El Clúster de la Edificación y la Asociación de Promotores Inmobiliarios de Madrid (Asprima) ha organizado este lunes la jornada “El futuro de las residencias sénior” en la sede de la Consejería de Vivienda, en la que administración pública, empresa privada y expertos del sector sociosanitario han sentado las bases de cómo tiene que desarrollarse la próxima construcción, ya anunciada por la Comunidad de Madrid, de las 40 residencias y 40 centros de día
El encuentro ha sido inaugurado por José María García, viceconsejero de Vivienda de la Comunidad de Madrid, que ha dado la bienvenida a los asistentes, poniendo el valor el trabajo que se está realizando con el Plan Vive y la futura construcción de los centros residenciales.
La Comunidad de Madrid replicará el Plan Vive para ajustarlo a la edificación de 40 residencias de mayores -6.000 plazas- destinadas a personas en situación de dependencia hasta 2030. Este proyecto se enfocará en la colaboración público-privada y en la utilización de métodos constructivos industrializados. Para llevar a cabo esta iniciativa se destinará una suma cercana a los 500 millones de euros, con la generación de 5.600 puestos de trabajo directos y 15.000 durante su desarrollo.
En la jornada “El futuro de las residencias sénior”, el viceconsejero de Familia, Juventud y Asuntos Sociales de la Comunidad de Madrid, Pablo Gómez-Tavira, ha confirmado la noticia: “Nos hemos puesto a trabajar replicando el modelo del Plan Vive y adaptándolo. Estamos en fase de mutación demanial -los Ayuntamientos ceden a la CAM sus suelos y ésta los pone en sistema de concesión por un determinado número de años – y en breve sacaremos los concursos y lotes”, destacó el viceconsejero.
Cinco pilares
Gómez Tavira destacó la necesidad de esta construcción de residencias ante el reto demográfico que supone la jubilación de la generación “baby boom”. Y es que, si ahora el número de habitantes mayor de 64 años en España asciende a aproximadamente 9,9 millones, más de un 20% de la población total del país, en los próximos años habrá un 47% más, entorno a 15 millones de personas.
Además, en las residencias el 75 % de los usuarios tendrá más de 85 años, una circunstancia y unos datos que han que el sector residencial tenga que dar un paso al frente ante los problemas de fragilidad, cronicidad y atención que se avecinan porque la mayor parte de la población quiere seguir desarrollando su proyecto vital en su domicilio.
En la jornada, Julián Domínguez, socio director de CIP Arquitectos, empresa que es parte del Clúster, aseguró que «la industrialización de los sistemas constructivos resulta fundamental para desarrollar viviendas eficaces, sostenibles y de excelente calidad. Al construir hogares, es esencial maximizar la industrialización de los componentes que influyen en los tiempos, la calidad y la funcionalidad, evaluando el grado de industrialización en áreas como baños, fachada, estructura y envolvente».
A su vez, David Gutiérrez, de Asociado Valladares Ingeniería, también destacó la importancia de que estas construcciones se desarrollen adaptándose a los continuos cambios del sector y basándose en cinco pilares fundamentales: convivencia, seguridad, accesibilidad, industrialización y flexibidad.
Mesa redonda
Durante la jornada también tuvo lugar una mesa redonda, moderada por Matilde Pelegrí, fundadora y presidenta de Grupo SENDA. Josune Méndez, secretaria general de AESTE, y Ignacio Fernández-Cid, presidente de la Federación Empresarial de la Dependencia, reflexionaron sobre el futuro de las residencias y la evolución de la construcción arquitectónica para fomentar en bienestar de las personas mayores. Ambos expertos profesionales consideran que la construcción se debe ir adaptando a los continuos cambios del sector, así como también evolucionan los modelos de cuidados.
A cargo de la clausura de la jornada estuvieron Fernando Moliner, vicepresidente de Asprima, y Juan Antonio Gómez-Pintado, presidente del Clúster de la Edificación.
En la confianza se fundamenta la colaboración entre el sector público y privado. Moliner destacó la importancia de definir conjuntamente -Administración y promotores- el modelo, asignar apropiadamente los riesgos y prever el reequilibrio del contrato a largo plazo.
Destacó Gómez-Pintado que, para continuar progresando en la construcción, es necesario optar por la industrialización, considerando siempre la cuestión ambiental. «El impulso del Plan Vive en la vivienda madrileña no solo ha sido notable, sino que también impactará en los hogares de la tercera edad», afirmó.