El presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, avanzó que el Consell vacunará, por primera vez, este otoño a personas de 60 años o mayores que viven en residencias y adultos con un sistema inmunitario comprometido contra el virus respiratorio sincicial (VRS).
Así, ha explicado que «se invertirán 4,5 millones de euros para adquirir 40.000 dosis de la vacuna contra el VRS en mayores, un virus que puede causar neumonías e infecciones respiratorias graves, especialmente en personas mayores institucionalizadas o inmunodeprimidas».
Esta campaña se enmarca en una visión amplia de salud pública, centrada en ‘prevenir antes que curar’ y en proteger prioritariamente a las personas más vulnerables. En este sentido, el presidente ha destacado que «vacunar contra el VRS, además de proteger a las personas, contribuirá a reducir hospitalizaciones, prevenir complicaciones graves ya disminuir la presión asistencial durante los meses de mayor circulación de virus respiratorios».
Una amenaza seria para personas mayores de 75 años
La Generalitat prevé inmunizar contra este virus respiratorio a partir de octubre 35.000 personas residentes en centros sociosanitarios de la Comunitat Valenciana y aproximadamente 5.000 personas inmunodeprimidas mayores de 18 años, con un riesgo especialmente elevado de complicaciones graves, como trasplantados de progenitores hematopoyéticos y de pulmón.
Aunque el virus respiratorio sincicial suele asociarse a la infancia, también representa una amenaza seria para la población adulta, especialmente en mayores de 75 años y en quienes viven en instituciones. En estos casos, puede provocar desde infecciones leves hasta neumonías, insuficiencia respiratoria y hospitalización, y en personas con alto riesgo puede resultar incluso mortal.
En la Comunitat Valenciana, la red de vigilancia hospitalaria VAHNSI ha documentado más de diez años de datos que confirman el fuerte impacto del VRS en personas mayores, especialmente entre diciembre y febrero, que es cuando se produce el pico de casos. Así, en mayores de 80 años, las tasas de hospitalización superan los 400 ingresos por 100.000 personas al año.







