“Estimamos que la atención de nuestros servicios domiciliarios crecerá. En concreto, el servicio SAD crecerá en torno a un 6% y que nuestra área de Healthcare lo hará en los mismos términos. Asimismo, esperamos tener un crecimiento en el TAD, que en 2022 ya sumó 8.000 usuarios con respecto al año anterior, y que prevemos que, para finales de este 2023, habremos atendido en torno a 80.000 usuarios”, explica Agustín Lopesino, Director Corporativo de Sector Público y Servicios de Atención en el Domicilio de DomusVi. En su opinión, estas cifras “son el reflejo de un trabajo orientado a crecer en aquellos servicios en los que podemos ofrecer un valor añadido, eludiendo un simple objetivo de aumentar volúmenes como único fin”.
Además, señala: “Los Servicios en el Entorno Domiciliario se complementan con los de los centros residenciales, dando ambos respuesta a situaciones y momentos determinados de las personas, a su entorno y al desarrollo de su proyecto vital.”
DomusVi cuenta con 30 oficinas de Servicios Domiciliarios repartidas por todo el Estado y con más de 11.000 profesionales especializados en diversas áreas del cuidado a personas mayores y dependientes. Esto permite brindar un amplio abanico de soluciones dedicadas a dar ayuda personalizada en el domicilio para personas en situación de riesgo, vulnerabilidad o dependencia, permitiéndoles seguir viviendo en su hogar, fomentando las capacidades de la persona.
“Tenemos equipo, experiencia y conocimientos para atender a personas con vulnerabilidad. Personas en situación de dependencia, discapacidades o con patologías crónicas. Asimismo, atendemos a las personas en su domicilio tras procesos agudos y en proceso de rehabilitación. Por último, según perfil de la persona, trabajamos la promoción de la autonomía personal, con un enfoque preventivo”, subraya Lopesino.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que envejecer en la casa donde se ha vivido es una preferencia común entre las personas mayores, para así permanecer en su comunidad y mantener sus redes de relación social durante el proceso de envejecimiento. Otros informes como el “Modelo de futuro: tecnología domiciliaria para el apoyo de la atención social y sanitaria”, de la Fundación Tecnología y Salud y la Fundación Edad&Vida, afirman que el 95% de las personas encuestadas quieren envejecer en su propia casa y el 50% de ellas es consciente de que necesitará ayuda para recibir unos cuidados específicos.
“La misión de los servicios domiciliarios profesionalizados es armonizar ese deseo por envejecer en el propio hogar prestando una calidad asistencial de primer orden, comparable a los cuidados que reciben las personas atendidas en las residencias”, explica Lopesino, quien señala que no se deben dejar de forma estructural los cuidados bajo la responsabilidad exclusiva de las familias, ni tampoco deben fundamentarse los servicios en el voluntariado o las redes de posibles apoyos provenientes del entorno. “Familia, voluntariado y redes de apoyo participarán en los cuidados si la persona lo desea, pero no pueden ser los responsables últimos del cuidado, que debe ser prestado por profesionales cualificados y debidamente formados”.
Los expertos de DomusVi subrayan la oportunidad de creación de empleo que supone la profesionalización de los servicios de cuidados en el domicilio, frente a la actual economía sumergida existente, y advierten del peligro que ésta conlleva para el bienestar de las personas.
“El Sector es creador de empleo, siendo una oportunidad para el crecimiento económico del país, que permita un despliegue mayor de la cobertura de los cuidados y garanticen empleos estables y con salarios adecuados ”, asevera el Director Corporativo de Sector Público y Servicios de Atención en el Domicilio de DomusVi, quien considera que las Administraciones Públicas deben facilitar las convocatorias para la certificación de la experiencia, así como el desarrollo de nuevos perfiles curriculares que den respuesta a las necesidades actuales del sector de los cuidados.
La filosofía de los cuidados a domicilio de DomusVi plantea que la persona es dueña de su cuidado. “Es la persona usuaria quien adopta las decisiones que considera oportunas acerca de sus cuidados. Por tanto, la atención que ofrecemos se centra en las necesidades que desea satisfacer y de la forma que las quiere recibir, favoreciendo a la vez, una relación fluida con la familia o persona cuidadora, facilitando la información autorizada de la evolución de su proceso vital y sus sugerencias”.
Según Lopesino, “un reto en la prestación de servicios en el domicilio se centra en conseguir una mejora de la tecnología en clave de integración, esto es, con una visión de conjunto y capacidad de implementarse a gran escala, dejando a un lado aquellas soluciones que no se vinculan entre sí”.
En este sentido, entre las mejoras tecnológicas más necesarias, los expertos de DomusVi destacan:
Entre las soluciones tecnológicas orientadas a la mejora de la calidad de vida, los expertos del SAD de DomusVi ponen en valor apps como Stimulus, “para la intervención y prevención del deterioro cognitivo y la soledad no deseada”, o la Tecnología Fallskip, “para la detección del riesgo de caída”.
Un aspecto que Lopesino resalta es el de la idoneidad de que haya un buen intercambio de información con las Administraciones Públicas y una visión en la atención social y sanitaria “para conocer y atender mejor a la persona, evitando duplicidades, aumentando la satisfacción y percepción de calidad de los cuidados que recibe. Esta visión es la que constatamos cada día cuidando a personas dependientes con cronicidad.”
El de los cuidados a personas mayores es uno de los sectores que, actualmente, cuenta con más profesionales cualificados y, a la vez, es un entorno laboral con una gran demanda de profesionales, empleando de forma directa aproximadamente al 1,7% de la población ocupada en España.
Las proyecciones de envejecimiento poblacional vaticinan que esa cifra aumentará de forma exponencial pues, según prevé el INE, en 2033 habrá cerca de 12,3 millones de personas mayores en España, lo que constituirá más del 25% de la población total. Para 2050, se prevé que el nuestro sea el cuarto país más envejecido de la UE: con 16 millones de personas mayores de 64 años, un tercio de la población. Algo que redundará en un crecimiento exponencial de la demanda de profesionales del sector, para hacer frente a la ingente demanda de cuidados que plantea el reto demográfico.
Ante este panorama, Lopesino reflexiona sobre “los beneficios que aportarían cambios legislativos, que faciliten y alienten la definición de nuevos itinerarios curriculares, se reduzcan los procesos de homologación de ciertas titulaciones sociosanitarias y se culminen los procesos de certificación.
De esta manera, el Director Corporativo de Sector Público y Servicios de Atención en el Domicilio de DomusVi argumenta que “el Modelo de Atención Integral Centrado en la persona necesita una financiación mayor de los servicios en el entorno domiciliario y estructuras organizativas más flexibles para poder implementar mejoras necesarias en los servicios de atención en el domicilio”.
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