La presidenta de Grupo SENDA, Matilde Pelegrí, destacó que este encuentro es muy especial, porque es el primero de una serie que serán protagonizados por los máximos representantes de las comunidades autónomas en materia de envejecimiento activo y dependencia. Antes de iniciar la jornada, Pelegrí agradeció a todos aquellos profesionales que a lo largo de un año tan complicado marcado por la pandemia han estado día a día cuidando y atendiendo a uno de los grupos más vulnerables: las personas de más edad.
En este escenario, surgió la pandemia. “Un año después, hay que plantearse reformas estructurales para adaptar la atención sociosanitaria a las nuevas necesidades de las personas mayores. En Castilla y León, el nuevo modelo de atención se materializa en el Sistema de Dependencia 5.0”, afirmó la consejera.
Es un modelo pionero en España basado en la atención centrada en la persona, la integración de los servicios y la orientación hacia un abordaje preventivo y proactivo. Y, todo ello, apoyado en la digitalización de las nuevas tecnologías.
“Se trata de aplicar las nuevas tecnologías, como la robótica, la domótica o los ecosistemas de Inteligencia Artificial (IA), a los cuidados centrados en lo que la persona quiere y necesita, no en función de lo que a la Administración le pueda convenir. Tenemos que ser capaces de mejorar, modernizar e innovar todos los servicios (ayuda a domicilio, teleasistencia, residencias, etc.) y, sobre todo, conectarlos. El gran salto de futuro consiste en construir un modelo de atención en red, que respete el proyecto de vida de las personas dependientes y evolucione con ellas en función de sus necesidades, desde la teleasistencia hasta la residencia”, explicó Blanco.
Aprovecha el potencial de las nuevas tecnologías para personalizar la atención, reforzar los cuidados y efectuar un seguimiento proactivo de las personas mayores y sus cuidadores. Castilla y León garantiza la gratuidad del servicio y la igualdad en el acceso al mismo. “Se presta a través de las entidades locales. Cada una tenía su contrato independiente y lo que hemos hecho es unificarlos”, apuntó la consejera.
Se trata de la prestación más básica, que permite a las personas permanecer en su casa con un apoyo mínimo. Blanco destacó la interconexión de todos los servicios, a través de la teleasistencia avanzada: “Gracias a la monitorización del domicilio e instalación de sensores, la persona está conectada con los equipos de atención social y Atención Primaria, que contribuyen a prevenir situaciones de riesgo, fomentan la autonomía y dan apoyo emocional para evitar, por ejemplo, situaciones de soledad”. Se constituyen plataformas compatibles, proactivas e integradas en el entorno de la persona usuaria en tiempo real.
Castilla y León ha mejorado y reforzado el Servicio de Ayuda a Domicilio (SAD), con el objetivo de que las personas mayores puedan permanecer en su domicilio con apoyos y garantía de calidad.
Para ello, por un lado, la Consejería ha avanzado en una acreditación del SAD estableciendo indicadores de calidad, idoneidad y garantías, que han de cumplir las entidades prestadoras del servicio. Por otra parte, está trabajando en la reducción progresiva del copago y, en este sentido, se ha elevado el umbral de las rentas para el acceso a la gratuidad.
“Durante la pandemia, los usuarios de teleasistencia aumentaron, mientas que los de SAD disminuyeron. Queremos recuperar esos usuarios y mejorar la calidad de las relaciones laborares de los profesionales del SAD”, afirmó Blanco.
Para todo ello, la Junta ha incrementado la financiación hasta alcanzar los 13 millones de euros. El año que viene esperan invertir lo mismo, e incluso más, en función de los usuarios que se incorporen al Sistema de Dependencia.
El modelo de “Atención en red” es un nuevo proyecto para cuidados de larga duración. Está incluido en el Sistema de Atención a la Dependencia 5.0 y conjuga los cuidados en el domicilio y en los centros residenciales, teniendo como aliados a las nuevas tecnologías y a una red de profesionales.
Los ejes de este nuevo modelo de atención en red se apoyan en tres proyectos:
Tanto “A gusto en mi casa” como “Viviendas en red” son proyectos para personas vulnerables con necesidades de apoyo que quieren vivir en su hogar. Ambos cuentan con una red de profesionales con un papel proactivo y una cartera común de servicios de proximidad. “Fomentan la autonomía personal y el envejecimiento activo de las personas usuaria. Además, ayudan a fijar población el medio rural, ya que generan riqueza y empleo”, apuntó la consejera.
La consejera Blanco destacó la progresiva implementación del nuevo modelo de atención residencial, con la nueva ley reguladora que garantizará los derechos y la protección de las personas que viven en centros residenciales, públicos y privados.
Para su elaboración, la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades contará con la participación, consenso y diálogo de todos los agentes implicados en un grupo de trabajo formado por representantes del sector, profesionales, entidades locales, usuarios, organizaciones sindicales y patronales, grupos parlamentarios, expertos, etc. Todos ellos, tendrán en cuenta el conocimiento y la experiencia adquirida en proyectos como “En mi casa” o de otros países nórdicos.
La consejera Isabel Blanco resumió los pilares de la nueva Ley y del nuevo modelo de atención residencial en cuatro puntos:
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