Dicha certificación ha sido otorgada a las 61 residencias gestionadas de forma integral por Clece en el conjunto del territorio nacional, en las que se atiende a alrededor de 4.000 personas dependientes. Cada una de ellas ha sido certificada por cumplir de forma rigurosa todos los protocolos adecuados para prevenir y, en caso necesario, actuar frente a la COVID-19.
“Para Clece es muy significativo obtener la certificación de AENOR dado el tremendo esfuerzo que hemos realizado para lograr que todas nuestras residencias cumplan con los más altos estándares de seguridad en aras de salvaguardar la salud de nuestros trabajadores y usuarios en condiciones tan complicadas como las que estamos viviendo”, ha señalado Carlos Comín, director de Calidad de Clece.
Las residencias de Clece han desarrollado protocolos integrales que engloban toda la actividad de los centros y que han sido adaptados según el número de residentes, de trabajadores y de las características de los usuarios a cada una de las residencias.
Entre las medidas que contemplan estos estrictos protocolos, se ha implantado la realización de pruebas PCR de forma mensual a todos los trabajadores. Esto ha sido posible gracias a la adquisición de máquinas propias de test PCR que permiten conocer el resultado en tan solo 20 minutos. Hasta el momento se han realizado más de 100.000 tests a trabajadores. Por otro lado, se realizan test rápidos previos al acceso de visitas externas a los residentes como medida de prevención.
Los protocolos contemplan, además, un refuerzo en la limpieza e higienización de los espacios. Para ello, Clece dispone de un sistema de limpieza hospitalaria para asegurar la desinfección preventiva. Dicho sistema emplea cañones de ozono y el robot Xenex, que utiliza tecnología de desinfección por luz ultravioleta capaz de eliminar el COVID-19 en un 99,99 % en tan solo dos minutos.
En este contexto, y a pesar de las limitaciones, la atención a los usuarios y la calidad del servicio, ha seguido siendo una prioridad en todas las residencias gestionadas por Clece. Con el objetivo de paliar la reducción de contacto con el exterior, se ha invertido en la adquisición de tabletas o móviles para favorecer la comunicación frecuente entre los usuarios y las personas más allegadas a ellos, y se ha reforzado el seguimiento psicológico, así como las actividades de animación para no descuidar en ningún momento el estado de las personas que residen en estos centros.
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