Ana Rosa del Águila Obra
Catedrática de Organización de Empresas. Departamento de Organización de Empresas. Universidad de Málaga
El “Social Living Lab” o laboratorio de evaluación, que forma parte del Proyecto “Vivir en Casa”, es un espacio de demostración y ensayo para investigar, formar e implementar en entornos reales de personas mayores y/o en situación de dependencia un modelo de intervención integral, flexible y personalizado, el cual incluye avances tecnológicos, que favorezca y posibilite su permanencia en el hogar.
Es un proyecto de investigación donde la robótica y la domótica, además, se ponen al servicio de las personas. En este caso, dispositivos, sensores y cámaras inteligentes, robots sociales, andadores adaptados, eficiencia energética, inteligencia artificial, realidad virtual, entre otros, avances tecnológicos se integran para facilitar la vida de las personas en su entorno, y los profesionales, el/la usuario/a y sus cuidadores están en el centro del proceso.
La denominada casa consciente para la experimentación fue inaugurada el 6 de septiembre de 2023 por el viceconsejero de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad de la Junta de Andalucía, José Repiso Torres, y el vicerrector de Investigación y Transferencia de la Universidad de Málaga, Teodomiro Juan López Navarrete.
“Sensores y cámaras inteligentes, robots sociales, andadores adaptados, eficiencia energética, inteligencia artificial y realidad virtual son algunos avances tecnológicos que se integran para facilitar la vida de las personas en su entorno”
El proyecto “Vivir en Casa” surge de la necesidad de buscar fórmulas flexibles que garanticen la viabilidad del actual modelo de apoyos domiciliarios a futuro, proponiendo un cóctel de atenciones más diversificado y adaptado a las necesidades reales de las personas en situación de fragilidad, y que considere la importancia de sus cuidadores principales, e integre además las innovaciones tecnológicas.
El proyecto se fundamenta en la complementariedad de lo tecnológico y lo social, con un doble objetivo:
Sobre las premisas anteriores, los antecedentes del proyecto “Vivir en Casa” hay que buscarlos en el Foro Tecnosocial 2022 (https://www.uma.es/fest/info/132684/tecnosocial-2022/), espacio impulsado por la Junta de Andalucía, la Diputación de Málaga, el Ayuntamiento de Málaga y la Universidad de Málaga, que tuvo lugar en la Facultad de Estudios Sociales y del Trabajo.
Este Foro celebrará su tercera edición en 2024, consolidándose como espacio de encuentro académico y profesional a nivel nacional sobre la innovación y los servicios sociales, conformando un ecosistema único donde se dan la mano Administraciones Públicas, empresas privadas, Tercer Sector y academia, entre otros agentes.
El objetivo fundamental es generar un espacio de demostración para investigar y formar en los diferentes aspectos de la Sociedad 5.0, aquella en que la tecnología está al servicio de las personas y hacia la sostenibilidad en sus distintos aspectos atendiendo a objetivos de Desarrollo Sostenible definido por las Naciones Unidas, ODS.
Como objetivos particulares están el investigar para definir un nuevo modelo de atención domiciliaria basada en la proximidad de los recursos y con la participación en el entorno. Y, en este contexto, testear diferentes avances tecnológicos (robótica y domótica), que favorezca el bienestar y la calidad de vida de y posibilite su permanencia en el hogar. Por otra parte, está el formar sobre los avances tecnológicos, y en materia de empatía hacia las personas mayores y/o dependientes, a profesionales del trabajo social, enfermería, fisioterapia, medicina, terapia ocupacional, psicología, educación social, ingenierías (de Administraciones Públicas, empresas privadas), estudiantado, profesorado, usuarios/as, entre otros.
“El objetivo fundamental es generar un espacio de demostración para investigar y formar en los diferentes aspectos de la Sociedad 5.0, aquella en que la tecnología está al servicio de las personas”
Se trata de un centro experimental generado en torno a un ecosistema de innovación alrededor de los cuidados domiciliario único, dado que interactúan, en torno al Comité Asesor, del proyecto todos y cada uno de los agentes relacionados con la prestación de este servicio.
Este aspecto es sumamente relevante cuando hablamos de repensar los procesos de prestación de servicios, el modelo de cuidados domiciliarios a personas mayores y/o dependientes. Tanto la Administración Pública, como las empresas privadas, como los profesionales (trabajadores/as sociales, psicólogos/as, ingenieros/as, entre otros), académicos/as, usuarios, familiares, cuidadores/as, van a interactuar en el laboratorio con el objetivo principal de redefinir el modelo actual de cuidados domiciliarios, proyectando hacia el futuro que es hoy.
Se persigue el ensayo, con tecnologías ya existentes, pero también la creación de tecnologías nuevas conducentes a la mejora de la calidad de vida de las personas. Además, los resultados que se logren serán públicos y de libre acceso.
Otra característica diferenciadora es su conexión con el contexto real, ya que una vez valoradas, aquellas soluciones más eficientes, económicas y sostenibles, se pondrán a prueba en diversas ubicaciones reales, domicilios de personas mayores y/o dependientes. Sus usuarios finales tendrán a su disposición dichas tecnologías en su hogar, se examinarán sus características particulares de instalación y se evaluará su adecuación a las situaciones personales de cada usuario/a.
El proyecto ‘Vivir en Casa’ se encuentra liderado por la Facultad de Estudios Sociales y del Trabajo de la Universidad de Málaga y la Consejería de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad de la Junta de Andalucía, a través de los fondos Next Generation UE y el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.
La colaboración se ha materializado a partir de la firma de un convenio a través de la Oficina de Transferencia de Resultados de la Investigación de la Universidad de Málaga. El equipo está formado por investigadores de los Departamentos de Economía y Administración de Empresas; Psicología Social, Trabajo Social y Servicios Sociales y Antropología Social; Tecnología Electrónica y del Instituto de Domótica y Eficiencia Energética. Además de cargos institucionales y funcionarios de la Junta de Andalucía.
Para el desarrollo del “Social Living Lab” se ha partido de un inmueble ya existente, similar a una casa unifamiliar, se ha procedido a desarrollar el análisis constructivo completo de la edificación, determinando cuáles eran las opciones óptimas de cara a la automatización y el control total, de la misma. El objetivo final del estudio preliminar fue reducir al mínimo posible la demanda de las instalaciones, tanto eléctricas como de seguridad, climatización ventilación. Por otra parte, se buscaba el máximo confort del habitáculo, adaptándose a las necesidades de las personas con una edad avanzada y a la accesibilidad de aquellas otras con cualquier tipo de discapacidad. Para ello se han tenido en cuenta los principios básicos de sostenibilidad energética y calidad de vida como modelos para esta edificación.
Para su implantación se planteó la utilización de sistemas domóticos, mediante dispositivos electrónicos y eléctricos, que facilitasen la automatización de procesos. Dichos dispositivos tenían la función de controlar y optimizar las tareas de eficiencia energética, así como de salud de los usuarios/as y la gestión sostenible de los recursos de los que disponen. Además, se analizaron los posibles dispositivos que ayudan al control de la salud de sus habitantes para interactuar con los sistemas de seguridad y alerta médica.
En el laboratorio también se simula el control de las instalaciones automatizadas, mediante gafas de realidad virtual, pudiendo visualizarse la vivienda y el control domótico de las mismas desde ubicaciones remotas.
En el campo de la robótica aplicada a lo social, se encuentran, entre otros dispositivos, los robots de sobremesa y telepresencia.
En el proyecto financiado por la Junta de Andalucía se trabaja con la premisa de que en el desarrollo del mismo el modelo resultante de cuidados domiciliarios no existan barreras a su implementación derivados de la brecha digital.
“Social Living Lab” se encuentra abierto tanto a investigadores universitarios como para profesionales del ámbito de la dependencia, al igual que para entidades públicas y privadas que busquen la aplicación, experimentación y testeo de sus innovaciones tecnológicas dentro de los servicios sociales. A través de la web vivirencasa.org es posible contactar y concertar una visita al mismo.
El proyecto “Vivir en Casa” supone una inversión de 2.294.000 euros con cargo a los fondos europeos procedentes del mecanismo para la Recuperación y Resiliencia gestionados por la Junta de Andalucía.
Se encuentra ubicado en calle Amaranto, en el Distrito de El Palo de Málaga. El inmueble, de 160 metros cuadrados, se encuentra situado junto a la residencia de mayores de la Junta de Andalucía, por lo tanto, en contacto directo potencial con profesionales y usuarios/as.
El complejo busca la proximidad y similitud con el interior de una casa, con sus barreras arquitectónicas, y cómo salvarlas al menor coste posible. Recreando para ello un hogar adaptado a las necesidades de diversos perfiles de usuarios/as, contando con un amplio salón que permite la evaluación y experimentación de dispositivos y sistemas; así como otras habitaciones con una sala comedor, cocina y dormitorio con cuarto de baño donde se exhibe las últimas tecnologías en atención domiciliaria. También cuenta con tres despachos de trabajo para el análisis y estudio de datos.
En el ámbito de la domótica la vivienda funciona de modo sostenible, generando energía a través de placas solares que permiten poner en marcha los sistemas integrados en su interior.
En las habitaciones se localizan sensores de movimiento y monitorización, detección de humo o apertura de puertas, así como un sistema centralizado que permite activar y controlar la iluminación de las habitaciones a través de dispositivos móviles.
Entre algunas de las innovaciones domóticas se cuentan con pantallas de televisión que permitan realizar videoconferencias en el salón/comedor, en la cocina un frigorífico que permite visualizar los productos en su interior, antes de su apertura, y realizar pedidos automáticos según la necesidad, papeleras inteligentes que se abren por la proximidad del/la usuario/a, cama articulada en el dormitorio, así como un sistema de geolocalización para establecer la ubicación precisa de la persona dependiente cuando se halla fuera del hogar y que mide sus parámetros de salud para poder actuar en caso de emergencia.
Los robots de sobremesa, como el modelo ‘Zenbo’ y “Nuka”, de pequeño tamaño y fácilmente transportable, permiten una interacción con la persona mediante recordatorios, agenda y calendario, así como diversas actividades de entretenimiento y ocio.
Además, los robots de mayor tamaño y de telepresencia, ‘TEMI’, ‘James’ y ‘GoBe’, se pueden desplazar hacia cualquier punto del hogar y permiten acompañar a la persona. Disponen de pantalla que permite realizar videoconferencias con familiares y profesionales, y pueden realizar consultas a la persona usuaria para comprobar su estado de ánimo y salud, interactuando con ellos a través de reconocimiento facial o de voz.
El “Social Living Lab” es un espacio abierto y dinámico para la innovación participativa entre todos los agentes que tienen relación con el modelo de cuidados domiciliarios, se testarán de forma científica todas aquellas innovaciones de producto nuevas que surjan en el mercado en el contexto internacional. El objetivo es que pueda convertirse en un centro certificador de dichos productos para el mercado español. Precisamente todos los profesionales y entidades que trabajan conjuntamente en torno a este proyecto son las que garantizan su desarrollo futuro.
En lo que se refiere a la sensibilización y concienciación, el “Social Living Lab” cuenta con el denominado traje de empatía, que permite realizar una simulación de determinadas afecciones y alteraciones físicas que permiten a los asistentes sociales ponerse en la piel de una persona que las padece, como puede ser en casos de lumbalgia, temblor de manos o falta de visión y audición.
El traje es un recurso didáctico que trabaja la empatía hacia las personas mayores, permite además crear espacios de acción y reflexión acerca del trabajo con personas mayores, conocer las principales dificultades físicas y sensoriales asociadas a un envejecimiento patológico y desarrollar una concienciación a través del aprendizaje experiencial, necesario para unas buenas prácticas en el trabajo con personas mayores, tanto para profesionales sociosanitarios, como en general.
Profesionales de los medios de comunicación, ingenieros/as que desarrollan productos para personas mayores y/o dependientes, gestores públicos que diseñan políticas públicas para este colectivo, todos ellos se beneficiarían de actividades formativas dirigidas a aumentar su actitud empática hacia mayores y dependientes.
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