valor sanitario y social imprescindible, en la que el farmacéutico ejerce como el experto en medicamentos más cercano a la población, pero contribuye también decisivamente a mejorar la salud de los pacientes a través de otros servicios relacionados con la salud pública y la prevención. Y todo ellos adaptándose a los nuevos tiempos de la digitalización sin perder su carácter humano y de proximidad.

Los farmacéuticos y los técnicos especialistas, estén donde estén, pueden hacer mucho y muy bien por la salud en general de toda la población. Estamos en la Administración, las farmacias comunitarias, en los hospitales, en los centros de salud, en la industria farmacéutica, en la investigación… Estamos en multitud de ámbitos sanitarios. En general, tenemos una clara vocación sanitaria y social para ayudar a nuestra sociedad. Soy de la opinión de que si todos trabajamos para mejorar nuestro círculo próximo y damos un ejemplo de solidaridad y entrega pondremos un granito de arena que ayudará en parte a mejorar nuestro mundo.

Carmen Moreno

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