El distanciamiento social, la reducción de las visitas en las residencias, la interrupción de ejercicio físico y actividades estimulantes, son efectos colaterales derivados del virus que han provocado que “hasta un 67 % de los enfermos de alzhéimer hayan empeorado a nivel cognitivo y/o funcional a los 4 meses de haber superado el COVID- 19”, adelanta la doctora María Pilar Peláez González, médico en la residencia Ballesol Salvador Allende de Zaragoza. Son algunas conclusiones extraídas de un estudio realizado entre residentes del centro con motivo del Día Mundial del Alzheimer, que se celebra hoy.
La desorientación, la confusión, la exacerbación de los trastornos de conducta y los síntomas psiquiátricos, aparecen como resultado de estos cambios. En concreto, “el distanciamiento social está aumentando la desorientación y confusión en las personas que sufren alzhéimer”, comparte la doctora Peláez. Se ha visto a través de diferentes estudios que un 36 % de las personas que han sobrevivido al virus desarrollan problemas neurológicos con posterioridad. Y añade al respecto, que “las personas que superan la COVID-19 tienen más riesgo de desarrollar enfermedades como el alzhéimer”.
La demencia se está convirtiendo en una epidemia silenciosa en una población cada vez más envejecida, siendo la enfermedad de Alzheimer, la que acapara entre un 60 % y un 70 % de los casos.
COVID, alzhéimer y residencias
En el ámbito residencial y en el momento actual, “este tipo de pacientes tienen menos posibilidades de beneficiarse de un ingreso hospitalario, ya que dicho ingreso tiene riesgos asociados: confusión, desorientación… Les puede resultar difícil entender por qué se encuentran en un lugar desconocido; la ausencia de visitas de sus familiares y la dificultad para comunicarse o para seguir las instrucciones y medidas de seguridad pueden agravar los síntomas de la demencia”. Por esto, aconseja Peláez González, “es muy importante a la hora de decidir un traslado al hospital, valorar si el beneficio va a compensar la angustia que pueda generar el aislamiento”.
La alta prevalencia de personas con especial vulnerabilidad, como las que padecen demencias, sobre todo si es en fases avanzadas en residencias, conducen a una serie de complicaciones:
Consejos
Para todas estas personas son necesarios unos planes y recomendaciones específicas. La personalización de la atención debe ir dirigida a paliar su soledad y su aislamiento en la medida de lo posible:
A la vista de todo lo anterior, se revela como fundamental, concluye la doctora de Ballesol Salvador Allende, “realizar revisiones periódicas de memoria con la finalidad de lograr una detección precoz de la enfermedad de Alzheimer”.
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