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¿Qué obligaciones legales tienen las familias al contratar una cuidadora de personas mayores?

¿Qué obligaciones legales tienen las familias al contratar una cuidadora de personas mayores?
¿Qué obligaciones legales tienen las familias al contratar una cuidadora de personas mayores?

En España, el envejecimiento de la población ha generado una creciente necesidad de cuidados personalizados para personas mayores. Muchas familias optan por contratar cuidadoras a domicilio, lo que implica asumir una serie de responsabilidades legales que, en muchos casos, no se conocen con claridad. Contratar a una cuidadora no es solo una decisión emocional, sino también una formalidad jurídica con implicaciones laborales importantes.

Alta en la Seguridad Social

Uno de los principales requisitos legales es dar de alta a la cuidadora en la Seguridad Social. Es el empleador —en este caso, la familia— quien debe gestionar el alta, solicitar un código de cuenta de cotización y encargarse del pago de las cotizaciones mensuales.

Este paso es obligatorio incluso si el empleo es por horas o de corta duración. La omisión de este trámite se considera empleo irregular y puede dar lugar a sanciones administrativas.

Contrato por escrito

Si la relación laboral supera las cuatro semanas, es obligatorio formalizar un contrato por escrito. En este documento deben constar datos como:

  • Jornada y horarios.
  • Retribución.
  • Tareas asignadas.
  • Duración del contrato (temporal o indefinido).
  • Condiciones de alojamiento (en el caso de cuidadoras internas).

Este contrato debe seguir el marco legal establecido para el trabajo en el hogar. Para evitar errores comunes, es recomendable consultar guías prácticas como esta sobre cómo hacer un contrato de trabajo cuidadora de ancianos en casa particular, donde se explican los elementos que no deben faltar y cómo adaptarlo a cada caso.

Retribución y jornada laboral

La cuidadora debe percibir, como mínimo, el Salario Mínimo Interprofesional (SMI), que debe calcularse en función del número de horas trabajadas. También debe respetarse el descanso entre jornadas, los días libres semanales y el derecho a vacaciones retribuidas (30 días naturales al año).

Prevención de riesgos y trato digno

Aunque se trate de un entorno doméstico, el empleador debe garantizar condiciones laborales seguras, un trato digno y el respeto a los derechos fundamentales de la trabajadora. No se pueden imponer tareas ajenas a las acordadas ni modificar unilateralmente las condiciones del contrato.

Conclusión

Contratar a una cuidadora de personas mayores en casa es una decisión responsable que debe ir acompañada del cumplimiento de las obligaciones legales correspondientes. Informarse adecuadamente y formalizar la relación laboral de forma correcta es la mejor manera de garantizar un entorno seguro tanto para la familia como para la profesional que presta los cuidados.

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