¿Cuál es el modelo de residencia que queremos para las personas mayores? ¿Qué desean ellas si tienen que abandonar su casa? ¿Con qué oferta desearíamos contar pensando en nuestra propia vejez? Estas y otras reflexiones fueron abordadas por cada uno de los integrantes de la mesa: el director general del Imserso; Luis Alberto Barriga; el presidente de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG), José Augusto García Navarro, y la directora del periódico 65ymás, Ana Bedia. Moderó el acto Manuel Rico, el director de investigación del periódico InfoLibre.
El director general del Imserso explicó que la pandemia expuso en evidencia todas las deficiencias que ya existían: “Se requieren cambios desde la óptica de los derechos y la dignidad. El edadismo está mucho más impregnado en la sociedad de lo que pensábamos. Tenemos que llegar a un gran acuerdo sobre los mínimos en atención a las personas mayores. Ponernos de acuerdo en qué es lo irrenunciable que debe inspirar todas las decisiones: la Atención Integral y Centrada en la Persona, la historia de vida, el proyecto de vida, es fundamental”, subrayó.
“El libro sitúa, desenfoca y reenfoca el papel de las residencias. Se exponen también ejemplos que han funcionado en muchos lugares. Tenemos que huir del modelo médico tradicional, asistencialista, que prescribe, porque las personas mayores con enfermedad crónica y dependencia necesitan una adecuada atención», expuso García Navarro.
En su opinión, la asistencia médica tiene que estar donde estén y vivan las personas mayores: en sus domicilios, en las residencias y en los hospitales. “Para ello, es necesario establecer una coordinación real y dar respuesta rápida a las situaciones de crisis. La Atención Integral y Centrada en la Persona se debe llevar a cabo en residencias, convertidas en viviendas especializadas. El libro da pautas concretas de cómo ponerlo en práctica, de una manera muy educativa, llena de rigor y de pasión”, concluyó.
Por su parte, la autora, Pilar Rodríguez, manifestó que la intención de este libro, entre otras cosas, es sacar el tema de las residencias del sector especializado y extenderlo a la población en general. Hizo también hincapié en el subtítulo del libro: los cuidados de calidad y en la vida con sentido, para “que no se acabe la vida, nuestros proyectos de vida, porque necesitamos cuidados o tengamos que ir a una residencia”. Y puso de manifiesto las situaciones de discriminación hacia las personas mayores que se desvelaron durante el Covid.
Este libro habla de las residencias, indicando el camino (técnicas y metodología incluidas), para convertirlas en viviendas en las que poder seguir controlando la propia vida y desarrollar aquellas actividades que para cada quien tengan sentido y significativo. Pero va más allá, ya que abre un interesantísimo debate para reflexionar sobre la sociedad que queremos: una sociedad que respete a las personas mayores, mejore su calidad de vida y los tenga en cuenta a la hora de tomar decisiones.
Rodríguez finalizó reclamando la necesidad de un cambio de mirada, cambiar la perspectiva y el foco ahora puesto en los servicios, y poner de verdad el centro en las personas “para re-conocerlas en su dignidad inherente y propiciar oportunidades y apoyos para que el proyecto de vida continúe, se tenga la enfermedad o la dependencia que se tenga, y garantizar el ejercicio de sus derechos”.
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