Más de 600 personas se han dado cita durante los días 7 y 8 de abril en la Facultad de Estudios Sociales y del Trabajo de la Universidad de Málaga para participar en el Congreso Internacional sobre Innovación Tecnológica y Social en la Atención Domiciliaria. Una iniciativa que ha convertido este espacio universitario en un auténtico laboratorio de ideas, experiencias y propuestas destinadas a redefinir el futuro del cuidado y la calidad de vida de las personas en situación de dependencia.
La convocatoria ha reunido a un amplio abanico de perfiles: profesorado y alumnado de disciplinas vinculadas a los Servicios Sociales, la tecnología, las Ciencias Jurídicas, Sociales y Sanitarias; profesionales de equipos interdisciplinares; empresas y personas emprendedoras comprometidas con la innovación en áreas tan diversas como la domótica, robótica, comunicación, transporte adaptado, deporte, ocio o salud. También han estado presentes entidades no gubernamentales y administraciones públicas, creando un entorno único de colaboración e intercambio.
Objetivos ambiciosos, respuestas innovadoras
El Congreso ha nacido con la voluntad de dar respuesta a una realidad creciente: la necesidad de garantizar una atención domiciliaria eficaz, sostenible e inclusiva que permita a las personas mayores, con discapacidad o en situación de dependencia vivir en sus hogares con dignidad, seguridad y autonomía.
Para ello, se han planteado nueve grandes objetivos que han guiado la programación y el debate: desde la identificación de oportunidades futuras y la promoción del desarrollo tecnológico, hasta la generación de empleo, la investigación aplicada, la transferencia de conocimiento y la creación de redes de colaboración entre Universidad, Administración y sector privado.
“Vivir en Casa”: un modelo de referencia
Uno de los momentos más destacados del Congreso ha sido la revisión de los avances del proyecto “Vivir en Casa”, una iniciativa pionera que se ha consolidado como referente en la promoción de la autonomía personal en el entorno domiciliario. A través de los testimonios de personas usuarias y profesionales implicados, se han compartido logros, aprendizajes y, sobre todo, áreas de mejora clave para garantizar la continuidad y excelencia de este modelo.
El proyecto “Vivir en Casa” propone un modelo innovador de cuidados domiciliarios en el que se complementen los aspectos social y tecnológico (domótica, robótica, etc.) para favorecer la permanencia en el domicilio de personas reconocidas como dependientes, y que estén viviendo en su domicilio con apoyos familiares o no profesionales.

Las voces de quienes han experimentado directamente los beneficios del proyecto aportaron una dimensión humana y realista al evento, poniendo en valor la atención centrada en la persona y el enfoque multidisciplinar como pilares imprescindibles del cambio.
Tecnología, sostenibilidad y comunidad
A lo largo de las jornadas, expertas y expertos nacionales e internacionales han abordado aspectos fundamentales para el futuro de la atención domiciliaria: la accesibilidad, la sostenibilidad, la integración de tecnologías inteligentes, la coordinación intersectorial y la apuesta por servicios comunitarios de proximidad.
Cada ponencia ha añadido una capa de conocimiento que ha enriquecido los debates, reforzando la necesidad de un enfoque integral que combine lo social, lo tecnológico y lo humano para construir soluciones más eficaces y adaptadas a las personas.
Ética en la aplicación de la tecnología
En el marco del Congreso, también se abordaron temas de gran relevancia para el presente y futuro de la atención social, como las cuestiones éticas derivadas del uso de nuevas tecnologías en los Servicios Sociales. Este debate se desarrolló en una mesa redonda que contó con la participación de Natividad de la Red, doctora en Sociología y catedrática de Trabajo Social y Servicios Sociales en la Universidad de Valladolid, e Inmaculada Asensio Fernández, directora de la Estrategia de Ética de los Servicios Sociales de Andalucía. Ambas expertas aportaron valiosas reflexiones sobre los dilemas que surgen al incorporar tecnologías emergentes en contextos de vulnerabilidad, la necesidad de preservar la dignidad y los derechos de las personas usuarias, y los principios que deben guiar la innovación ética en el ámbito del cuidado.
Un escaparate de innovación real
El hall y las aulas de la facultad se transformaron en un dinámico espacio expositivo donde empresas y entidades prestadoras de servicios mostraron sus propuestas más innovadoras: sistemas de movilidad y apoyo, avances en comunicación y accesibilidad, dispositivos inteligentes, mobiliario adaptado, soluciones para el ocio activo y la vida saludable.
Estos stands no solo sirvieron para presentar tecnologías, sino que propiciaron el contacto directo entre desarrolladores, profesionales, usuarios y ciudadanía en general. Un entorno de transferencia de conocimiento en tiempo real que permitió contrastar ideas, compartir experiencias y abrir nuevas vías de colaboración.

Un futuro en construcción
El Congreso ha dejado claro que el futuro de la atención domiciliaria no se construirá desde la improvisación, sino desde el compromiso colectivo, la investigación, la innovación y la colaboración entre sectores. Málaga ha sido testigo de cómo la tecnología puede ponerse al servicio de lo social, de cómo la Universidad puede ser un motor de cambio y de cómo la sociedad, unida, puede garantizar el derecho a una vida digna en casa.
Con un balance altamente positivo, el evento se cierra con la vista puesta en los próximos pasos: consolidar redes, implementar mejoras, escalar proyectos y, sobre todo, seguir apostando por una atención domiciliaria que no solo cuide, sino que empodere.