Índice DEC. Servicios Sociales de Castilla y León.
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Día Internacional del Abrazo: una muestra de cariño que potencia el vínculo afectivo y te hace sentir querido

Una muestra de afecto, un acercamiento emocional, un gesto de apoyo, una reconciliación, una celebración o, incluso, una despedida con sabor “hasta pronto”. Así podemos ver lo que puede significar o valer un abrazo y lo que se puede llegar a sentir con él.

Este domingo, 21 de enero, se conmemora, celebra, el Día Internacional del Abrazo, una pequeña muestra de aprecio, estima o cariño que nos hace sentir queridos y valorados, independientemente de la edad.

Un abrazo ayuda a liberar tensiones, potencia los sentimientos positivos y aleja del malestar, la tristeza o la ansiedad. Impacta de forma directa en el bienestar emocional de las personas, más aún en las personas mayores que viven en situación de soledad no deseada.

En España hay más de 2,5 millones de personas mayores de 60 años en situación de soledad no deseada. De éstas, 1,7 millones tienen más de 70 años. Una circunstancia que hace plantearte la idea o tomar la decisión de ingresar en un centro residencial para tener ese sentimiento de compañía y mejorar en tu calidad de vida.

De esta forma, evitamos el aislamiento social y la pérdida de interés en actividades habituales, mientras que se puede seguir desarrollando la autoestima o las relaciones interpersonales, así como vínculos entre los propios residentes o los residentes y sus cuidadores.

Un abrazo tiene poder

Cristina Oviedo, psicóloga y coordinadora del Departamento Técnico Asistencial de DomusVi, destaca que “las personas mayores muestran dificultades para retomar la relación con otras personas”. “Por eso, es muy importante que el profesional preste atención a la manera que tiene el usuario de relacionarse y a las emociones que expresa”, pone en valor.

“Nuestro primer desafío es lograr que dejen de necesitar tratamientos farmacológicos y mejorar su estado de ánimo, y esto requiere una atención extrema. El respeto, la amabilidad y el trato cercano y educado del cuidador tienen un impacto positivo en la vida diaria de la persona y crean un entorno de confianza. Este vínculo de empatía favorece la aparición de sentimientos positivos”, añade.

Así los residentes deben tener esa confianza con el cuidador, así como también el respeto, la cercanía, el trato amable, la comprensión, la paciencia y una escucha activa, que van fortaleciendo el vínculo día tras día. Un abrazo o una muestra de afecto tiene poder.

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