Para poder dar respuesta a estas y otras cuestiones recurrimos a cuatro de los principales grupos residenciales de nuestro país para, entre todos, intentar dibujar un perfil del peso y la relevancia de los profesionales con discapacidad en el sector sociosanitario. Y una vez analizadas todas las respuestas, podemos afirmar que estamos hablando de profesionales que ayudan a reforzar a los equipos gracias a valores tan concretos como la empatía, el espíritu de superación y el compromiso.
En general, estos profesionales desarrollan la mayoría de los trabajos que pueden darse en los centros. “Hay un porcentaje amplio de personas con discapacidad en el equipo técnico que realizan funciones de dirección, fisioterapia, terapia ocupacional, trabajo social, etc. Y también en el área de limpieza” ese porcentaje es elevado como asegura Leizaola.
En realidad, como explica el responsable de Selección, Desarrollo e Igualdad de Clece, Íñigo Camilleri, todas las personas pueden acceder a cualquiera de los puestos que convoca la compañía, siempre que su perfil se ajuste al solicitado. Y reconoce que en este sector los trabajos a los que acceden son “todos aquellos vinculados a la rama sociosanitaria sin excepción: celador/a, gestor telefónico, médico, mediador, conductor, auxiliar de ayuda a domicilio, psiquiatra, etc.”.
Antonio Martínez señala que desde el Departamento de Formación de DomusVi también se facilita el acercamiento de las personas con discapacidad a la realidad laboral del sector, potenciando las acciones dirigidas a “complementar los conocimientos adquiridos por los alumnos en su formación académica”, y favoreciendo así el que puedan adquirir las competencias necesarias para desarrollar sus actividades profesionales.
Con ellos se trabaja la mejora de ciertas capacidades, como por ejemplo, la capacidad comunicativa y expresiva, como apunta Martínez, con el claro objetivo de facilitar su adaptación al entorno laboral. Las personas con discapacidad, en DomusVi, “realizan todo tipo de trabajos, ya que el objetivo de su integración es que puedan desarrollar todas las funciones y tareas como cualquier otro profesional, pudiendo adaptar cuestiones puntuales durante sus primeros días”, aclara.
¿Qué parámetros marcan la selección de los profesionales con discapacidad? Camilleri reconoce que desde Clece apuestan por una estrategia de selección centrada en las competencias profesionales de cada aspirante, en sus habilidades, actitudes y valores, es decir, “en talento y no en etiquetas. Por eso cuando precisamos incorporaciones a nuestros equipos, entre otros aspectos, buscamos personas con ilusión, esfuerzo y compromiso en todo lo que hacen, a las que ofrecemos un entorno proactivo en el que crecer y desarrollar su autonomía y capacitación”.
El director General de Ilunion Sociosanitario apunta que los criterios de selección de estos profesionales son los mismos que para cualquier otro profesional. Priman “la formación, la vocación y la capacidad para trabajar en un ámbito muy sensible como es el cuidado y atención”.
Misma estrategia de selección en Eulen Servicios Sanitarios, primando que el candidato cumpla con los requisitos que conlleva el puesto, independientemente de que se trate o no de una persona con discapacidad. Mª. Luisa Dicenta puntualiza que los profesionales de Recursos Humanos de la compañía son los que sí cumplen con parámetros concretos a la hora de realizar un proceso de selección de personal.
Los profesionales con discapacidad suman claramente en los equipos a los que se incorporan. Así lo atestiguan nuestros cuatro interlocutores. Y son el ejemplo claro de que “la discapacidad no está reñida con la profesionalidad y, por tanto, de que con los recursos necesarios, la inclusión laboral es posible”, como afirma Leizaola. El director General de Ilunion Sociosanitario recuerda que hablamos de profesionales con una sensibilidad superior frente a situaciones de dependencia, por lo que “están incluso más cerca de las personas mayores o con dependencia que atendemos”.
Dicenta reconoce que estos trabajadores “contagian su afán de superación y ver lo difícil más fácil” a todo el equipo. Aportan tanta diversidad “como caracteriza a este colectivo”. Por lo que reafirma que las personas con discapacidad que se integran en la compañía, redundan “en una mejora del clima laboral, fideliza a los empleados/as y despierta en la plantilla el orgullo de pertenencia”.
Camilleri también está convencido de que incorporar a la plantilla trabajadores con diversidad funcional puede mejorar los grupos de trabajo, “puesto que aportan competencias profesionales como cualquier otro profesional y eso es lo que debe prevalecer a la hora de llevar a cabo una contratación”.
Por su parte, Martínez reconoce que estos trabajadores comparten valores como el esfuerzo, la plena disposición, empatía o la capacidad de superación. “Valores que sin duda hacen que sean profesionales reconocidos y altamente implicados tanto en el trabajo como en la empresa”.
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