Como presidenta de Amade, ¿cuáles son sus principales objetivos?
Hemos tenido tiempo de sacar a la organización de una situación de crisis fruto de un tiempo y unas circunstancias. Amade es ahora una organización saneada y reconocida profesional y sectorialmente.
Uno de los objetivos compartidos por la Junta Directiva y la Asamblea es la necesidad de profesionalizar a nuestros trabajadores y no hablo solo de gerocultores. El sector debe tecnificarse y profesionalizarse para poder ser interlocutor reconocido por los órganos de decisión y formar parte de ellos. Cuando nos ganamos el respeto como profesionales serios, también tenemos que exigir poder estar en los sitios de opinión y de formulación de estrategias.
Y muy relacionado con esto, destaca la importancia de comenzar a trabajar en proyectos I+D. El sector tiene que empezar a tener estudios socioeconómicos para poder defender y fundamentar cuestiones sobre las que ahora hablamos, permíteme la expresión, desde el corazón, pero no tenemos suficiente documentación que respalde nuestras opiniones y demandas.
En este sentido, ahora estamos desarrollando un proyecto con ACRA relacionado con la polimedicación. ACRA empezó a hacerlo en Cataluña y este año se ha abierto a todas las comunidades autónomas. Se ha visto que una persona mayor que vive en su casa toma más medicación que cuando está en una residencia, porque acude a diferentes médicos que prescriben sus respectivos tratamientos que, en ocasiones, se solapan o se contrarrestan entre sí y, lamentablemente, no contribuyen a la mejora de su salud. Actualmente, están trabajando 30 médicos de 30 centros Amade, que están recopilando datos sobre la medicación que toma la persona mayor cuando ingresa en el centro. Cada tres meses se controla la evolución del residente, tanto en lo que respecta a la toma de medicación como a su salud. Al año, se compara y valora con qué medicación entró la persona en el centro y con qué medicación sale del proyecto, manteniendo la misma enfermedad crónica. Este proyecto viene a demostrar que en las residencias se optimizan los recursos, lo que supone un ahorro para Sanidad. Por eso, Servicios Sociales y Sanidad tenemos que trabajar juntos.
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¿Qué le diría a aquellos sectores que aún defienden que hay intereses divididos en función de quién preste el servicio?
Poniendo encima de la mesa que ahora estoy dirigiendo una entidad sin ánimo de lucro, tenemos que cambiar esa manera de definirnos como organizaciones. La nomenclatura en sí misma, con o sin ánimo de lucro, está obsoleta. Ha llegado el tiempo de trabajar juntos, porque todos tenemos claro que lo importante en este sector es cómo atendemos a la persona mayor residente de nuestro centro. Cada uno con su manera de entender la gestión y su compromiso con el servicio, pero cualquier diferencia que vaya más allá no nos une y daña al sector. Insisto, es tiempo de trabajar juntos y no que personas externas lo utilicen como un arma para separarnos.
Centros de la PAD (Plataforma de Atención a la Dependencia) forman hoy parte de Amade, ¿qué lectura podemos hacer de esto?
La PAD surgió como un desaire en un momento determinado tras una discrepancia de opiniones en el seno de AMRTE, la sectorial anterior a Amade. Hoy, gracias a los miembros de la PAD, que entendieron que aquel cisma ya no tenía sentido porque aquellos problemas ya no existen, decidieron unirse y ahora somos una organización más fuerte frente a instituciones, Administración Pública, etc.
En Amade, al menos en los últimos diez años, han compartido espacio organizaciones, cooperativas, entidades del Tercer Sector, congregaciones religiosas, etc. Una sectorial tiene que trabajar por el servicio a las personas, no por la tipología empresarial en la que está definida. Debemos mirar hacia dónde vamos y no qué somos. Mirarnos el ombligo hace que tengamos la mirada limitada y cortoplacista.
¿Qué retos tiene ante sí el sector sociosanitario de atención a las personas mayores y en situación de dependencia?
Uno de los grandes retos es convertirnos en un sector sociosanitario y tenemos que buscar nuestro sitio y nuestro reconocimiento. Hay detractores, que considera que somos sociales y no sanitarios. Sin embargo, estamos dando un servicio sociosanitario: ofrecemos enfermería 24 horas, tenemos obligación de tener médico todos los días aunque no sea en presencia y cada vez los residentes llegan más deteriorados y con una mayor necesidad asistencial sanitaria. No podemos mirar para otro lado. Tenemos que trabajar para que se nos reconozca que somos sociosanitario, tanto por los profesionales que tenemos como por el coste de la plaza.
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