FAMMA exige un nuevo modelo de atención residencial que priorice la autonomía de las personas con discapacidad.
La Federación de Asociaciones de Personas con Discapacidad Física y Orgánica de la Comunidad de Madrid (FAMMA-Cocemfe Madrid) ha instado a replantear el modelo de atención residencial para personas con discapacidad. Su propuesta busca dejar atrás un sistema asistencialista y avanzar hacia un enfoque que garantice la autonomía personal y el derecho a una vida independiente.
Según denuncia FAMMA, el modelo actual limita la capacidad de decisión de las personas con discapacidad, restringiendo su participación en la vida diaria. La organización aboga por transformar estos espacios en entornos que fomenten la autodeterminación, el desarrollo personal y social, así como la plena inclusión en la sociedad.
La propuesta de FAMMA se sustenta en la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de la ONU, ratificada por España. En su artículo 19, este tratado reconoce el derecho de las personas con discapacidad a vivir de manera independiente y a formar parte activa de la sociedad.
Para lograr esta transformación, la federación destaca la importancia de redirigir los recursos económicos hacia servicios comunitarios y apoyos personalizados. Entre las medidas clave estarían la asistencia personal, viviendas adaptadas y el acceso a tecnologías de apoyo que permitan una mayor independencia.
El presidente de FAMMA, Javier Font, subraya lo siguiente: “Es necesario un cambio de mentalidad y una mayor sensibilización pues este modelo debe ser extrapolado a cualquier persona que por cualquier circunstancia le aboque a padecer un a dependencia. Es una cuestión de derechos humanos”.
Para impulsar esta transformación, FAMMA plantea:
La federación propone varias estrategias para mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad en residencias:
La implementación de este nuevo modelo traería consigo múltiples ventajas, entre ellas: mayor bienestar emocional y psicológico, al fortalecer la autonomía y la capacidad de decisión; el cumplimiento de derechos internacionales, evitando situaciones de institucionalización forzada; una mejor integración en la sociedad, fomentando la participación en el ámbito laboral, educativo y cultural; así como la optimización de los recursos públicos, apostando por soluciones más flexibles y eficientes.
FAMMA hace un llamamiento a las administraciones públicas y a los responsables del sistema de atención residencial para que inicien este proceso de transformación. La federación insiste en que un modelo basado en la autonomía no solo es un derecho fundamental, sino una necesidad para garantizar una vida digna e inclusiva para las personas con discapacidad.
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