En España, se producen un total de 330.000 fracturas por fragilidad al año, lo que supone 1 fractura cada 2 minutos, 37,5 a la hora y 904 al día. Sin embargo, los expertos advierten de que no las identifican como consecuencia de osteoporosis y no todas las personas reciben el tratamiento y abordaje correcto. Cambiar esta realidad es necesario, pero para ello se requiere más información, concienciación y formación de los profesionales y de los pacientes.
La osteoporosis es una patología silenciosa porque no manifiesta síntomas hasta que la pérdida de hueso es tan importante como para que aparezcan fracturas. Y, a veces, ni las fracturas es un síntoma que despierte sospecha y ponga en marcha los mecanismos adecuados para su abordaje. Por eso, los expertos están poniendo este tema sobre la mesa y están reclamando mayor conocimiento de los profesionales sanitarios y de la propia sociedad, así como una mayor implicación de instituciones sanitarias.
Las fracturas osteoporóticas suponen la cuarta enfermedad crónica de mayor impacto y su incidencia podría aumentar un 27 % en 2030 hasta alcanzar los 420.000 casos anuales debido al progresivo envejecimiento de la población. Sin embargo, el 80% de las personas que han sufrido, al menos, una fractura por fragilidad no son correctamente identificadas y, por tanto, no reciben el diagnóstico ni el manejo posterior que debieran, lo que tiene un gran impacto en su bienestar y calidad de vida.
La doctora María Cortés, coordinadora del Grupo de Metabolismo Mineral Óseo de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), insiste en la importancia de la concienciación social sobre esta enfermedad: “La osteoporosis es un importante problema de salud pública, y su consecuencia, la fractura, tiene un gran impacto en la calidad de vida del paciente y la morbimortalidad. Sin embargo, la mayoría de las personas no saben que la padecen hasta que sufren una fractura de un hueso por una caída o un golpe menor. Y, luego, el 80% de los pacientes no recibe el diagnóstico y el tratamiento correctos después de una fractura”.
La falta de conocimiento es un factor de riesgo de fracturas. Por tanto, la población debe estar bien informada, ya que las fracturas osteoporóticas pueden ser dolorosas y muy discapacitantes, más que otras patologías. De hecho, según los especialistas, los afectados sufren una reducción en su autonomía con la consecuente necesidad de apoyo físico o cuidados constantes por familiares o personal externo. También tiene un gran impacto emocional que puede conllevar depresión, ansiedad, angustia, tristeza y miedo a las caídas o nuevas fracturas e incluso descompensación de patologías previas, reingreso e institucionalización.
Además, el impacto en la calidad de vida de los pacientes se sitúa al mismo nivel del cáncer de colon y recto y es superior a la hipertensión, la artritis reumatoide y el cáncer de estómago. Por otra parte, aseguran que, tras una fractura, solo el 40 % de los pacientes recupera su anterior forma de vida, autonomía e independencia, y se estima que las fracturas son responsables de la pérdida de 12 años de vida. Una realidad que lamentablemente aún es muy desconocida por la sociedad. 4 de cada 5 pacientes no relacionan su fractura con la osteoporosis, 1 de cada 5 mujeres con fracturas por fragilidad no cree estar en riesgo de sufrir nuevas fracturas, y 3 de cada 4 mujeres desconocen que el tratamiento para la osteoporosis reduce el riesgo de sufrir nuevas fracturas.
Raquel Sánchez, paciente con osteoporosis y representante de la Asociación Española con la Osteoporosis y la Artrosis (AECOSAR), explica que “es imprescindible que la sociedad sepa que las fracturas por fragilidad van ligadas a la dependencia y a una peor calidad de vida en personas que todavía podrían ser activas, una realidad muy desconocida para la gran mayoría de la población. Los pacientes necesitamos disponer de más información, atención en las distintas fases de la enfermedad y acceso a los nuevos tratamientos”.
En este contexto, la doctora Cortés considera fundamental que se conozcan algunas cuestiones:
Con el objetivo de generar conocimiento en torno a las fracturas osteoporóticas y al grave impacto que tienen en la calidad de vida de las personas que las sufren, asociaciones de pacientes y profesionales sanitarios se unieron en el marco del Día Mundial de la Osteoporosis, que se conmemora el 20 de octubre, para presentar la campaña ‘Rompe las estadísticas, no tus huesos’.
La campaña, apoyada por la difusión de un lazo de yute representando la porosidad de los huesos y que a partir de este año va a convertirse en el símbolo de esta patología, fue promovida por la Fundación Hispana de Osteoporosis y Enfermedades Óseas (FHOEMO), junto con la Sociedad Española de Investigación Ósea y Metabolismo Mineral (SEIOMM) y la Asociación Española con la Osteoporosis y la Artrosis (AECOSAR).
Los profesionales quisieron transmitir con esta campaña que las estadísticas se pueden revertir e insistieron en la necesidad de priorizar el tratamiento de la osteoporosis y las fracturas por fragilidad, para poder diagnosticarlas y actuar a tiempo, especialmente en mujeres posmenopáusicas con osteoporosis grave.
“Con #RompeLasEstadísticasNoTusHuesos queremos sensibilizar sobre el grave impacto que tienen las fracturas por fragilidad en los pacientes con osteoporosis. Es necesario llamar la atención de todos los actores implicados, desde las instituciones públicas o los gestores sanitarios hasta los propios pacientes, familiares y profesionales para tomar las medidas necesarias y cambiar esta situación”, afirmó el doctor Santiago Palacios, presidente de FHOEMO. “El mensaje que queremos trasladar es tan claro como contundente: las fracturas por osteoporosis son una cuestión de todos e involucrándonos podemos romper las estadísticas”, prosiguió el doctor Palacios.
El infradiagnóstico de la osteoporosis grave dificulta que los pacientes puedan recibir un tratamiento precoz, por eso los expertos hace hincapié en este aspecto. “Que nuestras pacientes reciban un tratamiento de manera temprana nos permite minimizar el riesgo asociado a estas fracturas. Cuando una persona sufre un infarto, sale del hospital con un tratamiento o con fármacos que reducen nuevos eventos, mientras que bastantes pacientes que han sufrido una fractura por fragilidad no reciben tratamiento, a pesar de que hay terapias que reducen el riesgo de sufrir nuevas fracturas. Para romper con estas estadísticas, es fundamental trabajar juntos para prevenir las fracturas secundarias. Tenemos que identificar a las pacientes con osteoporosis grave, hacerles un seguimiento estrecho y consensuar con ellas la opción de tratamiento más adecuado”, señala el doctor Josep Vergés, presidente de la AECOSAR,
Precisamente la terapia secuencial, que consiste adaptar las opciones terapéuticas según su tiempo de efectividad y la aparición de efectos secundarios, es uno de los principales cambios implementados, sostiene el doctor Francisco Baixauli García, vocal de Sociedades Afines de la SECOT (Sociedad Española de Cirugía Ortopédica y Traumatológica), que insiste en que “si se inicia un tratamiento adecuado de forma precoz se llega a reducir casi en un 80 % el riesgo de una segunda fractura”.
Junto al diagnóstico y tratamiento precoz, la adherencia terapéutica por parte del paciente contribuye a mejorar su calidad de vida. Las mujeres que continúan su tratamiento para la osteoporosis posmenopáusica reducen su riesgo de fractura un 25 % en comparación con aquellas que no lo hacen. En este sentido, las Unidades de Fractura juegan un papel indispensable ya que garantizan la atención integral y multidisciplinar de los pacientes que han sufrido una fractura, para prevenir sucesivas.
Las Unidades de Fractura hacen posible que el 70 % de los pacientes con fracturas osteoporóticas mantenga el tratamiento para prevenir una nueva. Se estima que su introducción podría evitar más de 1.200 fracturas por fragilidad cada año y suponer un ahorro neto de 18,4 millones de euros anuales.
En este sentido, el doctor Guillermo Martínez, presidente de SEIOMM, sostiene que “fomentar la creación de Unidades de Fractura en todos los hospitales nos permitiría mejorar las cifras de diagnóstico además de disminuir la importante carga económica y psicológica que suponen las fracturas por fragilidad. Este tipo de unidades están formadas por equipos multidisciplinares que permiten abordar la osteoporosis y las fracturas por fragilidad en toda su dimensión. Las Unidades de Fractura son el modelo asistencial más valorado por ser el más coste-efectivo para la prevención de fracturas secundarias”.
Actualmente, nuestro país cuenta con más de 80 Unidades de Coordinación de Fracturas y cerca de una veintena están en proceso de acreditación. Una cifra que en palabras del doctor Martínez “es todavía insuficiente”.
La Sociedad Española de Reumatología (SER) ofrece una serie de consejos dirigidos a los afectados de osteoporosis. Este decálogo ha sido realizado con la colaboración de la doctora Núria Guañabens, del Servicio de Reumatología del Hospital Clínic de Barcelona y portavoz de la SER.
Extremadura supera la media nacional en cobertura residencial para mayores, con 5,28 plazas por cada…
La Fundación ADINBERRI ha inaugurado Bibetoki en Lezo, promoviendo el diálogo sobre la longevidad y…
La atención al cliente y la hospitalidad son fundamentales en diversos sectores. La Universidad de…
La Universidad de Málaga presenta la primera escala de prevención de la dependencia, un cuestionario…
El presidente de Castilla y León firmó el "Pacto por las Familias" con 45 entidades…
Investigadores de la Universidad de Málaga desarrollan robots sociales de asistencia autoadaptativos en la residencia…