A pesar de las múltiples ventajas de las compras centralizadas, algunas comunidades autónomas han rechazado sumarse a las licitaciones para compra de medicamentos y productos sanitarios planteadas por el Ministerio de Sanidad. Entre ellas, se encuentran Andalucía, País Vasco y Cataluña, que aluden diferentes motivos.
Andalucía ya tiene desde 2009 un modelo que se basa en la centralización de las compras a nivel provincial, que le permite beneficiarse de las economías de escala. Y es que al ser una comunidad grande y con un alto volumen de compras para cubrir las necesidades de sus centros sanitarios públicos pueden conseguir precios mejores. Por tanto, consideran que su modelo es satisfactorio. Así lo explica la directora general de Gestión Económica del Servicio Andaluz de Salud de la Junta de Andalucía, Inés Bardón: “Nuestro modelo se basa en la centralización de las compras en plataformas provinciales. Se trata de Plataformas de Logística Sanitaria que aumentan la eficiencia y con el que se obtienen mejores precios y condiciones de compra, aprovechando la economía de escala. Asimismo, se promueve la contratación normalizada por las Plataformas de Logística Sanitaria, basada en la adjudicación de los acuerdos marco de homologación con uno o múltiples empresarios o por procedimientos abiertos o negociados en aquellas zonas del catálogo en la que no hay un acuerdo marco vigente”.
Según Bardón, son muchas las ventajas que tiene este modelo de compra centralizada, por ejemplo, “favorece una mejora en los precios y en las condiciones generales de compra. Potencia y homogeniza la contratación administrativa, reduciendo y simplificando procedimientos, reduciendo burocracia y garantizando un uso más eficaz de los fondos públicos. Además, estimula el uso racional de los productos sanitarios, ya que se homogenizan los productos a adquirir, contando, además, con el consenso de los profesionales”.
Una de las peculiaridades que destaca esta representante del Servicio Andaluz de Salud de la Junta de Andalucía sobre su modelo autonómico es que promueve la participación de los profesionales en los procedimientos de compra: en la identificación de las necesidades, elaborando acuerdos de consumo en corresponsabilidad con la dirección de los centros sanitarios, haciendo valer el conocimiento que tienen de los productos o servicios que consumen y promoviendo su participando en comisiones técnicas regionales y provinciales para la elaboración de los pliegos de técnicas en los expedientes de contratación centralizados o provinciales. “Con esta colaboración, nos aseguramos que la resolución de los expedientes satisfará de forma adecuada las necesidades de nuestros profesionales”, asegura Bardón. Asimismo, insiste en que este modelo de compras está extendido en los centros sanitarios y que están estudiando la forma de hacerlo extensivo a la provisión de recursos sociales.
Por su parte, fuentes del Departamento de Salud de Cataluña explican que el modelo catalán de aseguramiento y provisión no se adapta al sistema de compra centralizado propuesto en su momento por el Gobierno Central. Además, indican que cuando el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad propuso este tipo de compra “no vimos garantizadas las ventajas ni en precios, ni en agilidad, ni pudimos participar en el proceso de decisión que nos permitiera valorar la bondad de la medida de una forma objetiva”. Por otro lado, añaden que “aspectos tan relevantes como la selección y protocolización deben estar integrados en el proceso, cuestiones que no contempla el modelo del Gobierno central”.
La Generalitat apuesta por un sistema de compras agregadas en el territorio, respetando y separando las competencias de financiación de las de compra. Este modelo se ha reforzado con la creación de una comisión de precios de facturación que actúa como un órgano mancomunado financiador (aseguradora) y comprador (proveedores) para buscar ámbitos de eficiencia y medidas de minimización de costes.
Tiene la ventaja de obtener de forma consensuada y respetando las competencias de los diferentes actores, unos mejores precios de compra, así como ajustar las ofertas a la situación concreta del momento actual y sus continuos cambios. Además, permite integrar el proceso de compra con la selección de qué comprar, que es la parte más esencial de todo el proceso. En este sentido, los hospitales forman parte del proceso de selección y compra, de forma que “con su participación se garantiza la corresponsabilización, tanto de la mejora de los precios de compra como la gestión de la logística y protocolización de su utilización”, confirman.
De las comunidades participantes en la compra centralizada del Gobierno, solo Murcia y Baleares han solicitado entrar en todos los lotes ofertados. El resto ha preferido participar solo en algunos de ellos. Por ejemplo, la Comunidad Valenciana, región cuya Conselleria de Sanitat cuenta con una central de compras desde 1996, ha propuesto adherirse a los lotes de inmunosupresores (medicamentos), y a las tiras reactivas de determinación de glucosa (productos sanitarios), “porque son productos en los que la homologación de sus características permite tener más confianza en el producto, independientemente de su precio”, aseguran desde la Dirección General de Régimen Económico de la Sanidad de la Conselleria de Sanitat de la Generalitat Valenciana. Además, según aclaran, “el resto de productos propuestos por el Ministerio ya los tenemos adjudicados en expedientes tramitados en la central de compras de esta conselleria de Sanitat”.
Independientemente de que se acojan o no a la propuesta de central de compras del Gobierno central, está claro que la medida es una opción a considerar por los distintos servicios de Salud…