María del Mar Pageo
Presidenta de Cruz Roja Española
Ante el reto demográfico del envejecimiento, urge rediseñar el modelo de cuidados. María del Mar Pageo, presidenta de Cruz Roja Española y médica geriatra, plantea en esta entrevista a BALANCE Sociosanitario una hoja de ruta clara: cuidados personalizados centrados en la persona, integración comunitaria, tecnología accesible y reconocimiento institucional del rol de las personas cuidadoras. La experta defiende una transformación estructural del sistema sociosanitario que garantice dignidad, autonomía y calidad de vida.
Nuevas medidas para el reto del envejecimiento
Usted es médica geriatra, además lleva en Cruz Roja casi 40 años trabajando, ¿cómo definiría el reto que supone el envejecimiento de la población en nuestro país?
El proceso de envejecimiento, si bien es en sí diverso en función de las personas, supone en muchas ocasiones afrontar dificultades como la pérdida de la autonomía personal, el deterioro cognitivo, la soledad no deseada o la brecha digital, entre otros. Así, también supone un desafío estructural y organizativo en torno a las necesidades emergentes y los servicios vinculados, como son los servicios sanitarios o sociales.
¿Qué implicaciones sociales, sanitarias y emocionales tiene este envejecimiento, especialmente en un contexto donde muchas personas mayores viven solas?
La soledad no deseada y el aislamiento social son problemas prioritarios que generan numerosos desafíos relacionados con el envejecimiento. Estos problemas están asociados con el deterioro de los hábitos de vida, como una mala alimentación, prácticas de salud inadecuadas, sedentarismo y dificultades para seguir pautas terapéuticas. Además, la soledad puede provocar problemas de salud mental, deterioro cognitivo temprano o acelerado debido a la falta de estimulación cognitiva, y una mayor vulnerabilidad ante situaciones de abuso o trato inadecuado, como estafas o robos.
En Cruz Roja, nuestro objetivo esque las personas mayores, tanto hombres como mujeres, fortalezcan yamplíen su red social, creando un sistema de apoyo personal y emocional. De esta manera, contribuimos directamente a reducir la soledad no deseada y el aislamiento social, mejorando su bienestar integral.
Uno de los objetivos de Cruz Roja es fomentar que la persona mayor se mantenga en casa el mayor tiempo posible, si así lo prefiere.
¿Qué medidas o apoyos hacen posible que las personas mayores mantengan su autonomía en casa?
La mayoría de las personas mayores prefieren permanecer en sus hogares; sin embargo, a medida que avanza la edad, los problemas físicos, cognitivos o sensoriales pueden generar situaciones en las que se vuelve necesario contar con apoyos que les permitan realizar las actividades cotidianas, mantener el control sobre sus vidas y facilitar su plena participación en la comunidad.
Cuáles son esos apoyos es algo que varía según las necesidades y circunstancias de cada persona. Lo prioritario es que sean lo suficientemente flexibles como para adaptarse y personalizarse en cada situación y que sean dispensados por personas profesionales capacitadas y con capacidad de adap tarlos a las necesidades específicas de la persona a la que se atiende.
Además de ello, resulta también crucial involucrar a la comunidad, ya que esta juega un papel decisivo en relación a nuestra capacidad para la cobertura de las necesidades (físicas, pero también emocionales) de nuestra existencia. Por ello, la conexión con la comunidad es un factor clave para que las personas mayores puedan desarrollar sus proyectos de vida de manera autónoma y elegida.
Y quiero insistir en esta última idea: elegida. Todos los apoyos que brindemos deben estar orientados a que las personas sigan manteniendo la capacidad de decisión sobre sus vidas y lo que quieren para ellas.
¿Qué papel juega la tecnología en este acompañamiento para mantener la autonomía dentro y fuera del hogar?
En el contexto actual la tecnología afecta transversalmente a todas las áreas de nuestra vida y no es algo opcional. La tecnología, si bien en determinadas circunstancias puede suponer un reto o una barrera, ofrece también oportunidades significativas para mejorar la vida humana y afrontar muchos de los desafíos que enfrentamos actualmente.
En este sentido, las herramientas tecnológicas están transformando la forma en que las personas pueden vivir de manera independiente. Desde Cruz Roja, tenemos una amplia experiencia en dispositivos tecnológicos como es la teleasistencia, de la que hemos sido impulsores desde sus inicios en España, y gracias a los avances tecnológicos hemos podido ir introduciendo servicios complementarios en la atención. De hecho, en alianza estrecha con la Fundación Amancio Ortega, estamos impulsando la implementación de más de 20.000 dispositivos de voz en domicilios de personas mayores, siendo uno de los mayores proyectos de inversión de tecnología humanitaria que estamos desarrollando.
La necesidad de revalorizar socialmente la situación de las personas cuidadoras me preocupa como geriatra y como presidenta de Cruz Roja Española
Por otra parte, la teleasistencia domiciliaria y la móvil permite mejorar la seguridad y autonomía de la persona mayor tanto en su vertiente de dar tranquilidad como en la de ser un canal de detección de situaciones de riesgo tanto en términos de salud como de soledad.
Ahora bien. Como mencionaba al principio, la tecnología puede también ser una barrera. Por ello es importante destacar que, para poder aprovechar todas sus potencialidades, es imprescindible que se den dos factores básicos: la alfabetización digital y el acceso a los medios tecnológicos.
El papel de las personas cuidadoras, muchas veces familiares, es fundamental. ¿Qué necesidades tienen hoy en día y cómo las atienden desde Cruz Roja?
Convertirse en una persona cuidadora no profesional es algo que rara vez se prevé, siendo lo más habitual que llegue de manera inesperada. De repente, debido a circunstancias muy variadas, te conviertes en cuidador/a y se abre un mundo lleno de incertidumbre sobre cómo comenzar a organizar y brindar el cuidado necesario. La mayoría de las personas cuidadoras no profesionales son del entorno familiar, siendo principalmente parejas o hijas e hijos.
Sin este apoyo al cuidado sería muy difícil poder mantener el sistema de cuidados. Este cuidado no reconocido es muy silencioso y se realiza normalmente en un entorno solitarioy con un sentimiento de soledad no deseada importante.
Además, la sobrecarga de la persona cuidadora es patente y hoy en día con el cambio en el perfil, mujer, trabajadora, con hijos adolescentes y con el cuidado de un familiar, se agudiza.
Recientemente, entre los hallazgos de la Investigación Escucha Participativa “Bienestar Emocional y Vulnerabilidad” que hemos realizado desde la Fundación Cruz Roja Española, se revela que entre la población involucrada con los cuidados (de manera remunerada o no), su mayor demanda es de tiempo: un 46% siente que no tiene tiempo para sí mismo/a, demanda que viene seguida por la falta de apoyo de otras personas (32%) y la necesidad de apoyo institucional (29%).
Desde Cruz Roja ofrecemos apoyo, tanto en la formación como en el aprendizaje para el afrontamiento del cuidado. Acompañamos en la gestión emocional, ofreciendo además espacios de descarga tanto en grupos de apoyo mutuo como servicios de respiro.
¿Qué servicios ofrece SerCuidadorA y cómo ha evolucionado esta plataforma desde su creación?
SerCuidadorA se originó hace más de 20 años en colaboración con el IMSERSO como un espacio web que proporcionaba información sobre los cuidados.
Con los años ha ido evolucionando hasta convertirse en un multicanal que, además del propio espacio de la web, ofrece un teléfono gratuito de información y canalización de demandas, un canal de WhatsApp, así como redes sociales que funcionan como un espacio virtual de ayuda.
También pueden encontrase recursos y formación para las personas cuidadoras, incluyendo información concreta a través de infografías, guías, publicaciones o la realización de la escala de medición de riesgo de sobrecarga medición burnout, entre otras funcionalidades.
¿Es necesario un mayor reconocimiento institucional y social hacia las personas cuidadoras no profesionales?
La necesidad de revalorizar socialmente la situación de las personas cuidadoras me preocupa como geriatra y como presidenta de Cruz Roja Española. Es una cuestión relevante en nuestra organización.
Nuestra apuesta por el apoyo a las personas cuidadoras es absolutamente decidida. Es muy importante, y aún diría más, imprescindible, reflexionar sobre cómo cuidamos; debemos plantearnos que hay que intervenir en todos los entornos que nos rodean, establecer vínculos para que las personas puedan vivir dignamente en su entorno, dirigir nuestra mirada hacia la búsqueda de un nuevo modelo de cuidados basado en un fuerte sistema de servicio público centrado en las personas, con implicación de la ciudadanía.
Los cuidados siguen siendo una acción a la que en general se otorga poco valor social, pese a ser el sostenimiento de la vida y a que, en algún momento, todos/as necesitaremos cuidar o ser cuidados. Por ello, dotar de valor, respeto y aprecio a las acciones de cuidado mutuo es esencial para construir otro modelo de sociedad en la que hablemos, sin más, de personas que cuidan a personas, donde todos y todas encontremos nuestro espacio para contribuir al bienestar de otros/as.
La soledad no deseada es una “lacra silenciosa”, especialmente entre las personas mayores. ¿Cómo afecta esta soledad a su salud física y emocional?
La soledad se ha convertido en uno de los principales problemas de la sociedad actual. De manera simplificada, podríamos decir que en Cruz Roja partimos de un entendimiento de la soledad no deseada como un fenómeno de carácter social (por su extensión y por los factores que lo configuran y contribuyen a ella) que se experimenta de manera individual. En el estudio que recientemente hemos publicado, Percepción y vivencia de la soledad no deseada y sus respuestas en el ámbito comunitario, puede encontrarse un análisis detallado sobre la percepción de la soledad, su vivencia y las alternativas comunitarias frente a ella. En relación a este último punto, no quiero dejar de mencionar el cortometraje A solas con Farid, en el que también abordamos el valor de las relaciones comunitarias respecto a la ruptura de la soledad no deseada.
Los cuidados siguen siendo una acción a la que en general se otorga poco valor social, pese a ser el sostenimiento de la vida
Numerosos estudios y expertos coinciden en que la soledad puede tener consecuencias graves para la salud de quienes la padecen, afectando tanto el plano físico como el psicológico y social. La soledad aumenta el riesgo de enfermedades, reduce la satisfacción con la vida y puede predisponer a alteraciones en la salud física y mental. Además, la soledad impacta significativamente a la sociedad, ya que provoca una desafección en las personas, que dejan de participar activamente, lo que a su vez incrementa los costos de atención y el gasto asociado a su bienestar.
Me gustaría añadir que, en la mayoría de las ocasiones, estos estudios no tienen en cuenta a algunos grupos denominados “población fantasma” ya que escapan de las estadísticas oficiales. Son personas en situación de vulnerabilidad cuya realidad no es lo suficientemente visible y quedan al margen del acceso a recursos. Un grupo que nos preocupa especialmente es el de las personas mayores migrantes que han venido a España con familiares o refugiados. Estas personas suelen enfrentar situaciones de aislamiento y Soledad No Deseada debido a varias barreras, como las dificultades con el idioma, la falta de redes de apoyo, o ciertas limitaciones de movilidad.
Cruz Roja lleva a cabo distintos proyectos y campañas para prevenir la soledad, ¿en qué consisten y qué resultados se obtienen?
En Cruz Roja conocemos bien la realidad de las personas que sufren la soledad no deseada y mantenemos un compromiso continuado para reducir este sentimiento, así como el aislamiento social de las personas en situación de vulnerabilidad.
Para ello, realizamos acciones dirigidas al fortalecimiento de sus redes sociales, a la sensibilización a la ciudadanía, a la detección de riesgos y a la intervención sobre las consecuencias físicas y psicológicas de la soledad. También fomentamos la activación social de las personas y su participación en su propio proceso de inclusión, mediante acciones de empoderamiento que les permitan, de manera activa y eficaz, no solo superar los obstáculos y las barreras existentes (sociales, digitales, etc.), sino también asumir el control de sus propias vidas y el pleno ejercicio de sus derechos ciudadanos.
Entre las distintas iniciativas que tenemos en marcha podemos mencionar el servicio multicanal TE ACOMPAÑA, el proyecto “Red social para personas mayores: Enrédate” o la iniciativa “Voces en Red”, en alianza con la Fundación Amancio Ortega.
Además, en 2024 lanzamos una iniciativa conjunta con Milka (Mondelez) denominada “Ternura contra la Soledad” para dar visibilidad a esta realidad que es cada vez más patente entre personas de todas las edades y promover pequeños gestos de ternura que permitan reducir la soledad a nuestro alrededor.
Asimismo, contamos con el servicio Cruz Roja Te Escucha, en el que disponemos de tres niveles de atención para la población general, adaptados para abordar diversas necesidades y situaciones emocionales de las personas que buscan apoyo (Orientación, Asistencia y Acompañamiento). Estos niveles de atención están diseñados para adaptarse a las necesidades individualesde cada persona que requiere ayuda, buscando contribuir positivamente al bienestar emocional y social de quienes confían en nuestro servicio.
¿Qué podemos aprender de estas situaciones y cómo podemos ayudar a prevenirla?
Cada vez somos más conscientes de la importancia de prevenir la soledad, y cobra especial importancia que entrenemos y desarrollemos nuestra capacidad para cultivar nuestras relaciones sociales a lo largo de la vida, no por el hecho de tener muchas amistades, sino especialmente por la influencia que tiene mantener unas adecuadas conexiones sociales para nuestra salud y bienestar. Además, la promoción de espacios y redes comunitarias es clave no solo para reducir el aislamiento social, sino también para generar comunidades cada vez más inclusivas y resilientes.
Las relaciones sociales juegan un papel fundamental como «amortiguadores del estrés», ayudando a las personas a enfrentar las dificultades cotidianas. Nos proporcionan apoyo y reducen el impacto de los problemas en nuestras vidas. Además, cada uno/a de nosotros/as puede ser una fuente de apoyo para los demás.
El voluntariado se presenta también como una herramienta muy eficaz para prevenir y transformar la soledad no deseada en una oportunidad para la conexión social y la mejora de las relaciones en nuestro entorno. En un barrio o pueblo donde se promuevan la solidaridad y la conexión entre sus habitantes, la soledad es más difícil que tenga cabida.
Aún existen muchos prejuicios o barreras sociales sobre las personas mayores. La campaña #SerMayorEsLoMas busca precisamente cambiar esa mirada.
¿Qué impacto están logrando con ella?
La campaña nació en 2023 en el marco del Día Internacional de las Personas Mayores, con el objetivo de visibilizar las contribuciones de las personas mayores a la sociedad, gracias a sus años de experiencia, y de concienciar de que ser mayor esmucho más que una cuestión de edad: es seguir participando activamente en la comunidad y aportar cada día a las generaciones presentes y futuras.
Combinamos acciones presenciales con las oportunidades que brindan las nuevas tecnologías para ampliar nuestro alcance. Entre las acciones presenciales, destacan actividades en parques y plazas de distintos barrios, sesiones intergeneracionales en institutos y la colaboración con comercios amigables con las personas mayores, generando impacto a nivel local. En el ámbito digital, hemos utilizado diversos materiales en la plataforma web youtube, y en redes sociales como Facebook e Instagram, esta última con el objetivo de captar la atención de un público más joven.
Gracias a la buena acogida y a los resultados obtenidos, la campaña se ha consolidado como un lema atemporal, que seguimos utilizando como herramienta para promover una visión de las personas mayores como activas, dinámicas y con una perspectiva amplia y enriquecedora sobre la vida.
A nivel personal, ¿qué le gustaría que cambiara en nuestra forma de cuidar y acompañar a las personas mayores?
La Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el periodo 2021- 2030 como la Década del Envejecimiento Saludable, entendiendo por ello el proceso de fomentar y mantener la capacidad funcional que permite el bienestar en la vejez, definiendo a su vez la capacidad funcional como tener los atributos que permiten a todas las personas ser y hacer lo que para ellas es importante. Y esto enlaza de manera directa con lo que me gustaría que cambiara en el cuidado y acompañamiento a las personas mayores.
En primer lugar, me gustaría que cambiara nuestra forma de pensar en el envejecimiento y en las personas mayores. El proceso de envejecimiento puede ser muy diverso, y muy diversas son también las personas mayores y los cuidados y acompañamientos que, por tanto, requieren.
Aceptar esta diversidad es el primerpaso para evolucionar de un concepto de cuidados en el que las personas mayores son percibidas como sujetos pasivos, a otro que ha de construirse sobre la base de las necesidades específicas de cada persona, y que entiende que son sujetos activos y con derecho a elegir qué necesitan y cómo quieren ser cuidados. Este es el segundo cambio que me gustaría que se produjera.
En este planteamiento, las acciones de cuidado se establecen sobre la base de la igualdad, donde quien recibe cuidados sigue siendo un sujeto de derechos. Esto es imprescindible para lograr lo que debería ser un fin esencial de los cuidados: mantener, a través de ellos, la dignidad de la persona cuidada. Esto puede parecer algo muy obvio, pero lamentablemente no siempre ocurre así.
Para que todo esto suceda, para que se imponga una visión mucho más matizada y justa de las personas mayores, para que el modelo de cuidados sea más respetuoso que condescendiente, es imprescindible fomentar la educación y pedagogía al respecto, y hacerlo desde edades muy tempranas que es cuando comienzan a formarse nuestra y visión y actitudes con relación al mundo que nos rodea.