“Cuando antiguos pacientes de la Clínica Eugenia de Montijo decidieron trasladarse a vivir un centro residencial, comenzaron a demandar atención bucodental. Para dar respuesta a esa necesidad, surge la idea de llevar el servicio allí donde los pacientes no pueden recibir atención odontológica profesional”, recuerda el doctor José Francisco Rada Gil, CEO y director Médico de SERMADE.
Si bien SERMADE comenzó atendiendo a personas mayores, actualmente, demandan sus servicios personas con discapacidad y con problemas de salud mental de todas las edades. “Desde el principio, entendimos que la amplia mayoría de nuestros pacientes precisaban unos protocolos de actuación muy específicos y particulares. La mayoría son personas con requerimientos especiales, con diversas patologías y polimedicados, que nos obliga a personalizar cada caso y darles una solución completamente adaptada a sus necesidades”, señala el doctor Rada Gil.
Actualmente, SERMADE presta servicio en la Comunidad de Madrid, Castilla y León y Castilla-La Mancha. “Son muchos los grupos residenciales que tienen centros en otras comunidades autónomas y quieren que nos establezcamos en otras provincias. Por ello, estamos en pleno proceso de expansión, estudiando cuál es la mejor opción para asegurar una atención odontológica adecuada y especializada en centros residenciales a todas las personas que lo necesiten”, subraya el doctor Rada. De hecho, SERMADE está ya en conversaciones con diferentes grupos para comenzar a trabajar en varias provincias, dando el mismo servicio profesional y de calidad que presta en Madrid y alrededores. “Mientras tanto, estamos realizando campañas y acciones puntuales con las residencias con las que habitualmente trabajamos para hacer una atención preventiva fuera de Madrid”, detalla.
Todos los pacientes de SERMADE tienen en común la dificultad de acudir a clínicas dentales convencionales, “ya que necesitan una atención muy especializada y personalizada y, con frecuencia, también tienen problemas de movilidad. Hoy en día, atendemos a todos estos colectivos siendo referentes en el sector de la asistencia odontológica”.
Para prestar esa atención bucodental especializada, SERMADE dispone de clínicas dentales móviles, que se desplazan a los centros residenciales “y que nos permiten poder atender a nuestros pacientes sin que tengan que desplazarse”.
Pero SERMADE va mucho más allá “y contamos también con una clínica especialmente diseñada para pacientes con necesidades especiales, en la que no existen barreras arquitectónicas. Disponemos de equipos especialmente adaptados para poder realizar tratamientos a estos pacientes en sus propias sillas de ruedas. También contamos con la última tecnología en radiología y TAC para poder acometer los tratamientos más complejos e innovadores”. En esta clínica, cada detalle ha sido pensado para poder garantizar el éxito en cada uno de los tratamientos, apostando por la calidad y la excelencia. Cuando es necesario trasladar a los pacientes a este centro por la complejidad de su tratamiento, SERMADE se encarga de los desplazamientos. “Contamos con vehículos adaptados para estos casos”, concreta.
El doctor Rada y su equipo están más que satisfechos con los resultados obtenidos, ya que las cifras hablan por sí solas: “SERMADE realizó en 2022 más de 1.200 visitas en centros residenciales, en las que hemos realizado todo tipo de tratamientos odontológicos a personas con diversidad funcional, personas mayores y personas con deterioro cognitivo, tanto en nuestras clínicas móviles como en la clínica convencional”.
La salud oral forma parte de la salud integral de las personas y repercute directamente en su calidad de vida. Los problemas o dolencias bucodentales pueden ser el primer signo de alarma de que la persona padece una enfermedad intestinal, problemas cardiovasculares, diabetes, etc. De igual manera, tener una boca sana es una de las claves para prevenir enfermedades sistémicas.
Por ello, con el fin de prevenir la aparición de enfermedades bucodentales y evitar el agravamiento de otras existentes, SERMADE recomienda tener una adecuada higiene bucodental y realizar una valoración odontológica, al menos, cada seis meses.
Siempre que la persona mayor sea autónoma, hay que fomentar que realice la higiene oral por sus medios. Pero con la edad, las personas comienzan a perder movilidad y funciones cognitivas y, como consecuencia, su autonomía se ve comprometida para, entre otras cuestiones, mantener una adecuada higiene de dientes y encías.
Por tanto, los cuidadores, tanto profesionales como familiares, deben estar atentos a los síntomas que pueden advertir de la existencia de algún problema oral y pedir cita con el profesional. El doctor Rada destaca los siguientes:
Por otra parte, teniendo en cuenta los problemas asociados a una deficiente salud oral, el doctor Rada recomienda los siguientes hábitos saludables:
“Nuestro objetivo es que las personas mayores o aquellas con necesidades especiales recuperen la capacidad de masticar y, de esta manera, mejore su nutrición y puedan disfrutar de cada comida. Además, una buena dentadura mejora también la autoestima de los residentes y favorece las relaciones sociales”, subraya el doctor Rada.
Las principales patologías o complicaciones relacionadas con la salud bucodental asociadas a la edad se resumen en las siguientes:
El objetivo de SERMADE es mejorar la salud de la cavidad oral de los pacientes, independiente de su edad y estado cognitivo o funcional. “El concepto de una boca sana es la ausencia total de dolor e infecciones, que puedan alterar la calidad de vida de nuestros pacientes. Las diferentes realidades hacen que las soluciones sean completamente personalizadas”, afirma el doctor Rada.
Por tanto, el experto odontólogo señala que una persona con una perspectiva de vida larga requerirá de soluciones que puedan permitirle plena función oral, una estética correcta y, en definitiva, una buena calidad de vida. “En muchos de estos casos optamos por soluciones protésicas fijas o removibles, que puedan garantizarnos estos mínimos”, apunta. Y cuando el paciente de avanzada edad conserva unas adecuadas capacidades cognitivas “también debemos garantizar los preceptos anteriores”.
En otras ocasiones, el paciente es joven y, aunque tiene alteradas gravemente sus capacidades cognitivas, conserva el reflejo de la masticación. Entonces, el doctor Rada opta por una rehabilitación “que no requiera de manipulación por parte del paciente y garantizar así el éxito de su tratamiento. Por ejemplo, los implantes dentales podrían ser una buena solución. Esta circunstancia se puede dar también en personas de más edad que se encuentran en la misma situación”.
La variabilidad de la casuística lleva a SERMADE a diseñar diferentes soluciones para cada circunstancia, buscando siempre asegurar la calidad de vida de los pacientes.
Los profesionales de SERMADE exponen un caso práctico real, que demuestra cómo tener una adecuada salud oral puede mejorar la salud y la calidad de vida de una persona.
SERMADE acude a una cita a un centro residencial para hacer una revisión a María (nombre ficticio), porque le cuesta comer y, desde hace tiempo, suele tardar mucho. María tiene deterioro cognitivo, es dependiente total y ha perdido la capacidad de hablar. Por lo tanto, precisa de ayuda para realizar todas las actividades básicas de la vida diaria.
Tras la exploración médica, el odontólogo de SERMADE observa la presencia de varios restos radiculares y de lesiones en las piezas que aún presenta en la cavidad oral, que son incompatibles con cualquier tipo de tratamiento conservador.
Valorando las opciones y debido al deterioro cognitivo de María, se decide llevar a cabo el saneamiento de la cavidad oral realizando la extracción de las piezas presentes para evitar complicaciones, como la presencia de abscesos y procesos infecciosos que pudieran afectar de forma sistémica. El tratamiento se lleva a cabo bajo proceso de sedación consciente para permitir un correcto manejo del paciente.
Al día siguiente de la intervención, el equipo médico de SERMADE visita a María, coincidiendo con la hora de la comida. “Los servicios asistenciales de la residencia nos invitan a pasar. Estaba comiendo de forma autónoma sin la necesidad de ayuda por parte de las auxiliares. No se lo podían creer”, recuerda el doctor Rada.
María no quería comer debido al dolor que sentía, pero que no era capaz de comunicar por su deterioro cognitivo. Al eliminar los factores infecciosos e inflamatorios que presentaba, y aunque seguía sin poder comunicarse, comenzó a comer por ella misma.
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