“IV Encuentro de Ayuntamientos de la Red de Ciudades y Comunidades Amigables con las Personas Mayores. Entornos Amigables para vivir mejor”. Mayte Sancho, directora general del Imserso, Sara Ulla, coordinadora de Estudios y Apoyo Técnico del Imserso, Pablo Ferreiro, delegado para la política de larga vida. Dpto. de cohesión social y solidaridad. Ciudad de Ginebra y Mónica Ramos, coordinadora técnica de UNATE y Fundación PEM.
Las personas mayores, en situación de dependencia y/o con discapacidad, presentan la necesidad de tener las viviendas accesibles, pero no solo sus hogares, sino también el entorno que les rodea. Estos entornos accesibles tienen que estar diseñados para crear lazos y relaciones, de manera que se conviertan en instrumentos contra la soledad no deseada, presentando todas las garantías posibles para la seguridad y el bienestar de estos colectivos.
En el día a día la gran mayoría de personas disfruta de su entorno de una forma fácil y sencilla y lo realizan diariamente de forma cotidiana y sin valorar todo lo que este entorno les ofrece. Pueden subir escaleras, solventar los obstáculos, cruzar los semáforos a tiempo, etc.
En cambio, hay otras muchas personas que no pueden realizar estas acciones con tanta facilidad debido al paso de los años y las limitaciones que pueden ir apareciendo, o por un accidente que limita su actividad temporalmente. En estos casos cobra una mayor significación que el entorno, el barrio, sea lo más accesible posible para poder ser vivido por todos, independientemente de su nivel de movilidad. Es necesario que el barrio se adapte a la persona.
Para comprobar cómo hacerlo y conocer cómo podemos mejorar el entorno para que todas las personas puedan vivir en plenitud y con la mayor calidad de vida posible, diversas entidades e instituciones del sector han realizado seminarios o jornadas sobre esta problemática. Durante las mismas se han presentado estudios o informes sobre características, datos o ideas regeneradoras con la necesidad de que estos proyectos e iniciativas continúen y se potencien.
El propio Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso) celebró el “IV Encuentro de Ayuntamientos de la Red de Ciudades y Comunidades Amigables con las Personas Mayores. Entornos Amigables para vivir mejor”. La jornada se centró en compartir iniciativas locales para la creación de entornos amigables con las personas mayores que favorecen y cuidan la vida en la comunidad porque la vejez se desarrolla y dirime en los entornos cercanos.
La directora general del Imserso, Mayte Sancho, dio la bienvenida y reivindicó la necesidad de celebrar encuentros como este con la participación de expertos en la materia, nacionales e internacionales, que visibilicen la problemática con análisis más profundos y pongan encima de la mesa más mejoras por el bienestar de todas las personas mayores y/o con discapacidad.
Durante la jornada se hizo hincapié en la “Red de Ciudades y Comunidades Amigables con las Personas Mayores. Entornos Amigables para vivir mejor”. La directora General de Igualdad y Políticas Locales, de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), Cristina Montalvá, destacó que “bajo paradigma de la OMS, la Red tiene la virtud de crear un marco compartido para políticas locales que se diseñan y reorganizan para vivir dignamente y participar en la sociedad de una forma plena”.
Actualmente la Red cuenta con más de 1600 ciudades y comunidades en 52 países, 255 municipios en España
Thiago Hérick de Sá, del Departamento de Determinantes Sociales de la Salud de la Organización Mundial de la Salud, resaltó que el objetivo es “añadir vida a los años vividos”. En esta Red, los mayores están en el centro de las acciones como agentes y no solo como beneficiarios. Insistió en que la red mundial “existe para que las ciudades se puedan conectar en el camino hacia la amigabilidad” y “compartir experiencias y aprendizajes para que otros avancen de forma más rápida y eficaz”, en un “movimiento global que trabaja para crear un mundo más amigable”.
Asimismo, también asistieron responsables políticos y personal técnico de los Ayuntamientos que forman parte de la Red en España, así como organizaciones de mayores, Consejos Municipales de Personas Mayores implicados y responsables de “ciudades amigables” de fuera de nuestro país, como Pablo Ferreiro, delegado para la política de larga vida. Dpto. de cohesión social y solidaridad. Ciudad de Ginebra.
La Jornada buscaba mostrar y conocer experiencias concretas y sus resultados en diversos municipios para aprovecharlas facilitando el debate y la difusión de conocimiento, así como mejorar la calidad de procesos y actuaciones desarrollados en el marco del movimiento mundial de amigabilidad con las personas mayores. Y en lo que concierne a la Red, se tenía el propósito de fortalecerla favoreciendo el contacto, intercambio y apoyo mutuo entre los ayuntamientos para compartir recursos (materiales, herramientas, informes…) y aprendizajes.
Además, habló de la superación del edadismo como estrategia transversal y necesaria para mejorar la vida de las personas mayores, y su vinculación con estrategias de ámbito estatal como la estrategia de soledad no deseada, o la estrategia de desinstitucionalización y el plan de cuidados.
“Hay que crear un camino hacia la amigabilidad, compartiendo experiencias para avanzar en un movimiento global que trabaja para crear un mundo más amigable”, Thiago Hérick de Sá, del Departamento de Determinantes Sociales de la Salud de la OMS
Antes de finalizar tuvo lugar la presentación del estudio, realizado en colaboración con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), “Investigación cualitativa sobre diagnósticos y planes de acción de ciudades y comunidades amigables con las personas mayores. Una visión global de la Red en España”.
Este encuentro, que tuvo lugar en el Imserso, no ha sido el único de esta índole en celebrarse en estas fechas. La Fundación Mayores de Hoy y la Fundación Pryconsa celebraron, con la colaboración del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM) y el Grupo SENDA, la III Jornada Viviendas Accesibles, Entornos Amigables “Vivir el Barrio” en el Salón de actos del COAM en Madrid.
El foro, en el que se ha analizado la importancia del barrio, el entorno más próximo a las personas mayores como herramienta contra la soledad no deseada, ha contado con la participación de la presidenta de la Fundación Mayores de Hoy y Grupo SENDA, Matilde Pelegrí; el decano del COAM, Sigfrido Herráez; y la directora de Programas de Fundación Pryconsa, Isabel Durán.
Asimismo, Juani Loro, periodista de Grupo SENDA, ha moderado dos mesas sobre la importancia de la accesibilidad en el entorno, con ejemplos de ideas regeneradoras, y la necesidad de que estos proyectos e iniciativas continúen y se potencien.
En la primera mesa participaron la jefa de la Oficina de ONU-Habitat en España, Ana Beatriz Jordao; y la coordinadora de la Red de Ciudades y Comunidades Amigables con las Personas Mayores en España (IMSERSO), Maite Pozo.
A continuación, Juani Loro moderó la segunda mesa con la directora General de Mayores y Prevención de la Soledad no Deseada del Ayuntamiento de Madrid, Silvia Saavedra; la concejala de Cultura, Festejos y Mayores del Ayuntamiento de Alcorcón, Raquel Rodríguez; y la coordinadora de la Comisión de Envejecimiento Activo y Participativo de la Plataforma de Mayores y Pensionistas (PMP), Cristina Rodríguez.
Durante la inauguración, la presidenta de la Fundación Mayores de Hoy, Matilde Pelegrí, puso en valor, ante el envejecimiento de la sociedad, la necesidad de contar con “alternativas para que las personas mayores puedan vivir mejor” en las ciudades, que tienen que ser “amigables para todas las edades”. Asimismo, ha destacado que España, con una media de 84 años, es el país con mayor esperanza de vida de la Unión Europea.
El decano del COAM, Sigfrido Herráez, ha recalcado que es “una obligación social y profesional el pensar en los más débiles (niños y personas mayores) y trabajar juntos”. Además, reflejó que vamos en “buena dirección”. “Tenemos que hacer un proyecto de ciudad más amable, no solo en el exterior, sino también en el interior de las viviendas”, añadió.
Además, la directora de Programas de Fundación Pryconsa, Isabel Durán, mostró “gratitud” por todo lo que está realizando, pero dejando claro que todos estos proyectos necesitan “continuidad”. “Las cosas que funcionan son las que duran en el tiempo”, sentenció.
La jefa de la Oficina de ONU-Habitat en España, Ana Beatriz Jordao, destacó varias medidas que se deben llevar a cabo para conseguir el éxito: plena participación de los mayores en la toma de decisiones, el grupo de mayores no es homogéneo, ejecutar prácticas para detectar barreras, actuar todos juntos y planificar también el futuro.
La directora General de Mayores y Prevención de la Soledad no Deseada del Ayuntamiento de Madrid, Silvia Saavedra, valoró la importancia de que “los mayores sean activos y los entornos amigables” para que haya “menos soledad”. El consistorio madrileño, con sus 21 distritos y 128 barrios, cuenta con centros municipales intergeneracionales, el Consejo Sectorial y la Oficina de Accesibilidad de Personas Mayores.
“Hay que hacer un proyecto de ciudad más amable, no solo en el exterior, sino también en el interior de las viviendas”, el decano del COAM, Sigfrido Herráez
Por último, la coordinadora de la Comisión de Envejecimiento Activo y Participativo de la Plataforma de Mayores y Pensionistas (PMP), Cristina Rodríguez, se refirió a los principios básicos de los mayores, como “diversidad, dignidad, libertad, derechos, obligaciones, seguridad, sentirse parte del barrio, empoderamiento, etc.
La Red, efectivamente, se dirige a las ciudades, al entorno urbano, pero también al medio rural. En España aproximadamente el 20% de la población tiene 65 años o más, pero este porcentaje es considerablemente mayor en el ámbito rural, donde la población mayor de 65 años ronda el 30% en municipios de menos de 2.000 habitantes. Existe un problema de despoblamiento y de envejecimiento de nuestro medio rural, y la mejora de la calidad de vida de las personas mayores, que en muchos casos desean seguir viviendo en sus casas y pueblos, podría contribuir a fijar población en un territorio.
El enfoque local, participativo, multisectorial y transversal es el mismo, pero lógicamente se adapta a cada contexto local concreto, al tipo de actores que pueden colaborar, al número de personas mayores del municipio, a los recursos disponibles. La metodología propuesta por la OMS para la implementación del proceso de amigabilidad en cada municipio es flexible, reconoce la diversidad y diferencias existentes entre ciudades y pueblos. En cualquier contexto se puede realizar un proceso participativo para escuchar las demandas y propuestas de las personas mayores para mejorar su municipio.
Los entornos rurales se enfrentan a desafíos específicos. Es necesaria una relación estrecha entre las políticas de envejecimiento y las iniciativas que afrontan el fenómeno de la despoblación y el fenómeno del reto demográfico en nuestro país. Municipios rurales nos trasladan que los procesos de amigabilidad en el marco de la Red suponen una herramienta eficaz para mejorar la vida de las personas mayores en el medio rural. Entre los retos mencionan la necesidad de abordar la dispersión y la dificultad de movilidad entre poblaciones, la dotación de servicios de proximidad o facilitar la participación activa de las personas mayores.
¿Qué iniciativas o proyectos que se están realizando están teniendo mayor éxito? Algunos ejemplos de algún Ayuntamiento o ciudad, como en la presentación
Los ayuntamientos son las administraciones públicas más cercanas a las personas y al lugar en el que viven, lo que les sitúa en una posición idónea para llevar a cabo este proceso de mejora de los entornos físicos y sociales y hacerlos más amigables con la población de mayor edad. Me gustaría destacar el esfuerzo y la calidad del trabajo que en el marco de la Red están realizando muchos ayuntamientos. Así como su compromiso con la participación e implicación de las personas mayores en su desarrollo. Son muchas las iniciativas interesantes e innovadoras que van surgiendo en los planes de acción de pueblos y ciudades amigables con las personas mayores y a las que, poco a poco, tratamos de dar visibilidad a través de herramientas como el Blog de Ciudades Amigables.
Entre los desafíos, y dado que la participación es el punto de partida del proceso propuesto por la OMS para la creación de pueblos y ciudades amigables, es un reto lograr una participación real y diversa de las personas mayores de un municipio, que pueda transmitir las demandas de los diversos perfiles de la población mayor, tan diversos como cualquier otro grupo de edad.
Por eso es importante diseñar adecuadamente esta participación al inicio del proyecto, adecuándola al contexto local concreto en el que se va a desarrollar. Determinará tanto la diversidad de personas mayores que participen, como la diversidad de sectores implicados.
Una dificultad es la continuidad en el tiempo de los procesos de amigabilidad. El objetivo de los ciclos de mejora continua que propone la OMS es conseguir que la perspectiva del envejecimiento se incorpore de manera transversal en las diferentes áreas de las políticas municipales. En ocasiones los procesos no continúan, por diversos motivos: falta de recursos, sobre todo humanos, falta de compromiso, cambios en la corporación municipal. La pandemia también supuso que muchos procesos se pararan y después ha costado volver a reiniciarlos.
Es fundamental el compromiso del gobierno municipal para superar estos retos y algunas dificultades que pueden encontrarse en el proceso de creación de entornos amigables con las personas mayores.
Creo que todas las áreas son importantes, porque todas afectan al día a día de las personas en la localidad en la que viven. Las ocho áreas hacen referencia a entornos físicos y a entornos sociales, y es necesario trabajar unos y otros si queremos vivir en entornos amigables con todas las edades. Por ejemplo, un municipio no será amigable si no es accesible (entorno físico), pero puede ser accesible y no ser amigable porque el entorno social excluye y discrimina. Cuando hablamos del entorno social, es imprescindible abordar la discriminación por edad o edadismo.
Los planes de acción parten de los diagnósticos y las propuestas en los que han participado las personas mayores. Por ejemplo, actuaciones para mejorar la accesibilidad universal son una constante en las propuestas para mejorar el espacio físico, la vivienda o el transporte, pero también iniciativas que incluyen aspectos “no tangibles” como el respeto, la no discriminación, las relaciones intergeneracionales o la participación social que contribuyen a un entorno inclusivo y amigable con las personas mayores.
La participación de las personas mayores en el proceso de mejora de un municipio para contar con entornos amigables es la base desde la que parte la propuesta metodológica de la OMS. Su participación se articula inicialmente a través de grupos focales, donde personas mayores valoran las fortalezas y debilidades del municipio en torno a las ocho áreas (edificios, espacios al aire libre, vivienda, transporte, respeto e inclusión social, información y comunicación, acceso a servicios públicos, participación social…).
Así se facilita la elaboración del diagnóstico y la aportación de propuestas al plan de acción; promoviendo también la implicación de las personas mayores en el proceso de desarrollo, por ejemplo, con su participación en acciones concretas como actividades intergeneracionales. También es positivo que participen en el seguimiento y evaluación de los planes de acción desarrollados.
Dependerá de cada contexto local concreto. Es cierto que existen una serie de valoraciones y demandas de las personas mayores que son más frecuentes independientemente del municipio, pero siempre habrá que escuchar primero a las personas mayores de ese municipio para decidir esas ayudas o inversiones.
El Imserso ha publicado recientemente la Investigación cualitativa sobre diagnósticos y planes de ciudades y comunidades amigables con las personas mayores. Una visión global de la Red Española, realizada en colaboración con el Grupo de Investigación sobre Envejecimiento (GIE-CSIC) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). El objetivo era conocer las necesidades y demandas más frecuentes de las personas mayores en su localidad de residencia a partir de los diagnósticos de amigabilidad de los municipios.
Entre las demandas que más se repiten están, más espacios verdes y ajardinados, accesibles y que favorezcan la socialización; más líneas de transporte público y con mayores frecuencias; ayudas para la adaptación de viviendas y procesos administrativos más accesibles; potenciar las actividades de ocio y tiempo libre; la promoción del voluntariado y la generación de tejido comunitario; la promoción de actividades intergeneracionales y de la participación ciudadana; mejora de los servicios de atención y cuidado, promoción del respeto y la inclusión de las personas mayores en todos los ámbitos de la sociedad. También señalan la importancia de combatir los estereotipos y prejuicios hacia las personas mayores y valorar su contribución a la sociedad; combatir los factores que desembocan en la vulnerabilidad social, en la soledad.
Además, el envejecimiento en casa es un elemento prioritario en la amigabilidad de los municipios dado que las personas desean, generalmente, envejecer en sus casas siempre en condiciones de autonomía. La promoción de esta autonomía a través de recursos y apoyos domiciliarios es otro elemento clave de los diagnósticos.
También me gustaría señalar que, la adhesión a la Red y el compromiso de llevar a cabo el proceso para ser una ciudad o pueblo amigable con las personas mayores no tiene por qué significar necesariamente un gran incremento en el presupuesto municipal. Se trata de una reorientación de actuaciones y programas de forma que los presupuestos municipales tengan en cuenta el diagnóstico y las propuestas de las personas mayores, es decir, se incorpore la perspectiva del envejecimiento y de las personas mayores en la planificación municipal.
En los diagnósticos y planes de acción de los municipios de la Red la soledad no deseada no ha pasado desapercibida. En muchos de los diagnósticos y propuestas aparece la preocupación de las propias personas mayores por esta realidad que no les es ajena. Y junto con esta preocupación y demanda de actuaciones para paliarla, surgen propuestas e iniciativas interesantes, unas empiezan a dar resultados positivos y otras todavía están por evaluar, pero todas ellas nos llevan a valorar positivamente la contribución de los ayuntamientos a la puesta en marcha de iniciativas para evitar el incremento de situaciones de soledad no deseada y aislamiento social y paliar las situaciones ya existentes.
Las iniciativas giran en torno a dos objetivos principales. Por un lado, la detección de personas mayores que sufren soledad no deseada, para después poder intervenir y acompañar. Y, por otro lado, la prevención para evitar que se produzcan estas situaciones. Tanto para la detección y acompañamiento como para la prevención, es fundamental facilitar las relaciones sociales de proximidad, recuperando los lazos vecinales en los barrios, fomentando modelos de convivencia que faciliten el desarrollo del contacto entre las personas y entre distintas generaciones en el entorno cercano en el que viven.
Los espacios públicos inclusivos donde relacionarse y las redes comunitarias contribuyen a la prevención de situaciones de soledad no deseada y también pueden facilitar la permanencia en el hogar. Redes comunitarias y vecinales que implican a una diversidad de agentes (centros de salud y atención primaria, servicios sociales, comercios, farmacias, cafeterías, asociaciones vecinales, organizaciones de mayores y de voluntariado, vecindario…). Por ejemplo, el Programa Contigo de acompañamiento a personas mayores solas del Ayuntamiento de Getafe, que implica una coordinación entre instituciones para dar una respuesta, así como para desarrollar las acciones complementarias necesarias de la forma más eficaz.
Desde el Imserso somos conscientes de la importancia de la difusión y visibilización del trabajo de tantos ayuntamientos en el marco de la Red, tanto para difundir conocimiento como para dar a conocer la Red y promover su crecimiento y ampliación en España.
El Imserso es el organismo español Afiliado a la Red y, en virtud del acuerdo de colaboración con la OMS, encargado de promocionar y apoyar esta Red en nuestro país, y mantener el contacto para la coordinación con la OMS:
En cuanto a iniciativas y herramientas para la visibilización, contamos con:
Además, conscientes de la importancia de una buena comunicación y difusión de los procesos de amigabilidad en los municipios, en 2019 se elaboró y publicó la “Guía de Recomendaciones para la comunicación en la Red de Ciudades y Comunidades Amigables con las Personas Mayores” para facilitar el trabajo de los ayuntamientos de la Red en este ámbito.
La Red Mundial de Ciudades y Comunidades Amigables con las Personas Mayores fue promovida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2010 como respuesta al rápido envejecimiento de la población y con el objetivo de conectar ciudades, comunidades y organizaciones en todo el mundo con la visión común de hacer de su entorno un lugar mejor donde envejecer dignamente y con calidad. Actualmente hay más de 1600 ciudades y comunidades en 52 países, 255 municipios en España.
Se trata de una iniciativa centrada en la acción local, que aborda de manera integral los aspectos que afectan al día a día de pueblos y ciudades y lo hace promoviendo la participación de las personas mayores, teniendo en cuenta sus necesidades, opiniones y propuestas en el proceso de análisis y mejora de la localidad en diversos ámbitos, con el fin último de promover un envejecimiento saludable y activo.
La misión de la Red es estimular y favorecer que las ciudades y comunidades de todo el mundo sean cada vez más amigables con las personas mayores.
– Inspirar el cambio, mostrando lo que se puede hacer y cómo se puede hacer.
– Conectar ciudades y comunidades en todo el mundo para facilitar el intercambio de información, conocimiento y experiencia.
– Apoyar a las ciudades y comunidades para encontrar soluciones innovadoras y basadas en la evidencia.
Los ayuntamientos interesados en adherirse a la Red se comprometen, en un ciclo de cinco años, a promover la participación de las personas mayores en todas las etapas del proceso, es decir, la investigación inicial para el diagnóstico de la situación, la elaboración del plan de acción y su posterior implementación y la evaluación del cumplimiento de sus objetivos y resultados.
Se trabaja en 8 áreas del entorno urbano y social que influyen en la salud y calidad de vida: espacios al aire libre y edificios; transporte; vivienda; participación social; respeto e inclusión social; trabajo y participación ciudadana; comunicación e información y servicios sociales y de salud.
Citaría, quizás, por el impacto en sus municipios la Red de Comercios Amigables de Zaragoza que tuvo una gran acogida en la ciudad y desde 2015 no ha dejado de aumentar el número de comercios adheridos (más de 500). Fue una iniciativa propuesta por personas mayores de Zaragoza que participaron en el proceso e impulsada por el Ayuntamiento, y su objetivo es promover iniciativas privadas que mejoren la amigabilidad y accesibilidad de los comercios en base a parámetros como la comodidad, la seguridad, la confianza y la calidad de atención. También en muchos municipios de la Red en Euskadi se han puesto en marcha Redes de Comercios Amigables. O la iniciativa Lagunkoia Farmazia/Farmacias Amigables en Donostia-San Sebastián, primera ciudad en adherirse a la Red en España en 2009.
Así mismo, destacaría que el envejecimiento saludable y satisfactorio necesita de un entorno comunitario, de relaciones sociales saludables y de solidaridad intergeneracional, es decir, un tejido social y comunitario sólido. En Pamplona, la “Red de Mayores. Somos barrio, hacemos barrio” promovida por el Ayuntamiento. La mitad de los barrios de la ciudad cuentan ya con una Red, cuyo planteamiento no es crear nuevos servicios, sino detectar las necesidades generales del vecindario o carencias concretas (en momentos o lugares concretos), para coordinar los recursos ya existentes y resolverlas de manera eficaz. Estas redes van consolidándose desde febrero de 2022 siguiendo la iniciativa del Pacto del Mayor de San Juan-Donibane, uno de los barrios más envejecidos de Pamplona.
El Programa “Mirada Activa Berria” promovido por el Ayuntamiento de Bilbao, tiene como objetivo promocionar la participación comunitaria de personas mayores que se encuentran en situación de fragilidad relacional (soledad) o funcional y precisan de un apoyo para paliar o prevenirla. Surge ante la necesidad de detectar a aquellas personas mayores que viven solas y que tienen dificultades para cubrir sus necesidades básicas o que no cuentan con redes de apoyo, ni familiares ni sociales, y que se encuentran en situación de aislamiento. Toda una red de profesionales, personas mayores voluntarias, asociaciones y ciudadanía en general colaboran en el proceso de detección e intervención.
El Ayuntamiento de Barcelona ha desarrollado el programa “Vincles BCN», un servicio dirigido a reforzar las relaciones sociales de las personas mayores que se sienten solas y mejorar su bienestar mediante el uso de la tecnología y el soporte de equipos de dinamización social. La aplicación “Vincles” es accesible e intuitiva y facilita la creación de círculos de confianza con apoyo digital. La evaluación cualitativa de este programa a través de entrevistas a las personas usuarias refleja que el 70,5% ampliaron su red relacional de amistades y el 80% mejoró su autoestima.
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