La depresión en personas mayores no es un estado normal. Es una idea que hay que desechar para favorecer su diagnóstico y prevenir complicaciones. Pero sí es cierto que muchas veces este trastorno en personas mayores se asocia con otras enfermedades como demencias y enfermedades físicas, lo que contribuye a un mayor deterioro en diferentes aspectos de sus vidas, incluyendo lo social, económico, cultural y familiar. El aislamiento y la soledad no deseada también se identifican como factores que predisponen a una mayor depresión en este grupo vulnerable.
Mercedes Bermejo señala que es crucial detectar los signos de depresión a tiempo, ya que existe una línea delgada entre la tristeza adaptativa y la enfermedad mental. Entre los signos de alerta que destaca se encuentran los cambios en el sueño y la alimentación, la falta de energía y pensamientos recurrentes suicidas. En personas mayores, también predominan problemas de memoria, cambios en la personalidad, fatiga y pérdida de apetito. Así lo explica:
Para lograr una mejora en el paciente con depresión es necesario un adecuado diagnóstico y tratamiento que posibilite un progreso en el pronóstico y evolución. La vocal de la Junta de Gobierno del Colegio Oficial de la Psicología de Madrid hace hincapié en la necesidad de abordar la depresión en personas mayores de manera diferenciada, teniendo en cuenta sus características evolutivas y contextuales. Subraya la importancia de evaluar las características cognitivas, académicas, intelectuales, sociales y familiares de los pacientes, así como identificar una red de apoyo. Asimismo, propone un enfoque sistémico para “conseguir un trabajo integral y colaborativo de cara a un posible tratamiento y propuesta de diferentes pautas para poder dotar al paciente de los recursos, las estrategias y las técnicas que pueda necesitar”.
Por otra parte, advierte de que el tratamiento de la depresión en personas mayores requiere tiempo y un enfoque comprensivo. La duración de un episodio depresivo puede variar en función de diversas variables, pudiendo durar varios meses, o incluso años. Y resaltó la importancia del vínculo terapéutico y del trabajo psicoterapéutico.
Con un aumento significativo en la prevalencia de la depresión en personas mayores, se destaca la necesidad de una mayor conciencia social y un enfoque específico en la prevención, detección y tratamiento de este trastorno mental en este grupo vulnerable. La sociedad debe comprender y apoyar a quienes están afectados por la depresión. ¿Cómo? El Colegio de Psicólogos de Madrid nos da algunas nociones:
Por su parte, los profesionales de la salud mental deben adaptar sus intervenciones a las necesidades específicas de las personas mayores. La clave está en comprender, apoyar y proporcionar un tratamiento personalizado que marque la diferencia en la vida de las personas mayores.
El Colegio Oficial de la Psicología de Madrid ofrece algunas recomendaciones para la prevención de la depresión.
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