Juan Sitges, director de la Fundación Caser.
Juan Sitges, director de la Fundación Caser.

“Ya empiezan a verse los primeros pasos de lo que será el futuro inmediato en el sector”

Juan Sitges

Director de la Fundación Caser

La Fundación Caser cumple 15 años. Esta iniciativa, que nació en 2009 con el objetivo de impulsar el desarrollo de la Ley de Dependencia en España, ha conseguido acercar perspectivas en lo que respecta al cuidado y se ha convertido en un agente precursor de la investigación en atención a la dependencia. A través de la información y la formación, también ha sabido acompañar a las personas dependientes y sus familiares en un proceso que, a veces, resulta enjundioso, pero que es la base para construir una sociedad del bienestar participativa en la que cada uno seamos protagonistas y responsables. Y no pierde la oportunidad de reconocer a los profesionales y entidades que se implican en la atención a las personas más vulnerables gracias a sus premios Dependencia y Sociedad. Hablamos con Juan Sitges, director de la Fundación Caser, para conocer qué balance hace de estos años, cómo ha avanzado el sector en este tiempo y cuáles son los retos que tenemos por delante.

15 años del comienzo de este proyecto. ¿Qué balance hace de este tiempo de actividad frenética en un sector que estaba por desarrollar?

El balance de estos primeros quince años es tremendamente positivo, no sólo por el enorme trabajo llevado a cabo desde la Fundación y las numerosas iniciativas puestas en marcha desde su constitución en 2009, sino también por haber sido un testigo privilegiado en el avance de SAAD, al haber crecido a su lado.

Además, hemos tenido la suerte de estar acompañados durante todo este tiempo de personas e instituciones extraordinarias, tanto en el patronato de la Fundación como en las actividades desarrolladas, que ha hecho que este viaje haya sido maravilloso. A todos ellos les estamos muy agradecidos.

¿Cómo hemos cambiado?

Hemos cambiado significativamente a mejor, no podía ser de otra forma. El simple hecho de la entrada en vigor de la conocida como Ley de Dependencia, con el consenso de gran mayoría de las fuerzas políticas del momento, mediante la cual los españoles tenemos derecho a una serie de servicios y ayudas públicas, ya supuso un gran avance del Estado del Bienestar para el conjunto de la sociedad en 2007. 

Hoy en día, a diferencia de entonces, la gran mayoría de los españoles conoce la existencia del sistema, si bien es cierto que todavía hay que trabajar más para poder trasladarles los aspectos relacionados con su funcionamiento y sus bondades, así como agilizar los trámites de incorporación al SAAD. Y ahí estaremos para todo lo que podamos ser de ayuda y utilidad.

¿Cuál es la principal “conquista” que ha conseguido la Fundación Caser? 

Han sido muchas las conquistas realizadas, no la limitaría a una. Cabe destacar, por ejemplo, las jornadas a puerta cerrada con prácticamente la totalidad de las administraciones que velan por la correcta aplicación y adecuado desarrollo del sistema y en las que se debatía sobre la actualidad y el devenir del SAAD. 

También, los numerosos estudios publicados, como el relacionado con el coste y la financiación de la dependencia -pionero en nuestro país en aquel momento- o la innovación en residencias para personas mayores.

Los servicios gratuitos de información y acompañamiento a través de la Web y del teléfono 900 son otro claro ejemplo de conquista.

No quiero dejar de mencionar los Premios Dependencia y Sociedad, que han resultado todo un éxito, son esperados, reconocidos y suponen un buenísimo estímulo para continuar nuestra labor con entusiasmo.

Muchas han sido las conquistas realizadas y confío en que muchas serán las que todavía tenemos que alcanzar.

¿Algún tema que siga en la lista de pendientes?

Siempre hay proyectos pendientes, es imposible asumir desde una fundación pequeña como es la nuestra todas las ideas que surgen o se nos presentan. El que haya una lista de pendientes nos anima a seguir, nos mantiene vivos para afrontar con ilusión los retos a los que nos enfrentamos.

¿Cuáles son los principales desafíos que identifica Fundación Caser en atención a la dependencia? 

Después de diecisiete años de entrada en vigor de la Ley de Dependencia, en mi opinión son tres los desafíos en los que hemos de continuar trabajando: el primero, concretar la definición de lo que realmente ofrece el sistema; el segundo, la necesidad de continuar avanzando hacia una ágil coordinación y cooperación entre las partes implicadas y, por último, cuantificar los recursos necesarios para acompañar estos desarrollos. A estos añadiría otros que son también puntos clave:  la prevención y la financiación, trasversal a todos ellos.

Usted ha señalado en alguna ocasión que el sistema de dependencia está estancado y es necesario un impulso a largo plazo. ¿Cuáles son las medidas concretas que propone para seguir evolucionando?

Si miramos atrás, ha habido mucho trabajo y evolución. El sistema no está estancado sino, en mi opinión, ha evolucionado a distinto ritmo del que debería de haberlo hecho para atender las necesidades de los usuarios y sus familias, para responder al propósito en el que se inspiró.  

Un ejercicio continuo de información a la población sobre la realidad del sistema, una mayor agilidad y flexibilidad en los procedimientos, la deseada coordinación sociosanitaria aprovechando la tecnología actual y una cooperación a todos los niveles de los actores implicados son algunas de las medidas que, aun existiendo, deben potenciarse sin distracciones, para avanzar. 

Los expertos coinciden en la importancia de la financiación en la mejora del sistema. ¿Podría compartir su perspectiva sobre cómo abordar la financiación del Sistema de Atención a la Dependencia (SAAD) y qué medidas considera esenciales?

Las principales puntualizaciones al respecto de la doctora en Economía e investigadora en el ámbito de la protección social, Julia Montserrat, durante la Jornada científica sobre Sistemas de dependencia, que se celebró el pasado mes de noviembre, son muy oportunas. En ese interesante encuentro concluía que el índice de corrección en el nivel mínimo de financiación no debería ser igual para todas las prestaciones, sino establecerse en función de su coste o el de los servicios. Igualmente, hacía referencia a que es necesario que el nivel convenido del Estado tenga mayor capacidad para hacer frente a aspectos relacionados con la provisión de servicios, gastos de estructura o digitalización, entre otros no menos relevantes.

También añadía que sería conveniente aprovechar la información obtenida por la Agencia Tributaria para conocer el patrimonio de los usuarios y automatizar el procedimiento. Por último, explicó que se podría visibilizar la contribución de los usuarios, ya que pagan parte de los costes que las comunidades autónomas financian a través del copago.

“Algunas de las medidas que, aun existiendo, deben potenciarse sin distracciones, para avanzar en el sistema de dependencia son el ejercicio continuo de información a la población sobre la realidad del sistema, una mayor agilidad y flexibilidad en los procedimientos, la deseada coordinación sociosanitaria aprovechando la tecnología actual y una cooperación a todos los niveles de los actores implicados”

Cada vez se habla más de cuidados de larga duración. De hecho, en otros países de la Unión Europea, están desarrollando iniciativas muy válidas. ¿Cómo cree que la experiencia de otros países europeos podría influir en las políticas y prácticas en España? ¿Se ajustan a nuestra idiosincrasia?

Creo que influiría muy positivamente para el desarrollo del sistema en nuestro país. Hay que analizar las diferentes prácticas en la UE y otros países de nuestro entorno y adaptarlas a las características de la población española, no todo es ajustable. Lo que sí está claro es que ya tenemos una experiencia de más de quince años que nos permite conocer -e incluso anticipar- con mayor detalle y experiencia, hacia donde van las necesidades de los usuarios.

También durante las jornadas científicas de la Fundación Caser que mencionábamos, Adelina Comas, Investigadora de la London School of Economics and Political Science, compartía unas ideas imprescindibles en el desarrollo de los cuidados de larga duración: trabajar la accesibilidad en los centros urbanos, una mayor inversión en viviendas con apoyos y cuidados, o aumentar la profesionalización y la formación, así como el reconocimiento a la experiencia. Estos interesantes puntos eran sólo algunos de los que allí se comentaron. 

La necesidad de mejorar la coordinación sociosanitaria es otro reto al que debemos dar respuesta. ¿Cuál es su visión sobre cómo se puede lograr una mejor coordinación?

Efectivamente, este es uno de los retos del que los veteranos en la materia venimos hablando desde hace muchos años. Un primer paso, que no deberíamos de tardar en dar, es aprovechar la tecnología y los mecanismos actuales a disposición de ambos grupos -sanitario y social- para compartir información, así como el poder trabajar en red. Todo esto desencadenaría -insisto, como primer paso- una planificación, seguimiento y coordinación en la atención ofrecida a las personas dependientes y, por tanto, sería un gran paso hacia la atención centrada en la persona, que requiere mayor flexibilidad y acercamiento por ambas partes. Es una cuestión de gran calado, un buen paso, en mi opinión, para avanzar en una coordinación de mayor nivel en beneficio del Estado de Bienestar.

“Para el desarrollo de los cuidados de larga duración se debe trabajar la accesibilidad en los centros urbanos, hacer una mayor inversión en viviendas con apoyos y cuidados, o aumentar la profesionalización y la formación, así como el reconocimiento a la experiencia”

Según algunos expertos, se debería prestar más atención a la intensidad y calidad de la atención, así como la necesidad de diversificar los apoyos. ¿Cómo puede el sistema de dependencia lograr una mayor personalización y flexibilidad en los servicios?

Como todo, con recursos lógicamente. Pero al margen de esto, aplicando un modelo sostenible centrado en la persona (y no solo en aspectos relacionados con dependencia) que le dé al usuario lo que realmente necesita en cada momento de su vida, adaptando los recursos a cada una de las necesidades de las personas o mediante la especialización de los servicios. Aunque resulta un proceso realmente complejo de llevar a cabo, como otros sistemas públicos puestos en marcha con anterioridad en nuestro país, ya empiezan a verse los primeros pasos de lo que será el futuro inmediato en el sector. 

En lo que respecta a la digitalización en los cuidados, ¿cómo ve la integración de la tecnología en el sistema de dependencia y cuáles son los desafíos y beneficios que identifica en este proceso?

Juega un papel trascendental en la atención de las personas siempre y cuando sea flexible, ágil y sencilla de comprender por todos los intervinientes. Todos sabemos que ya hay grandes avances en la materia. “El Internet de las cosas” con la domótica, la inteligencia artificial con ChatGPT, la geolocalización, la telemedicina o los asistentes virtuales son pequeños ejemplos de estos avances. Y no ha hecho más que empezar. El futuro de los cuidados y en general del SAAD pasa indiscutiblemente por un proceso de digitalización imparable donde habrá que buscar el adecuado equilibrio entre las bondades de la tecnología y la necesidad de la relación humana en todo este proceso.

¿Qué iniciativas tiene previsto implementar Fundación Caser para que se siga avanzando en la mejora del sistema de dependencia? ¿Puede compartir algunos planes futuros al respecto?

Sobre todas las iniciativas que ponemos en marcha -alrededor de quince cada año- destacaría precisamente la que afecta a uno de los desafíos que mencionaba al principio, la definición de lo que realmente es y ofrece el sistema. Nuestro Servicio gratuito de orientación telefónica en materia de dependencia y discapacidad lleva cuatro años en marcha y ha atendido más de ocho mil consultas cada año.  Su objetivo es, precisamente, aclarar el camino y orientar en materia de dependencia y discapacidad, y especialmente cuando se enfrentan por primera vez a este tipo de situaciones. Antes, prácticamente desde nuestros orígenes, ya estábamos muy enfocados en proporcionar información de interés, a través de la Web con cientos de miles de consultas recibidas anualmente. Percibimos la necesidad que tienen las personas y sus familias de avanzar en este punto.

“El futuro de los cuidados y en general del SAAD pasa indiscutiblemente por un proceso de digitalización imparable donde habrá que buscar el adecuado equilibrio entre las bondades de la tecnología y la necesidad de la relación humana en todo este proceso”

Los Premios Dependencia y Sociedad, organizados por Fundación Caser, están la vuelta de la esquina. Este año es la 15ª edición. 15 años conociendo de primera mano proyectos innovadores y reconociendo la labor de entidades y personas comprometidas con la dependencia y la discapacidad. ¿Qué le han enseñado a nivel personal y profesional?

Muchas son las cosas que nos enseñan las candidaturas que se presentan todos los años a estos premios y que son sólo una pequeña representación de las numerosas instituciones que trabajan, de forma silenciosa y sin asumir protagonismo, por las personas con dependencia y discapacidad. Destacaría la normalidad y la naturalidad con la que afrontan este tipo de situaciones, así como su capacidad de superación constante. 

«Nuestro Servicio gratuito de orientación telefónica en materia de dependencia y discapacidad lleva cuatro años en marcha y ha atendido más de ocho mil consultas cada año»

¿Hay algún proyecto que destacaría porque le sorprendiera especialmente?

Todos los proyectos tienen puntos a destacar, llevan asociadas enseñanzas y una historia extraordinaria. Todos son merecedores de un reconocimiento, motivos más que suficientes para destacar todas y cada una de las candidaturas presentadas en estos quince años. Tengo que añadir que los integrantes del jurado tienen una tarea tremendamente difícil a la hora de decantarse por un proyecto u otro, lo que genera un profundo debate entre ellos durante las deliberaciones anuales. 

¿Qué retos tiene por delante la Fundación Caser para los próximos 15 años?

El principal reto al que nos enfrentamos es el de poder estar más cerca de la sociedad, procurando servicios de gran utilidad en materia de dependencia y discapacidad, al mismo tiempo que apoyar a las administraciones públicas y a las instituciones privadas para avanzar en el desarrollo del SAAD en beneficio de los ciudadanos. Todos somos, directa o indirectamente, usuarios potenciales del sistema de dependencia en nuestro país.

Premios Dependencia y Sociedad.
Premios Dependencia y Sociedad.

Premios Dependencia y Sociedad

Este año se celebra la XV edición de los Premios Dependencia y Sociedad, galardones que tienen como objetivo alentar y reconocer la labor de personas y entidades comprometidas con la atención integral y la mejora de la calidad de vida de las personas en situación de dependencia y/o con discapacidad y sus familias, contribuyendo a su integración en la sociedad.

Categorías premiadas:

Transformación Social: Dirigida a proyectos o iniciativas que por su trayectoria hayan destacado por el desarrollo de acciones que generan soluciones integrales a la promoción de la autonomía personal y a los problemas que derivan de la dependencia y/o discapacidad, aportando respuestas que mejoren la calidad de vida de estos colectivos y promuevan una sociedad más inclusiva.

I+D+i: Dirigida a proyectos de investigación científica y tecnológica que hayan aportado avances en el ámbito sociosanitario, accesibilidad universal, tecnologías y/o productos de apoyo tendentes a la consecución de soluciones eficaces y viables para la mejora de la calidad de vida de las personas dependientes y/o personas con discapacidad.

Emprendimiento: Dirigida a proyectos en funcionamiento que, bajo un enfoque emprendedor, aporten valor social a partir de la prestación de nuevos servicios sociosanitarios, productos o soluciones tecnológicas orientadas a la mejora de los niveles de autonomía y calidad de vida de las personas dependientes y/o personas con discapacidad.

En todas las categorías se valorarán especialmente los enfoques diferenciadores, innovadores y comprometidos para afrontar retos presentes y futuros, así como la posibilidad de implementación en cualquier parte del estado español.

A estos premios pueden optar personas físicas o jurídicas que realicen proyectos, investigaciones, acciones o iniciativas que contribuyen a mejorar la calidad de vida y la atención de personas en situación de dependencia y/o con discapacidad, así como a sus familias y cuidadores, aportando soluciones innovadoras a los nuevos retos sociales.

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