Kaldevi
José Antonio Gómez, generente de Kaldevi
«El equipamiento elegido con criterios de calidad beneficia a personas que viven en la residenci»
Llevo más de 30 años en el sector sociosanitario y debo reconocer los grandes avances que ha habido en equipamiento, pero también es cierto que el factor precio sigue siendo el que hace inclinar la balanza a un lado u otro.
Siempre he creído que una buena inversión es una práctica inteligente y sostenible, ahora que esta palabra tiene tanto eco en nuestra sociedad. Sostenible es todo aquello que no debemos desechar al poco tiempo de haberlo comprado. Cada uno que piense en términos de inmovilizado lo que eso supone en su centro.
El equipamiento elegido con criterios de calidad beneficia directamente a las personas que viven en la residencia, y a sus trabajadores. Esto ayuda también a ser sostenible. Trabajadores más contentos, menos volatilidad laboral.
Pero también es necesario que las personas que se dediquen a compras en los grupos residenciales se dejen aconsejar por los profesionales del sector. Los años de experiencia son también una ayuda de lo que sirve o no, de lo que es efectivo o de lo que es moda.
Kaldevi introdujo las camas de cota 0 cuando los fabricantes nacionales se quedaban en 30 cm. Luego se ha querido incluir cota 0 para todo, pero por coste, se ha tenido que aceptar el quedarnos a 23-25 cm.
Por otra parte, el mobiliario no tiene que ser igual en todas las zonas de la residencia. Ante todo, debe ser práctico, con materiales duraderos, sostenibles y adaptados para la totalidad de los residentes. Del mismo modo, las ayudas técnicas deben estar adaptadas a cada persona en su talla y peso. Esto lo llevan haciendo los países nórdicos desde hace lustros en sus centros geriátricos. En cuanto a la sostenibilidad, somos una empresa de servicios, pero pedimos a nuestros fabricantes que tengan ISO en medioambiente y tengan prácticas sostenibles en sus medios de producción, porque a nosotros también nos lo piden nuestros clientes. Disponemos de la ISO 14001, aparte de otras, para evitar consumo de combustibles fósiles, electricidad, papel, etc.
No soy un gurú para saber por dónde van a ir los gustos y preferencias de los grupos geriátricos y residencias. Pero lo que no puede dejarse nunca de lado es la seguridad de los usuarios. Y para mí la seguridad la dan los productos certificados como sanitarios y, en el caso de las camas, las que cumplen los cánones establecidos por la nueva regulación europea sobre estos productos MDR, que aumentan la transparencia de la fabricación y la trazabilidad de los productos. Así acabaríamos, por ejemplo, con tanto producto imitación y de dudosa calidad.