El ingreso en residencias de personas con discapacidad física debe ser una opción, pero no una obligación. Pues, existen figuras como la del asistente personal, que hay que potenciar para evitar la institucionalización de estas personas.
Se hace necesario revisar la normativa existente para enfocarla hacia el modelo de autonomía personal, propiciando modelos de atención cohousing en los centros de atención residencial. Modelos donde tenga cabida la compatibilidad de prestaciones de la asistencia personal, con servicios de convivencia residencial que propicien la interacción de los usuarios con el exterior de estos centros, que puedan trabajar, estudiar, formarse o realizar cualquier labor de interés personal como el ocio, la cultura o el deporte.
En palabras del presidente de la Federación, Javier Font, “se agradece que seamos un referente en la atención a personas con discapacidad y que las plazas de la red de centros asistenciales de la Comunidad de Madrid, sea gratuita pero ahora tenemos que volver a ser un referente en autonomía personal y que la prestación de asistencia personal prevalezca ante ninguna otra».
El presidente de la Federación ya ha trasladado a la Dirección General de Atención a personas con discapacidad la necesidad urgente de producir cambios profundos en la legislación actual de los modelos de atención a personas con discapacidad potenciando, por encima de todo, la figura del asistente personal.
Existen varios programas que llevan en fase de pilotaje varios años y que han demostrado ser el mejor de los servicios de atención asistencial para personas con discapacidad pues, se propicia su autonomía personal, su integración en la sociedad y su normalización en la misma. Lo que produce un aumento de su participación activa y real, que demuestra que pueden producir un retorno a la sociedad y hacer sostenible el sistema para todas las personas.
Las 222.148 personas con discapacidad física que residen en la Comunidad de Madrid esperan cambios importantes para potenciar su autonomía personal y reducir su dependencia.
Para las personas con discapacidad es muy importante un uso adecuado de los términos de lenguaje ya que cuidar no es lo mismo que asistir. Si tenemos en consideración que, asistir, es una forma de cubrir las necesidades básicas de una persona que no puede hacerlas por sí misma. No obstante, si puede controlar lo que quiere hacer y tener la capacidad de decisión necesaria, para adoptar las medidas de actuación que, en cada momento, quiera llevar a cabo.
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