La incontinencia es uno de los grandes factores de riesgo en la aparición de lesiones cutáneas y úlceras por presión. La combinación de humedad constante, fricción y una piel más fina y frágil favorece la maceración, la irritación y la ruptura de la barrera cutánea. Por eso, el cuidado apropiado de la piel es una medida preventiva esencial. Cada vez hay más productos específicos de higiene, protección y cuidado que ayudan a mantener la integridad de la piel y a reducir el impacto de la incontinencia en personas mayores o con movilidad reducida.
Desde Indas recuerdan que, con el paso de los años, la piel del adulto se vuelve más fina, pierde elasticidad e hidratación y se debilita el manto lipídico que actúa como barrera natural. Si a esto se suma la incontinencia, el riesgo de lesiones que tardan más en curar se multiplica. Su propuesta se articula en tres pilares: dermoprotección, transpirabilidad y piel seca.
Para ello, en sus absorbentes incorporan Dermobandas, una crema Piel limpia, seca y protegida: otra barrera contra las úlceras por presión con ácidos grasos, aplicada en bandas a lo largo del núcleo, que se transfiere a la piel gracias al calor corporal y ayuda a cuidarla, incluso en pieles predispuestas a irritaciones. Los materiales de sus absorbentes son 100 % transpirables: la lámina posterior es impermeable al líquido, pero permite el paso del vapor de agua, de modo que la humedad queda atrapada en el interior mientras la superficie en contacto con la piel se mantiene lo más seca posible.
Además, el doble núcleo con celulosa y partículas superabsorbentes garantiza una alta capacidad de absorción y retención y control del olor. Todos los productos están dermatológicamente aprobados, incluso en pieles sensibles.
A esta estrategia se suma la línea de cuidado de la piel ADDERMIS Biactiv, orientada a pacientes adultos encamados, incontinentes o con riesgo de ulceraciones. Su objetivo es cubrir, en una misma gama, las necesidades de limpieza, hidratación, protección y regeneración de una piel sensible y expuesta a agresiones continuas.
En la misma línea de prevención, Laboratorios HARTMANN ha desarrollado Lindor® Skin, una gama dermatológicamente testeada que plantea un enfoque integral en tres pasos: higiene, protección y cuidado. En el primer nivel, la higiene, ofrecen espumas limpiadoras, toallitas y manoplas sin aclarado, formuladas con pH equilibrado, que permiten una limpieza suave, eficaz y sin fricción excesiva. De esta forma se preserva la microbiota cutánea, se neutraliza el olor y se reduce el riesgo de dermatitis asociada a la incontinencia, con el añadido de un ahorro de tiempo en cada higiene y una mayor eficiencia asistencial.
El segundo paso es la protección, con cremas barrera a base de óxido de zinc y pantenol, y aceites en spray que refuerzan la barrera natural de la piel frente a la humedad y la fricción.
Estas formulaciones crean una película protectora que aísla de la orina, el sudor u otros agentes irritantes, a la vez que calman, hidratan y favorecen la reparación de las zonas sensibilizadas. Se eliminan con facilidad, sin necesidad de frotar, lo que disminuye uno de los factores de riesgo clave: la fricción mecánica repetida.
Por último, la fase de cuidado se centra en la hidratación profunda y la reparación, con lociones corporales que restauran la suavidad y flexibilidad de la piel seca o muy seca. Su uso regular ayuda a mantener una barrera cutánea íntegra y más resistente, reduciendo la susceptibilidad a las lesiones por presión. El resultado de este enfoque integral es una reducción del riesgo de maceración y dermatitis, una menor incidencia de úlceras por presión, una optimización del tiempo del personal sanitario —al evitar parte de las heridas avanzadas— y una mejora del confort y la calidad de vida de las personas atendidas.
En contextos de incontinencia, elegir bien los absorbentes y las rutinas de higiene y cuidado de la piel no es un detalle menor: es una inversión en prevención que evita sufrimiento, complicaciones y costes futuros.
