La sujeción es un método que limita la libertad de movimientos o el normal acceso al propio cuerpo. Es un método que se ha venido aplicando con cierta asiduidad en problemas conductuales, para facilitar la administración de medicación, por riesgo de caídas o por elevado riesgo de autolesiones o agresiones a otros. Asimismo, esas mismas problemáticas dan lugar a un aumento de la morbimortalidad en el ámbito de los mayores de 65 años.
Sin embargo, en la actualidad, se ha producido un paulatino cambio de paradigma. Buscamos liberar los centros y los cuidados de las sujeciones, porque no han demostrado una eficacia proporcional a su uso. Se están valorando con más amplitud e intensidad las medidas alternativas, pero esas medidas se deben generar en el marco del trabajo en equipo, incluyendo el que desarrollan los departamentos de fisioterapia.
La fisioterapia no permanece ajena a esta evolución. Como miembro del equipo que interviene en cada caso, colabora desde la adaptación del entorno, pasando por la formación del resto de profesionales, familiares y a los propios residentes, y la intervención directa con el usuario.
Para poder aportar su trabajo, el fisioterapeuta realiza una amplia valoración inicial, detectando factores intrínsecos y extrínsecos. Así puede establecer un programa preventivo, que ayuda a evitar las sujeciones en cuanto a factores modificables, trabajando factores predisponentes, marchas patológicas, déficits osteomusculares, enseñando a levantarse tras una caída, trabajando estrechamente con el equipo y orientando y adaptando tanto las ayudas técnicas (que pueden evitar el uso de una sujeción), como el uso de medios para ayudar en las transferencias.
Como profesional dedicado al movimiento y sus alteraciones, la limitación del mismo también le incumbe. Sabe que los datos no mejoran en los casos más frecuentes de sujeción por riesgo de caídas, conoce en profundidad los inconvenientes que conllevan las sujeciones y coopera en programas alternativos que busquen eliminar al máximo su uso.
El fisioterapeuta no solo es importante en la labor prevención, sino que también adquiere relevancia en el tratamiento de los efectos negativos que provocan las sujeciones. Hablamos de úlceras por presión, estrés, edemas, agitación, aumento de enfermedades nosocomiales, etc. Cuando una sujeción no se pueda eliminar, el equipo debe intervenir, creando protocolos que minimicen la aparición de esos efectos negativos. Igualmente, la revisión regular busca detectar complicaciones, pero también los signos que permitan plantearse su retirada.
Con este pequeño esbozo, queremos poner sobre la mesa el papel de la fisioterapia en este importante movimiento que busca minimizar el uso de sujeciones en los centros asistenciales y buscar la colaboración a nivel de la atención domiciliaria y hospitalaria.
Por todo ello, es imprescindible completar los equipos, dar cobertura a los departamentos de fisioterapia y dejar que su trabajo se desarrolle en toda su plenitud, no circunscribiendo su trabajo a una parte de él, como es el trabajo recuperador de procesos agudos. La prevención es parte vital del trabajo en el ámbito de la geriatría. No podemos ser reactivos por norma.
Olga Cures Tesorera del Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid (CPFCM).
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