Mª Isabel Rodríguez Carmuega
Educadora social, mediadora familiar. Habilitada para la atención a personas con pérdida de memoria asociada a la edad por el Ayuntamiento de Madrid (método UMAM)
En un mundo cada vez más complejo, en el que las personas cada vez tienen mayor esperanza de vida, y donde nos encaminamos hacia una sociedad con un alto porcentaje de mayores de 65 años, el cuidado de la mente se ha convertido en algo esencial.
La utilización de nuevas herramientas digitales y virtuales en el entrenamiento de la memoria, proporciona una forma de aprendizaje que está en auge y que debe estar al alcance de todas las generaciones, integrando así, a los mayores en la cultura digital, y de esta forma evitando todo tipo de estereotipos.
Uno de los métodos más novedosos en el uso de estas herramientas y de actualidad, es la realidad virtual, entendida como la aproximación del usuario/a a la interacción con el ordenador, simulando un entorno ficticio en tiempo real. Fue Morton Heiling, cinematógrafo e inventor estadounidense, quien creara las primeras gafas de realidad virtual en 1960, con ellas se consigue trasladar a la persona a experiencias con animales, arte, pueblos y ciudades, museos, actividades cotidianas, etc., sin necesidad de moverse del lugar.
Otra forma de estimulación para personas mayores utilizando las nuevas tecnologías, son las salas multisensoriales o snoezelen, creadas en 1970, en el Centro Piussor, situado en Tiburg (Países Bajos), por los terapeutas Jan Hulsegge y Ad Verheul. Años después de su creación, una empresa inglesa “Rompa Internacional” instaló una de estas salas en Gran Bretaña, para investigar, probar y sacar a la venta diferentes materiales y tecnología. En este tipo de salas se coordinan elementos como luces, butacas vibro-acústicas, kit de masajes, etc., creando diferentes escenarios inmersivos y personalizados.
Es cierto, que la combinación de gafas de realidad virtual con salas multisensoriales, proporciona a los usuarios/as una experiencia única, donde se mezcla la diversión y la estimulación cognitiva, trabajando áreas como la atención, memoria, razonamiento, orientación, lenguaje, habilidades visoespaciales entre otras, y despertando los sentidos y las emociones, ya sea de forma individual o en grupo, proporciona una mejoría importante, no solo en la memoria, sino también en el estado de ánimo y en la disminución de los niveles de ansiedad.
No obstante, son pocos los centros que están empezando a utilizar estas herramientas, y aunque han sido publicados recientemente artículos que muestran resultados satisfactorios con usuarios/as reales, confirmando sus beneficios en la mejora de la memoria al utilizar gafas de realidad virtual, todavía no existen suficientes estudios, por lo que sería interesante aplicar más financiación para la realización de investigaciones en estos sectores, ya que son el futuro de nuestra sociedad, pudiendo convertirse en una de las actividades más rentables y prometedoras de las próximas décadas.
En conclusión, las nuevas tecnologías, no solo buscan mejorar la salud mental a nivel individual, sino que también, con ellas se aspira a tener un impacto positivo en la sociedad, ya que contribuyen a la construcción de una comunidad más fuerte, capaz de enfrentarse a los desafíos venideros, que el nuevo y cambiante entorno demanda.
