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Cuando comer se convierte en cuidado: el desafío de alimentar a las personas mayores

Cuando comer se convierte en cuidado: el desafío de alimentar a las personas mayores.
Cuando comer se convierte en cuidado: el desafío de alimentar a las personas mayores.

El envejecimiento de la población es una de las principales transformaciones del presente siglo y, con ello, la sociedad se enfrenta, cada vez más, al reto de dar respuesta a las necesidades específicas de las personas mayores.

Carina Cabezas, CEO de Sodexo Iberia.

Carina Cabezas, CEO de Sodexo Iberia.En este contexto, la alimentación adquiere un papel fundamental. Es importante prevenir estados de malnutrición, controlar el peso y garantizar una ingesta variada de alimentos, sin caer en excesos; beber agua en intervalos regulares para evitar la deshidratación; aumentar el consumo de fibra mediante; mantener niveles adecuados de vitamina D y calcio para evitar la osteoporosis; practicar ejercicio físico diariamente, según las posibilidades; disfrutar de comidas apetitosas y agradables y, siempre que sea posible, compartir la mesa. Porque además del valor nutricional, la alimentación para las personas mayores es también una potente herramienta de satisfacción, conexión y bienestar.

Y aquí entra en juego el que sin duda es uno de los principales desafíos del cuidado de las personas mayores: la pérdida sensorial asociada a la edad. El deterioro de los sentidos del gusto, el olfato o la visión, repercute directamente en la forma de mantener una alimentación adecuada y puede provocar mayores riesgos a largo plazo.

Innovación en alimentación y personas mayores

Además, el momento social que constituyen las comidas puede convertirse en una experiencia negativa cuando el deterioro cognitivo afecta a la forma en que los mayores se relacionan con los alimentos. La nutrición de este grupo de población requiere, pues, de una solución integral que tenga en cuenta todas las variables. Según un estudio del Life Research Institute de la Universidad de Ottawa, elaborado en colaboración con Sodexo, los estímulos sensoriales juegan un papel fundamental en la experiencia alimentaria, por lo que tienen también un impacto positivo en la salud y el bienestar de las personas mayores.

Estimular los cinco sentidos en el momento de las comidas mejora la experiencia alimentaria, a nivel individual y social, con impacto en la salud, con mejoras de los valores nutricionales, así como en el bienestar emocional y social de las personas mayores. Así lo evidencia un programa piloto realizado por Sodexo en una residencia, en la que, gracias a la implementación de un programa de estimulación sensorial, “El Despertar de los sentidos”, se detectó una significativa reducción de los casos de malnutrición —de un 6,25% a un 1,8% en seis meses—, así como mejoras clínicas en indicadores como la presión arterial, la hemoglobina glucosilada y la calidad del sueño.

En un mundo donde la inteligencia artificial y la tecnología parecen dominar, todavía queda espacio para la innovación en ámbitos aparentemente desconectados de esta tendencia. Se trata, pues, de plantear un cambio de paradigma y dejar de concebir la alimentación como una rutina asistencial para empezar a tratarla como una intervención terapéutica integral. Y así, con pequeños cambios en el día a día, como la aromaterapia o las texturas adaptadas, veremos efectos reales y medibles en la salud, en el bienestar y también en la dignidad con la que envejecen las personas mayores.

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