María del Prado Carretero Montero Directora de la Residencia Barber de Toledo.
María del Prado Carretero Montero Directora de la Residencia Barber de Toledo.

“Estamos promoviendo la autonomía y, en muchos casos, revirtiendo la fragilidad que presentan los mayores que viven en las residencias”

María del Prado Carretero Montero

Directora de la Residencia Barber de Toledo

La Residencia de personas mayores Barber de Toledo es uno de los centros en los que se está investigando los beneficios del entrenamiento de fuerza orientados a mejorar la potencia muscular de las personas mayores institucionalizadas mediante la aplicación de la metodología Velocity Based Training (VBT) o entrenamiento basado en la velocidad. Para conocer cómo se está trabajando, la impresión de las personas mayores que están colaborando y los primeros beneficios que se observan, hablamos con la directora del centro, María del Prado Carretero Montero.

¿Cuáles son las principales necesidades de las personas mayores institucionalizadas en lo que respecta a funcionalidad y actividades de la vida diaria?

Un rasgo muy común en las personas que están en residencias de mayores es la dificultad para la actividad física. Una vez que la persona llega al centro va dejando de reconocer y asumir cualquier responsabilidad, suele rechazar cualquier tipo de esfuerzo o implicación personal, demandando a la residencia actuaciones que, en algunos casos, ellas podrían realizar.

La finalidad de la residencia es la atención integral, tiene normas propias y genera costumbres no exportables fuera de ella, por lo que sus usuarias generan patrones de adaptación al entorno que resultan muy peculiares fuera de ella. En muchos casos, las personas mayores que viven en residencias pasan más tiempo sentadas del que sería aconsejable. Por ello, trabajamos para que participen en actividades y desarrollen una actividad física saludable adecuada para cada persona.

¿Cómo influye la práctica de ejercicio físico en su calidad de vida?

Es bien sabido que la inmovilización conduce a una disminución de volumen muscular, deterioro de la arquitectura muscular y, finalmente, debilidad muscular y pérdida de potencia muscular. Los programas de entrenamiento de fuerza orientados a la mejora de la potencia muscular han demostrado revertir la pérdida de potencia muscular con la edad generando mejoras importantes en la funcionalidad física de las personas mayores.

¿Cuántas personas mayores están participando en el programa de entrenamiento de fuerza orientados a la mejora de la potencia muscular?

Están participando aproximadamente 20 personas, aunque la residencia está en obras y se prevé que con los nuevos ingresos esta cifra aumente. 

¿Notan que están motivados?

Como nos pasa a todos, cuando hay algo nuevo al principio quieren saber de qué se trata y muestran más interés, pero con el tiempo la curva de motivación se va aplanando ya que es una generación que, a diferencia de las nuevas generaciones, no ha tenido una cultura de ejercicio físico. Por lo que es importante el papel que hacemos de educación, concienciándolos de la importancia que tiene el ejercicio físico para poder mantener un envejecimiento saludable.

¿En qué consisten los ejercicios que realizan?

Básicamente consiste en un tipo de entrenamiento llamado “multicomponente”. Este nombre se debe a que trabaja diferentes dominios de la capacidad física de una persona, como la potencia, el equilibrio, la capacidad aeróbica, la coordinación. Esto se traduce en ejercicios para las piernas con maquinaria específica de gimnasio o con incluso con una silla, ejercicios de equilibrio o caminatas por la residencia, entre otros.

¿Hay algunos residentes a los que les guste especialmente o que, por el contrario, no muestren interés?

Hay de todo, quien les cuesta más debido a las limitaciones funcionales que tengan y quien nunca pone una pega. Debemos tener en cuenta que las residencias son un entorno especial, en el que la parte emocional juega un papel fundamental, por lo que hay que entender su situación y adaptarse a ellos. Es importante que las personas se relacionen y mantengan su interés por hacer cosas que les gusten y les satisfagan. Por eso, mediante las actividades y el ejercicio físico y mental tratamos de que les suponga una “distracción saludable” y que les ayude también a tener atendida esa parte emocional.

¿Podría comentarnos las primeras impresiones que tienen los usuarios de este programa?

Como mencionaba anteriormente, aunque hay usuarios algo más afines que otros, la mayoría creo que están encantados y son conscientes de la importancia que tiene el ejercicio físico para su salud. Mi valoración es muy positiva y espero que este tipo de programas se puedan desarrollar en la mayoría de las residencias y que puedan llegar a más personas mayores.

¿Cuáles prevé que sean los resultados?

Esperamos que el tratamiento mediante ejercicio físico individualizado y supervisado les ayude a aumentar lo que denominamos su capacidad intrínseca, es decir, mejorar las capacidades tanto físicas como mentales que deben ser capaces de emplear en cualquier momento de su vida.

¿Qué beneficios puede describirnos por el momento?

De momento, podemos decir que estamos manteniendo y promoviendo la autonomía de muchas personas, mientras que en otros casos somos capaces de revertir el proceso de fragilidad que presentan la mayoría de las personas en las residencias. Esto se traduce en una mayor capacidad para desempeñar las actividades de su vida diaria, como caminar, vestirse o comer entre otras cosas. En este sentido, es importante destacar que cualquier avance, cualquier mejora, por pequeña que sea, tiene una repercusión muy importante en su calidad de vida.

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