A veces, la vida no da tregua. El trabajo, la familia, las responsabilidades del día a día se convierten en una carga, y nos cuesta llegar a todo, especialmente cuando además se está al cuidado de una persona mayor que necesita atención constante. Para quienes afrontan esta tarea diaria, las estancias temporales que ofrecen las residencias son mucho más que una solución: son un respiro, una ayuda, un segundo hogar.
En el caso de DomusVi, las estancias temporales en sus centros están pensadas para dar apoyo a las familias en momentos concretos. Ya sea porque el cuidador necesita un descanso físico o emocional, porque hay un viaje o una reforma en casa, o simplemente porque se requiere una atención específica durante una convalecencia. Estos programas se adaptan a las necesidades de cada persona y cada situación. Porque cuidar también implica cuidarse. Y en DomusVi lo saben bien.
Apoyo cuando más se necesita
DomusVi ofrece programas personalizados para estancias de corta duración, donde la persona mayor disfruta de un entorno seguro, tranquilo y activo, con el mismo nivel de atención y cariño que si estuviera en su propia casa.
Cada caso se valora de forma individual. Desde el primer día, un equipo multidisciplinar diseña un plan de cuidados a medida, teniendo en cuenta gustos, rutinas, necesidades y preferencias. Porque cada persona es única, y así debe sentirse.
Como explica Iñaki Revilla, director del centro DomusVi Berra (San Sebastián), “cuando la persona entra en nuestro centro, hacemos una valoración inicial para conocerla bien y tener toda la información que necesitamos para diseñar un plan de cuidados individualizado”.
Durante la estancia, las personas mayores pueden acceder a todos los servicios del centro: actividades lúdicas y terapéuticas, sesiones de fisioterapia, peluquería, podología y también terapias innovadoras, como la realidad virtual o las mascotas robóticas. Todo pensado para estimular cuerpo y mente, promover el bienestar y hacer del día a día una experiencia positiva. Los centros DomusVi son hogares llenos de vida. En ellos se socializa, se hacen amistades, se recuperan ganas y se rompe con la rutina. “Las personas que vienen para una estancia temporal salen de su rutina, socializan y pierden algunas reticencias que pueden tener sobre cómo es la vida en una residencia”, apuntan.
Un respiro con tranquilidad
El programa de respiro familiar es ideal para quienes cuidan de un ser querido a diario y necesitan apoyo de manera temporal por distintos motivos. Estos cuidadores quieren contar con la seguridad de que su familiar está en las mejores manos. Por eso, DomusVi dispone de un equipo multidisciplinar, altamente cualificado, con experiencia y vocación, que brinda la mejora calidad asistencia.
Mientras la persona mayor recibe atención profesional, su cuidador puede tomarse unos días para descansar, para viajar, para atender otras responsabilidades o simplemente para recargar energías. Porque para seguir cuidando bien, también hay que cuidarse.
El trabajo se organiza en unidades de convivencia diferenciadas que garantizan una mayor calidad de vida, integración social y atención individualizada
Las estancias temporales pueden durar desde unos pocos días hasta varias semanas. La recomendación general es de, al menos, un mes para aprovechar al máximo todos los beneficios, tanto para la persona cuidada como para su entorno familiar.
Para mayor tranquilidad, la comunicación con las familias es continua y fluida: se les informa de la evolución, de las actividades realizadas y se les anima a seguir participando en la vida del residente, ya sea con una visita, un paseo por el jardín o incluso compartiendo alguna actividad en el centro.
DomusVi, mucho más que una residencia
Con más de treinta años de experiencia, DomusVi se ha convertido en un referente en el cuidado a personas mayores. No solo por su profesionalidad y calidad asistencial, sino por su filosofía centrada en las personas con un enfoque profundamente humano. El residente está en el centro de los cuidados, y seguirá teniendo el control de su entorno, sus cuidados y vida cotidiana, porque el objetivo es que continue desarrollando sus capacidades para que se sienta bien.
En DomusVi, cada residencia es un hogar. Un lugar donde se cuida, se acompaña y se vive.